Capítulo 4

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Así como las vacaciones llegaron, se terminaron. Era domingo en la noche, al siguiente día sería su regreso a clases. Estaba muy contento de poder ver a sus amigos de nuevo. Si bien en vacaciones los vio bastante seguido, Jay le decía que sus amigos estaban mucho mejor sin él, que no valía tanto la pena verlos tan frecuentemente.

Que solo salir con él valía la pena.

Y Jungwon lo creyó.

Muchas veces les canceló a sus amigos para poder estar en su habitación encerrado llamando a Jay por horas.

Si bien se sentía feliz de volver a ver a sus mejores amigos, también sentía algo así como una leve tristeza de dejarlos de lado tanto tiempo.

Tal vez por eso ellos estaban mejor sin él.

Todos estarían mejor sin un amigo mal quedado.

Se levantó temprano y se puso su uniforme escolar. Desayunó con su familia en paz ya que le quedaba bastante tiempo para llegar a la escuela, y Jay le había prometido que, de ahora en adelante pasaría por él a su casa y llegarían juntos a la escuela.

Jungwon se sentía como en un sueño.

Desafortunadamente, vino a despertarlo la realidad.

Empezó a preocuparse cuando los minutos pasaron y su hyung no le contestaba. Su madre le preguntó si realmente iba a llegar o si debía mandarlo al diablo e irse caminando.

Jungwon rápidamente salió a defenderlo, poniendo de excusa que seguramente el tráfico estaba pesado y llegaría en unos minutos.

Esos minutos pasaron y Jay nunca llegó.

Pero no podría decirle eso a su madre, ella reaccionaría negativamente ante Jay y es lo que menos quería.

Cuando faltaban quince minutos para la hora de entrada tomó sus cosas velozmente y se apresuró a salir de la casa.

– ¿Ya llegó Jay por ti? – su madre lo interceptó en su escapada perfecta.

– S-sí – mintió-. Es solo que está en la otra cuadra, no pudo entrar hasta acá.

– ¿No pudo entrar hasta acá? – su madre entrecerró los ojos sospechando-. Nunca hay tráfico en esta zona, Jungwon. ¿Por qué...?

– ¡Mamá, tengo que irme! – Jungwon no la dejó terminar y salió casi corriendo de la casa.

– ¡Cuídate! – se escuchó su madre gritando ya con la puerta cerrada.

Una mentira más, una mentira menos. Daba igual.

Incluso llegó a un punto donde empezó a creerse sus mentiras. Realmente cruzó la calle esperando que su hyung estuviera aparcado ahí, con un ramo de flores en su mano y una sonrisa adornando su rostro mientras lo esperaba.

Y sonrió.

Porque imaginarse una vida así no costaba absolutamente nada.

Llegó a la escuela a las seis con cincuenta y seis minutos, sudado, con los pies doliendo y sintiendo la mochila más pesada que nunca. Lo primero intentó fue tratar de encontrar a su hyung, tal vez reclamarle por qué no había llegado por él, si se lo había prometido con anterioridad.

Caminó al salón de Jay, y para su suerte, sus amigos estaban justo en la puerta.

- Buenos días – hizo una reverencia, los demás lo miraron de arriba abajo-. Hyungs, ¿puedo preguntarles algo?

– Jay no vino, si es lo que quieres saber – dijo Heeseung, uno de los mejores amigos de Jay.

– ¿Y ustedes no sabrán a qué se debe su ausencia? – insistió Jungwon.

– Ayer tuvimos una fiesta, y vaya que estuvo divertida – Sunghoon se rio y le dio un golpe en el hombro a Jake, el cual rio de vuelta.

– Oh, ya veo – Jungwon agachó la mirada, sintiéndose bastante estúpido. Jay no le había comentado nada de una fiesta.

– No estés triste, mocoso – Jake le dio una palmada en la espalda-. No te fue infiel ni nada de eso – sonrió, para después susurrar – aunque ustedes no son nada.

– Hyung, nosotros estamos saliendo, él me pidió exclusividad.

– Pero no tienen un título definido – repitió Jake-. A mis ojos ambos están solteros, solo que Jay no quiere dejarte ir porque...

La campana que anunciaba el inicio de clases sonó, interrumpiendo a Jake. Este se calló y le sonrió a Jungwon.

– ¿Por qué, hyung? – las palabras de Jungwon salieron rotas.

– Vete a tu salón – respondió, mientras el trío de amigos entraba en su aula.

Jungwon se quedó ahí parado. No quería ir a su salón. No quería ver a sus profesores. No quería tomar clases aburridas.

Ni siquiera quería ver a Sunoo o a Ni-Ki.

Quería ver a su hyung. Y ni siquiera quería una explicación, quería un abrazo.

Llegó a su salón después de contener las lágrimas, afortunadamente su profesor no había llegado aún.

– ¡Jungwon! – vio a Sunoo agitando su mano, saludando-. Te guardé un espacio en medio de Ni-Ki y de mí, ¡qué emoción, todos juntos de nuevo!

Caminó hacia ellos y los saludó, sentándose en el lugar que Sunoo le había asignado. Escuchó a Ni-Ki hablando con Sunoo durante un rato, pero no ponía atención a nada de lo que decían. Solo podía pensar en su hyung y en lo que le pudo haber pasado en la dichosa fiesta. No se consideraba ansioso, pero desde hacía meses sus uñas estaban destrozadas.

Solo pensaba y pensaba. ¿Jay se habría lastimado en la fiesta?, ¿habría estado bebiendo tanto que perdió el conocimiento y ahora estaría tirado en un callejón sin su teléfono ni cartera? También se preguntó qué clase de amigos eran sus amigos, que solo lo dejaron por su suerte, sabiendo el posible estado en el que se encontraba.

– Hyung, ¿estás escuchándonos? – Ni-Ki lo sacó de su mente.

– ¿Qué?

– Sunoo hyung quiere que hagamos una pijamada en su casa para celebrar el regreso a clases.

– Los regresos a clases no se celebran – balbuceó Jungwon.

– ¡Cállate! – chilló Sunoo-. Tu novio debería estar haciendo una bienvenida como la hizo cuando inició el año, pero hasta el momento no me ha llegado invitación a nada.

– Eso es porque...

– ¡Silencio, Jungwon! – agitó sus manos-. Este viernes en mi casa, y no aceptaré un no como respuesta.

– Bien – Jungwon sonrió ante la insistencia de su amigo-. Este viernes en tu casa.

– Y te juro que si nos cancelas por irte a ver a Jay hyung te cortaré el cabello mientras duermes.

– Eso no va a pasar – rio nervioso.

– Es muy probable que pase – suspiró Ni-Ki-. No sería la primera vez que nos cancelas de improviso por ir a verte a tu novio.

– Pero esa vez fue la última – se defendió Jungwon-. Les digo en serio, no volverá a pasar.

– Promételo – Sunoo lo miró directo a los ojos.

Jungwon se quedó callado varios segundos con las miradas de sus amigos en él. Ni-Ki lo miraba expectante con unos ojos que gritaban "no la cagues". Sunoo seguía con la miraba puesta en sus ojos, no se veía molesto, pero sí que lo estaría cuando Jungwon dijo su respuesta.

– Sunoo hyung, yo no puedo...

– Ya lo sabíamos – Sunoo se volteó hacia el frente, notablemente decepcionado. Ni-Ki lo miró para después suspirar e imitar a Sunoo. Justo en ese momento el profesor llegó

A Jungwon le dolía fallarles así a sus amigos, pero su hyung lo valía completamente.

⊹ᰔ  Happier Than Ever ✧˖° Jaywon ₊˚⊹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora