Capítulo 44

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Jungwon tenía miedo.

Si bien había arreglado todo con sus amigos, que no fue fácil de explicar, pero al final lo pudieron entender y dejar de lado sus problemas, tenía miedo que ya no tenía razones por las cuales irse a vivir con Jay.

Esperó pacientemente en la entrada de su casa hasta que su novio pasó por él en la tarde.

Jay se veía muy contento y saludó a sus padres con mucha alegría, Jungwon sonrió a todo, esperando lo que vendría más adelante.

– Y bien, niño lindo – dijo Jay a media carretera-. ¿Ya estás listo para nuestra vida como una pareja que vive 24/7 al lado del otro?

– ¿Podemos hablar de eso cuando lleguemos? – dijo Jungwon sin mucha emoción.

– ¿Pasa algo? – preguntó preocupado el mayor.

– Ya me arreglé con Sunoo hyung y Ni-Ki – admitió Jungwon. Jay se quedó callado por un segundo.

– Hablamos cuando lleguemos – respondió cortante.

Jungwon no respondió. Se hizo pequeño en su asiento y miró hacia la ventana.

Sí que estaba en problemas.

🌥️🌥️🌥️

– Te arreglaste con los niños, entonces... – dijo Jay mirando hacia la ventana de su habitación. Jungwon lo miraba sentado en la cama.

– Sí, hyung – dijo con miedo.

– Entonces piensas que no hay razón para venir conmigo, ¿cierto? – dijo Jay mirándolo con una sonrisa, pero una sonrisa peligrosa. Jungwon sabía que Jay era muy intuitivo y perceptivo a su lenguaje corporal.

– Es que, realmente, nunca hubo una razón real para venir con usted...

– ¿Nunca hubo amor en nuestra relación, Jungwon?

– No me refería a eso, yo decía que...

– No, Jungwon – dijo Jay asintiendo con la cabeza-. Yo entiendo que estás diciendo que nunca hubo una razón válida para que vinieras conmigo, o sea, que nuestra relación no va a ningún lugar.

– Hyung...

– Quieres terminar conmigo – concluyó Jay.

– Nunca dije eso...

– Es lo que quieres decir implícitamente, vamos Jungwon – Jay hizo una seña con la cabeza-. Di que ya no quieres nada conmigo.

– ¿Quiere que le diga la verdad? – Jungwon se armó de valor.

– Dime la verdad – Jay sonrió. No creía capaz a Jungwon de decir algo como eso.

Y vaya que se equivocó.

– Usted dice que me quiere, pero hace muchísimas cosas que me duelen – empezó Jungwon.

– ¿De qué mierda estás hablando? – Jay se acercó a él intimidante, pero Jungwon ya no sentía miedo el miedo de antes.

– ¡No quiere perderme, pero no hace ningún esfuerzo por cuidarme! – dijo Jungwon elevando la voz.

– Jungwon, no sé qué mierda hablas, pero ya basta – Jay sonó autoritario.

– ¡No!, ¡voy a decirle lo que siento! – replicó Jungwon levantándose de la cama y acercándose a Jay.

– Jungwon, no sabes lo que dices, cállate ya – Jay dijo mirándolo a los ojos.

Un gesto así hubiera cohibido a Jungwon en cualquier momento, su lado sumiso tomaría el rol absoluto y se dejaría hacer lo que fuese por su novio.

Pero hoy era diferente.

– Usted me preguntó, yo estoy respondiendo – Jungwon dijo desafiante, mirando a los ojos del mayor.

– Jungwon, ¿qué es lo que quieres decir? – Jay dio una última oportunidad a Jungwon para arrepentirse de todo lo que estaba diciendo.

– Usted no quiere soltarme, pero no hace nada por mantenerme feliz – dijo Jungwon en los labios de Jay-. Yo creí que yo dependía de usted, pero al parecer es todo lo contrario.

Jay apretó la mandíbula. Miró a los ojos del menor con rabia, pero lo que le sorprendió es que Jungwon le sostuvo la mirada desafiante.

– ¿Quieres terminar conmigo? – preguntó Jay apretando los puños.

– Usted descífrelo – dijo Jungwon entre dientes.

– Bien – Jay rio-. Quiero que te vayas de mi puta casa ahora.

– Hyung, es medianoche...– Jungwon empezó a arrepentirse de lo que dijo.

– No, Jungwon – Jay tomó la maleta de Jungwon y se dirigió a la puerta.

– ¿Va a arrojarme a la calle así? – Jungwon lo persiguió por el departamento.

– No eres mi jodido novio, no veo porque deberías quedarte conmigo – rio Jay mientras abría la puerta de la entrada.

– Hyung, déjeme quedarme esta noche, mañana temprano me iré...

– No – Jay sonrió-. Toma tus cosas y sal de mi vista ahora.

– No tengo dinero para un motel, solo para el autobús a Incheon.

– No me interesa donde pases la noche – Jay le hacía una seña a Jungwon para salir-. Que te vaya bien Jungwon, espero no te asalten.

Jungwon se quedó callado. Tomó su maleta lentamente y salió del departamento. Jay lo miró de arriba abajo y cerró la puerta con fuerza.

– Váyase a la mierda – susurró frente a la puerta.

⛈️⛈️⛈️

Jungwon vagó por las calles de Seúl por alrededor de una hora. Se había quedado cerca de las tiendas que aún tenían luz hasta que llegó a una tienda de autoservicio. Entró y vio que la tienda tenía una mesa y sillas para el uso público. Se sentó, lleno de miedo y de rabia.

– Niño, si te vas a sentar ahí tienes que comprar algo – dijo el dependiente de la tienda después de estarlo mirando por unos minutos.

– Perdón, no tengo dinero ni donde dormir, déjeme quedarme – rogó Jungwon con los ojos brillantes de las lágrimas que amenazaban con salir.

– No pasa nada – contestó el hombre-. Yo te invito algo, ¿tienes hambre?

– Muchísima – Jungwon abrazó su estómago vacío.

– Toma un ramen y un gimbap – señaló una estantería-. Puedes quedarte el tiempo que necesites – sonrió amable.

Jungwon agradeció mientras se apresuraba a tomar los alimentos y comer con desespero.

Tenía que esperar seis horas para regresar a su casa en autobús. Se creía capaz de soportarlo, pero un sentimiento en él no lo dejaba en paz.

¿Había terminado con Jay? El que lo haya echado de su departamento a su suerte en una ciudad que apenas conocía sonaba a una razón muy buena para mandarlo a la mierda.

Volvió a armarse del valor que había tomado hacía unas horas y sacó su teléfono.

Uno, dos, tres timbres.

¿Jungwon?

– ¿Mamá? – dijo en un susurro-. ¿Puedo hablar contigo?

⊹ᰔ  Happier Than Ever ✧˖° Jaywon ₊˚⊹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora