Capítulo 43

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El plan de Jay de vivir juntos había vuelto a ser algo tangible. Ese viernes Jungwon iría a Seúl a empezar a dejar sus pertenencias en el departamento de su novio. Sus padres lo habían visto algo decaído así que no dudaron en dejarlo ir a la ciudad a distraerse.

Su día escolar se pasó aburrido y monótono. Sunoo y Ni-Ki seguían sin hablarle. Ni-Ki seguía defendiendo como un ángel guardián, y Sunoo seguía aguantando los insultos de sus compañeros.

Fue justo a la hora de salida que Ni-Ki acompañó a Sunoo al baño, Jungwon notó que un grupo de chicos, más específicamente el chico que se sentaba detrás de Sunoo y sus amigos, fueron como una parvada de buitres hacia un pedazo de carne. Los siguió ya que un mal presentimiento aterrizó en su cabeza.

Vio como Ni-Ki salió del baño rápidamente ya que había dejado sus cosas en el aula y dejó solo a Sunoo.

Los chicos entraron al baño sin que Ni-Ki se diera cuenta. Jungwon se acercó cauteloso, para empezar a escuchar risas y gritos. Jungwon asomó la cabeza para observar el horrible escenario.

Los chicos habían obligado a Sunoo a ponerse de rodillas y todos lo acorralaron en un círculo. Lo tenían agarrado para que no pudiera mover ni la cabeza. El chico que se sentaba detrás de él estaba ahora frente a él, sonriendo son malicia.

– ¿No vas a chupármela, pequeña puta? – dijo el chico mientras tomaba de las mejillas a Sunoo.

– Déjame ir Byung, por favor – dijo Sunoo con una voz que nunca le había escuchado. Sonaba a pura humillación.

– No voy a dejarte ir hasta que me des lo que pido – respondió Byung, palmeando la mejilla de Sunoo algo bruscamente.

– No voy a hacer nada, déjame ir – siguió pidiendo Sunoo.

– ¿Vas a negar que eres una zorra ahora? – Byung acercó peligrosamente el rostro de Sunoo hacia sus zonas íntimas.

– Byung, por favor no lo hagas – pidió Sunoo con los ojos llenos de lágrimas.

– ¿Vas a llorar, zorra? – Byung se burló, y sus amigos se rieron también-. Apuesto que no lloraste tanto cuando te acostabas con ese tipo, ¿la tenía grande?

– Por favor, basta – Sunoo miró hacia abajo con las lágrimas empezando a bajar por su rostro. Byung lo obligó a mirarlo.

– Estoy seguro que te gustan grandes. Tan grandes que apenas puedan saciar tu sucio agujero – lo tomó por el mentón mirándolo a los ojos con una sonrisa. Sunoo quiso mirar a otra dirección, pero los amigos de Byung no lo permitieron.

– Creo que es hora de que haga lo que pides – rio un chico.

– ¡Que abra bien la boca! – gritó otro.

Los chicos apretaron la mandíbula de Sunoo a la fuerza, este no pudo cerrar la boca, ellos le ganaban en cantidad y en fuerza. Byung empezó a bajar su pantalón.

Jungwon no pudo más con lo que presenciaba.

– ¡Ya basta! – gritó entrando al baño y ganándose una mirada desagradable de todos.

– ¿Qué mierda buscas aquí, Yang? – preguntó Byung con el pantalón en las rodillas.

– Déjalo en paz – dijo Jungwon, su voz sonó con mucho miedo, Byung lo notó.

– ¿Vas a defender a tu amigo al que traicionaste? – se rio un chico que sostenía a Sunoo.

– Dile que no necesitas su ayuda – dijo otro chico detrás de Sunoo.

– Jungwon, yo...

– ¡Dilo en voz alta! – lo tomó del pelo violentamente y lo obligó a voltear a Jungwon.

– No necesito tu ayuda – dijo Sunoo con el rostro rojo de la vergüenza.

– Déjenlo en paz – Jungwon empezó a sonar más seguro.

– ¿En serio tienes el coraje para venir aquí y decirme qué hacer? – dijo Byung desafiante.

– Estoy defendiendo a mi amigo – Jungwon dio un paso hacia adelante.

– No te enojes, Yang – rio Byung-. Encárguense de él – les hizo una seña a sus amigos, dos de ellos dejaron a Sunoo y se fueron tras Jungwon-. De seguro defiendes a esta zorra porque tú eres igual.

– ¡Déjalo ir, mierda! – gritó Jungwon cuando sintió el agarre de los amigos de Byung.

– ¿Ahora sí dices groserías, santurrón? – dijo uno de los chicos que lo mantenían quieto.

– No debiste venir, Yang – dijo Byung, volviendo a Sunoo-. Ahora te tocará ver como tu "amigo" hace maravillas con esa boquita.

Jungwon intentó zafarse de todas formas posibles de los amigos de Byung, Sunoo igual. Pero todo era inútil, ellos eran más fuertes.

– ¡Cuando termines con él sigo yo! – gritó el que mantenía la boca de Sunoo abierta.

Byung estaba a punto de bajarse los calzoncillos, cuando alguien llegó al rescate.

– ¿Qué está pasando aquí? – dijo el doctor Bang abriéndose paso al baño, seguido de un Ni-Ki dispuesto a soltar golpes.

Todos los chicos soltaron a los menores y se fueron corriendo del lugar.

Sunoo cayó bruscamente al suelo mientras seguía sollozando. Jungwon cayó de rodillas, pero se apresuró a ir a ver cómo estaba su amigo.

– Sunoo hyung, lo siento mucho por no llegar antes, le diremos todo lo que pasó al doctor y así podremos poner un reporte con el director y...

Sunoo lo calló mientras lo abrazaba.

Jungwon se quedó en su lugar por un segundo, pero cuando pudo reaccionar correspondió al abrazo del mayor.

– Lo siento mucho – sollozó Sunoo en su hombro.

– Sunoo, no me digas nada – Jungwon lo abrazó con todas sus fuerzas. Miró a Ni-Ki que los veía desde detrás del doctor Bang. Se acercó a ellos con el semblante serio, pero lo rompió en una sonrisa y se arrodilló a abrazar a sus mayores.

– Perdóname – Sunoo dijo en su pecho.

– El que tiene que explicar aquí soy yo – Jungwon vio a sus dos amigos-. Denme la oportunidad de hacerlo, por favor.

– Nos vas a explicar todo, y haremos todo lo posible por entenderte – dijo Sunoo limpiándose la nariz.

– Perdón, Jungwon – dijo Ni-Ki cuando los tres se separaron del abrazo.

– Soy muy consciente de que les fallé, pero tenía mucho en mi contra, no debería tener excusas para algo tan horrible como lo que les hice, pero en serio estoy muy arrepentido – dijo Jungwon mientras sus ojos se llenaban de líquido-. Les juro que les contaré todo, y con la verdad.

– Vamos a escucharte – dijo Ni-Ki con una sonrisa.

Los tres se dieron un abrazo, después procedieron a ponerle atención al doctor Bang, el cual estaba al borde del llanto por la escena tan conmovedora.

No entendía nada, pero seguía siendo conmovedora.

– Niños, quiero el nombre de todos esos agresores, no van a tenerla fácil de ahora en adelante – dijo acercándose a ellos.

– Llevan acosando a Sunoo toda la semana – empezó Ni-Ki.

– Byung se sienta detrás de mí – continuó Sunoo-. Lleva toda la semana preguntándome si puedo acostarme con él por mil wones.

– Le tiran cosas en los pasillos y le dicen por apodos horribles – agregó Jungwon.

– Estén seguros que no se saldrán con la suya, el director sabrá esto y se llevarán un buen castigo, sino que expulsión. Y no se preocupen, vamos a protegerlos del acoso.

Los tres amigos se miraron y sonrieron. Como en los viejos tiempos.

⊹ᰔ  Happier Than Ever ✧˖° Jaywon ₊˚⊹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora