⊹ᰔ Happier Than Ever ✧˖° Jaywon ₊˚⊹

Capítulo 37

Jungwon habló con Ni-Ki esa tarde. El menor estaba algo molesto, pero tomó la llamada y conversó unos minutos con su amigo antes de finalizarla. Aceptó ir a la fiesta el día siguiente y prometió disculparse con Sunoo.

Sunoo no le contestó a la primera llamada.

Insistió un par de veces, hasta que el mayor contestó.

– ¿Qué? – dijo cortante.

– Buenas tardes a ti también.

– Jungwon, no quiero ser grosero, pero si no he ido a clases estos últimos días son exactamente porque no quería hablarles ni a ti ni a Ni-Ki.

– ¿Y yo qué culpa tengo de su pelea? – preguntó Jungwon al sentirse atacado.

–Ninguna... ­– suspiró-. Lo siento. Lo que Ni-Ki dijo en serio me molestó mucho.

– Pero Ni-Ki lo dijo sin querer...

– Claro, y yo lo abofeteé sin querer.

– Sunoo hyung, por favor – rogó Jungwon-. Ven a la fiesta mañana y hablen. No me gustaría irme de la ciudad sabiendo que ustedes dos están separados.

– A mí no me gustaría tampoco – dijo Sunoo un poco más calmado.

– Por favor, ven mañana a la fiesta.

– Iré – dijo Sunoo con su característica voz animada-. No quiero estar peleado con mis amigos, sé que Ni-Ki no lo dijo en serio.

– ¡Exacto! Ni-Ki nunca te diría algo así porque... – se detuvo antes de decir lo que pensó.

– ¿Porque qué?

– Porque en serio somos los mejores amigos del mundo – dijo Jungwon sonriendo.

Si todo salía a la perfección de acuerdo al plan, Jungwon se iría a vivir con su novio, sus amigos estarían reconciliados y probablemente Sunghoon se quedaría con Sunoo.

Si todo salía como le gustaría en su mente, se iría a vivir con su novio, Sunoo se daría cuenta que Sunghoon era un patán y Ni-Ki estaría ahí para consolarlo, y probablemente después de algún tiempo le revelaría sus sentimientos y podrían estar juntos.

Sunoo terminó su llamada con Jungwon para empezar a sollozar sin que este lo escuchara.

Muy en el fondo sabía que Ni-Ki tenía algo de razón, y eso fue lo que le molestó.

Le molestó que alguien más le dijera lo que necesitaba escuchar.

🌤️🌤️🌤️

Ya era bastante tarde. Jungwon seguía pegado a su laptop debido a unas tareas que debía entregar pronto si quería tener todo el fin de semana para estar con su novio.

Sonrió en su mente. Esa idea le parecía simplemente maravillosa.

Bostezó y se estiró en la silla de su escritorio. Miró el reloj de su teléfono y fue casi a las tres de la mañana que decidió irse a dormir. Guardó el progreso de sus trabajos, apagó el aparato y se dirigió a su cama para poder dormir.

Antes de apagar la luz, su teléfono comenzó a sonar. Estaba tan cansado que estuvo a punto de ignorarlo.

Hasta que vio quién era.

– ¿Hyung?

– ¿Jungwon?

– Hyung, buenas noches, ¿cómo está? – preguntó Jungwon acostado en su cama.

– Estoy muuuuuy bien, niño lindo – Jay rio para después toser.

– ¿Está bien? – Jungwon frunció el ceño-. Apenas y lo oigo, ¿sigue en su fiesta?

– Sí, estoy en mi fiesta – Jay siguió riendo-. Está muy divertida, pero tenía muchas ganas de escuchar tu voz, es muy difícil aquí, sin ti.

– Eso es muy dulce de su parte – Jungwon rio nervioso.

– Estoy seguro que estás sonrojado, mi corazoncito sonrojado – Jay seguía hablando en un tono que a Jungwon le resultaba conocido, pero al mismo tiempo había algo diferente.

– Hyung, ¿está ebrio? – Jungwon preguntó, solo para estar seguro.

– No he bebido nada en todo el día, mi amor – siguió riendo el mayor.

– Usted nunca me llama de esas maneras, hay algo aquí que está raro – nada de eso tenía sentido para Jungwon.

– Quieres decir que si soy tierno contigo es porque debo estar ebrio, ¿no es así?

– ¡No! – bien, ya la había cagado-. No quise decir eso, hyung.

– ¡No importa, mi bebé! – Jay rio con más fuerza-. Está bien así.

– ¿Dónde está, hyung? Me preocupa que esté así en una fiesta, ¿cómo regresará a casa?

– Estoy en la bañera del baño del segundo piso, creo que es la habitación de los padres de mi amigo – soltó una carcajada-. No te preocupes mucho, seguramente me quedaré a dormir aquí.

– Oh, que bue...

– En esta bañera dormiré – balbuceó.

– Hyung, ¿está drogado? – Jungwon susurró.

Silencio al otro lado de la línea. No más risas.

– ¿Estarías molesto conmigo si así fuera?

– ¡Hyung! – Jungwon se sentó rápidamente en la cama-. ¿Qué se metió?

– Solo un poco de pastillas, no son muy dañinas.

– ¿Qué tipo de pastillas?

– La última vez que fui compré...

– ¿La última vez? – Jungwon sintió como sus ojos empezaban a picarle-. ¿Cuántas veces ha comprado drogas desde que se fue a Seúl?

– No exageres, solo han sido un par de veces. Además, solo compro poco, lo necesario para una o dos fiestas. No es como que lo haga siempre, niño lindo.

– No me llame así – Jungwon estaba enojado, y no iba a guardárselo-. No me llame hasta que esté limpio de esas cosas.

– Niño lindo, por favor, no estoy haciendo nada malo.

– No me llame así – repitió entre dientes sintiendo los ojos llenos de lágrimas.

– No es para tanto, estás exagerando.

– Lo arreglamos mañana – dijo cortante mientras una lágrima escurría por su mejilla.

– Podemos arreglarlo ahora mismo.

– Usted no está en sus cinco sentidos, no tendría caso.

– Estoy bien, solo un poco más contento.

– Hyung, no tengo ganas de hablar con usted. Mañana llámeme y hablaremos.

– Mañana vendrás conmigo, Jungwon...

– Primero lo hablaremos y luego veré si me voy con usted o no. No quiero a un drogadicto como compañero de cuarto.

– Jungwon, por favor... – Jay suplicó como última opción.

– No quiero hablar con usted – Jungwon dijo en un sollozo.

– No llores, niño lindo.

– Usted es el que siempre me hace llorar.

Y terminó la llamada para después abrazar su almohada y continuar con su llanto.