Straight to you |𝐓𝐚𝐞𝐡𝐲𝐮𝐧𝐠 ✔

𝑆𝑒𝑠𝑒𝑛𝑡𝑎 𝑦 𝑐𝑖𝑛𝑐𝑜

                          Taehyung;

—Gracias —le agradecí al repartidor antes de cerrar la puerta y girarme con la pizza.

—¿Ya llegó la pizza? —Sunhee apareció por el pasillo luciendo la camisa con imagenes de mis dibujos, dibujados en esta. Y que se le veía terriblemente linda y ella lo sabía. Sabia que me encantaba como le quedaba.

—Sí. ¿Ya te duchaste? —beso su frente antes de rodear la barra.

—Mhm —se sienta en uno de los taburetes y yo cojo un cuchillo antes de sentarme en el otro taburete a su lado; abro la caja de la pizza y luego empiezo a cortarla en trozos—. Tengo hambre.

—Ya lo sé —sonreí divertido y le dí el primer pedazo que ella aceptó sonriente y mordió este—. Hay jugo.

—Voy —dijo y abrió el frigorífico para sacar la jarra con el jugo y ponerla frente a nosotros. Luego tomó dos vasos y los puso. Sirvió jugo para ambos. Mordí un pedazo de mi parte y luego le dí un sorbo al jugo.

—Esta rica ¿cierto? —la miro. Ella asintió totalmente sastifecha y sonreí.

—Mhm —termina de tragar y me mira—. Me dijiste que querías hablarme de algo –toma una servilleta y limpia sus manos–. ¿Que es? –continuamente pone algunos mechones de su pelo detrás de su rostro mientras me miraba.

Termino de tragar.

—Es sobre mis padres.

Ella frunce el ceño, extrañada.

—¿Tus...padres?. ¿Que ocurre con ellos?. ¿Estan enfermos? —pregunta.

—No —negué rapidamente—. Es que...les hable de ti –ella pestañeó viendome–. Quiero que los conozcas.

Ella tosió un poco y la miré divertido. Tomó un gran sorbo de jugo y me miró aun perpleja.

—¿C-conocerlos? —repitió.

—Mhm —asentí—. Quiero que...conozcan a la mujer que me hace feliz. Quiero que sepan..que eres también esa niña preciosa que conocí en el orfanato.

Sus mejillas  se sonrrojaron y a pesar de que me resultó adorablemente linda, solo esperaba su respuesta.

—B-bueno...

—¿No quieres? —la miré.

—Me da algo de verguenza —dijo sonriendo un poco—. Pero está bien –asintió finalmente con una sonrisa–. Los quiero conocer.

—¿De verdad?.

—Claro —susurró—. Conociste a mi papá ¿no?. Ahora yo quiero conocer a los tuyos.

Sonreí.

—¿Viven en Daegu, no? —pregunta comenzando a comer de su pizza de nuevo.

—Sí —asentí—. Ellos vivían aqui antes por la empresa de papá. Pero...cuando me la dejaron a mi, pues volvieron a Daegu. Mi hermano también vive allá.

—Oh —musitó ella viendome—. ¿Tienes un hermano?

Asentí varias veces.

—Sí. Él...tiene una pequeña empresa en Daegu.

—Lo quieres mucho ¿verdad?. No sé. Creo que te emocionaste cuando te pregunté.

—Sí. Realmente me agrada. Tal vez lo conozcas.

—Está bien —sonrió y asintió.

—Ahora cambiando de tema —humedecí mis labios y ella me miró mientras masticaba—, no me dijiste cual...era tu miedo.