Straight to you |𝐓𝐚𝐞𝐡𝐲𝐮𝐧𝐠 ✔

𝐷𝑖𝑒𝑐𝑖𝑛𝑢𝑒𝑣𝑒

                     Taehyung;

—Kang Daniel llegó —me informa Sunhee a través de la llamada.

—Esta bien. Puede pasar —le dije.

Colgamos y me preparé para recibir a Daniel, quién no tardó en empujar la puerta y hacerse presente en mi campo de visión.

—Daniel —sonreí sin mostrar los dientes.

—Taehyung —estrechamos manos y luego nos dimos un corto abrazo—. ¿Todo bien?.

—Muy bien, gracias. Toma asiento —indico uno de los sofas y el asiente para sentarse. Yo también me sente en otro sofa de frente a él.

—Me alegra que hayas venido.

—Te dije que lo haría —sonrió—. Así que aquí estoy.

—Espero que sea con buenas noticias —dije y el asintió relajando su espalda en el respaldo del sofá.

—Lo son –enfatizó–. Lo pensé mucho, y bueno, me parece bien que trabajemos juntos.

—¿Debo pensar que algo te impulsó a tomar esa decisión?. O es porque realmente te parece bien.

—Uno, me parece bien y, me siento confiado de que tengamos negocios juntos. Y segundo, ella —señaló por detrás de mi.

Fruncí mi ceño y me giré un poco hacia atrás viendo a quién señalaba. Y aunque podría imaginarlo, aún asi me giré.
Se trataba de Sunhee. Ella estaba hablando por teléfono mientras asentía y luego tecleaba algo en la computadora. Sonrió y asintió varias veces aún hablando.
Alzé una ceja y me giré a ver a Daniel que no dejaba de mirar curioso en su dirección.

—¿Ella? —usé el mismo pronombre.

—Mhm —asintió Daniel y dejó de mirar hacia su dirección para observarme a mi—. No voy a mentirte –dijo mirándome–. Me gustó.

Pestañee mientras escuchaba eso.

Le gustaba...

—¿Tan rápido te gustó? —sonreí divertido.

—Pues sí —asintió él—. Me parece encantadora. Y es totalmente mi tipo de chica.

—Ya veo —fuerzo una sonrisa.

—Entonces, ¿debo firmar en algún lado? —pregunta cambiado de tema.

—Espera aquí —digo y me apoyo en mis piernas para levantarme y salir de mi oficina.

Me detuve frente a la oficina de Sunhee y volví a recordar lo que dijo Daniel. ¿Tan rápido se fijó en ella?. ¿Fue su principal motivación para terminar aceptando la propuesta de trabajar conmigo?.

—¿En serio? —arrasco mi frente y suelto un suspiro para ladear mi cabeza y tocar la puerta de la oficina de ella.

—Puede pasar —se escucha.

Empujo la manija y me adentro a la oficina. Ella se encontraba apoyada en el borde de su mesa de trabajo, mientras leía unos papeles. Y eso volvió a recordarme al día anterior. Levantó su cabeza para verme, y al darse cuenta de que era yo se incoporó inmediatamente.

—¿Pasa algo? —me pregunta.

—Los papeles para que Daniel firme —dije adentrando mis manos en los bolsillos delanteros de mi pantalón.

—Oh. Iba a llevarselos dentro de un momento. Significa que aceptó ¿cierto? —habla ella y rodea la mesa para tomar un fax azul y venir hacia mi—. Aquí están –dijo tendiendomelo.