Straight to you |𝐓𝐚𝐞𝐡𝐲𝐮𝐧𝐠 ✔

𝐶𝑖𝑛𝑐𝑢𝑒𝑛𝑡𝑎

                     Sunhee;

Cerré mi maleta y suspiré profundamente. Mordí la punta de mi labio inferior, y sin poderlo evitar recordé a Taehyung nuevamente. No sabía que hacer ahora cuando saliera. Debería actuar con normalidad, eso lo sé. Pero parecía que no resultaría porque estúpidamente me sentía nerviosa.

Luego de revisar que no se me quedara nada, y que el cuarto estuviese bien salí de la habitación. Me dirigi hacia el ascensor y presioné el botón mientras suspiraba.
Anoche tardé más de lo normal en dormirme. Y todo debido a Taehyung. Pues en el momento que caí en la cama el se adueñó completamente de mis pensamientos y de mi cabeza. Y por mas que intenté no pensar en él, se volvía más imposible. Mi cabeza justo en este momento era todo él.

El ascensor llegó a la primera planta y salí arrastrando mi maleta. No tardé en ver a Taehyung hablando con el señor Ling. Me detuve viendolo, y sintiendo nuevamente unas cuantas sensaciones dentro de mi. Él me gustaba; esa era la verdad. Y lo peor de todo es que mucho.

Miró en mi dirección y se me quedó viendo. Mordí mi labio y entonces volví a retomar mi andar llegando a ellos.

—Señorita Sunhee —me sonrió el señor Ling—. ¿Descansó bien?.

—Mhm —sonreí un poco sin mostrar los dientes—. El hotel es increíble.

—Me alegra mucho que ambos piensen lo mismo —dice el y miro a Taehyung que me seguía viendo—. Bueno...entonces supongo que desayunarán antes de irse ¿verdad?.

—Sí. Dentro de una media hora vendrá un taxi por nosotros así que iremos a desayunar —responde Taehyung.

—Está bien. Entonces los dejo —sonrió él e hizo una inclinación antes de irse.

Miré a Taehyung y él se había acercado un poco a mi.

—¿Dormiste bien? —preguntó.

—Sí. Más o menos —no iba a decirle que ese más o menos, era a causa de él.

—Vale. Vamos a desayunar —no pude resistirme, ni apartarme, también porque en el fondo no quería hacerlo cuando el sujetó mi mano y nos dirigimos a desayunar.

Esta vez, nos sentamos uno al lado del otro, y pedimos nuestro desayuno. Menos cosas esta vez. Tostadas francesas, jamón y queso, guayaba cortada y por último un jugo de naranja.

—Te gustó mucho la tostada francesa —comenta él divertido cuando vé que era lo primero que iba a comer.

—Ya había comido pero...esta está más rica —dije algo avergonzada.

—Mhm. Ya veo —sonrió divertido viendome.

El desayuno transcurrió tranquilo, y de alguna forma, el trató de que no resultara incómodo. Aunque a mi lo que me ponía incómoda era tener que aguantar a mi corazón latir con rápidez cada vez que el me miraba fijamente o sonreía entre momentos o peor, que su gesto de humedecer sus labios estuviese creando fuertes efectos en mi.

Unos minutos después el taxi ya había llegado. El chófer había guardado nuestras maletas y nosotros nos despedimos del señor Ling, antes de adentrarnos al auto.

;;;

El auto -conducido por el chófer de Taehyung- se detuvo justo donde le dije. El chófer se bajó para sacar mi maleta y yo acomodé mi bolso en mi hombro para mirar a Taehyung.

—Sunhee —antes que dijera algo el se apresuró y se incoporó para verme—. No intentes huir ¿ok?.

—Director- —me besó. Abrí mis ojos sorprendida y pestañee varias veces.

—Te dije lo que pasaría si me vuelves a llamar director —se aleja solo un poco para decirme eso.

—¿Y como se supone que debería llamarlo? —pregunté sin entender.

—Como quieras —dijo—. Pero no director. Fuera de la empresa, no soy tu director, ¿vale?.

—Escuche-

—¿Quieres tiempo?. ¿Es lo que quieres? —me mira fijamente.

Presione mis labios.

—No se si deba sentir lo que siento —dije bajo.

A lo mejor el creía que lo decía por nuestros cargos. Porque el era el director, y yo la secretaria. Pero yo si sabía y estaba consciente del porque realmente decía eso. Y era muchísimo peor que lo anterior.

—Yo quiero que lo sientas —dijo viéndome fijamente a los ojos—. Yo podría entender un no, hace tiempo. Pero ahora no puedes decirme eso después de haberme hechizado de esta forma.

—Deje de decir esas cosas —suspiré sintiendo pinchazos—. Fue solo un beso...

—¿En serio? —en ningún momento dejó de mirarme y eso me estaba afectando terriblemente. Sobre todo porque yo no tenía la fuerza suficiente para dejar de mirarlo o para apartarme. Para empezar ni siquiera estaba segura de irme—. Para mi no fue solo un beso. Y yo sé que para ti tampoco lo fue.

—No me conoce.

—Quiero hacerlo y no me estás dejando –no aparté mi mano cuando el puso la suya sobre la mía. La que estaba apoyada en el asiento. Sentí sus dedos acariciar el dorso de mi mano y una vez más me estremecí.

Era tan absurdo que por cualquier cosa, reaccionara.

—Mañana hablamos ¿vale? —me mira—. Pero de verdad. Sin mentiras. Quiero que me digas a que le tienes miedo, ¿porque no quieres intentarlo?.

—No es que no quiera...

Por favor sellenme la boca.
Estaba dejando que mi corazón reaccionara antes que mi cerebro.

—Eres complicada.

—No lo soy.

—Si lo eres. Y mucho —suspiró y me miró una vez más. Detallando mi rostro. Se inclinó hacia mi y por segundos creí que me besaría. Cosa que hizo que mi corazón saltara inmediatamente.

Sin embargo su beso fue a mi mejilla. Que no es como si hubiera pasado desapercibido por mi sistema nervioso de todas formas.

—No te demoro más; hablamos mañana.

Me le quedé viendo; o mejor dicho, mirandonos. Hasta que suspiré profundamente y salí de una buena vez del auto.
Le agradecí al chófer que me tendió la maleta y esperé pacientemente hasta que el auto arrancó y se fue seguidamente.

                 Taehyung;

Reposé mi espalda en el respaldo del asiento una vez el auto retomó marcha a mi casa. Saqué mi cigarrillo y el encendedor.

—¿Por qué las mujeres son tan complicadas? —suspiré para darle una calada a mi cigarro.

Mi celular vibró dentro del bolsillo delantero de mi pantalón y lo saqué; era un mensaje de Jimin.

Estoy en tu pent house cocinando. Almorzaremos juntos ya que me tienes que contar sobre tus días en el hotel con tu amada Sunhee.

No pude evitar el poner los ojos en blanco. Guardé el celular dejandolo en visto y continué disfrutando de mi cigarro mientras Sunhee, una vez más, se adueñaba de mis pensamientos.