Straight to you |𝐓𝐚𝐞𝐡𝐲𝐮𝐧𝐠 ✔

𝐶𝑖𝑛𝑐𝑢𝑒𝑛𝑡𝑎 𝑦 𝑠𝑒𝑖𝑠

                        Sunhee;

-No puedes...ser tù ¿cierto? -pregunté bajo en un susurro casi inaudible mientras lo miraba aún sin poderlo creer del todo.

Él cerró la puerta detrás de él y vino hacia mi. Me le quedé viendo aún en un tipo de trance como si realmente esto fuera imposible.

-Nos conocimos aquí.

-Tú estabas llorando -susurré. El soltó una risita.

-Mhm.

-¿Esto?...-le enseñé el dibujo y él lo miró en seguida, frunciendo el ceño. Lo tomó despacio y observé su rostro, cada una de sus facciones.

-Esto lo dibuje-

-El día antes de que te adoptaran -completé y el me miró una vez más sorprendido.

-El mundo es tan malditamente chiquito -murmuró él aun sin despegar su mirada de mi.

-Puedo decir que...has crecido y has cambiado mucho -dije viendolo.

-Tú tambien cambiaste -extendió su mano hasta acariciar mi cabello-. Me gusta que seas tú...

Eso hizo que mi corazón aumentara el triple de los latidos, y que todo eso que Taehyung me lograba provocar, se desatara como si fuera una tercera guerra mundial dentro de mi.

-Y-yo...revisaba esto -me agaché tomando el álbum y se lo mostré.

-Oh -se acercó a mi poniendose a mi lado-. ¿Esto no fue cuando nos llenamos de fango?.

-Sí. ¿Lo recuerdas? -reí divertida.

-Dios. La madre Yuan nos cayó atras con una escoba -dice él y empecé a reír porque fue como si lo hubiese revivido en mi cabeza.

-Nos quitaron los animados por una semana -dije riendo.

-Sunhee no me recuerdes eso -niega-. Pero hay una foto que...

-¿Cuál? -intento cambiarla pero él niega.

-No. Está para atrás -dice estirando su brazo por al lado de mi, haciendo que yo quedase frente a él y el apoyara su mentón en mi cabeza. Miré como cambiaba las fotos sin entender. Todo hasta que se detuvo en la foto más vergonzosa de mi existencia-. ¡Mirala aquí!.

-¡Oye! -exclamé-. No veas esta foto -cerré el álbum.

-Igual le hice una foto -rió.

-No me digas que has visto este álbum más a menudo -lo fulmino con la mirada sin poderme contener.

-Había veces que venía y la madre Yuan no estaba así que me entretenía viendo el álbum una y otra vez -dijo divertido mientras yo lo miraba supuestamente enfadada. Pero si avergonzada-. Esa es mi foto favorita.

-Ya. No me digas -respondí en sarcasmo.

El sonrió divertido y se me quedó viendo. Yo también lo miré, y aún no podía creer que el era...justo él.

-¿Dejaste de tener pesadillas? -le pregunto.

Él me mira y asiente despacio. -Lo hice pero...desarrollé miedo a los espacios cerrados. Y bueno, ya lo sabes.

-¿Por qué?.

-Después de que me adoptaron yo...empecé a alejar a todo el mundo -empezó a contar-. También era un niño problemático -soltó un breve suspiro-. Así que mis padres (los adoptivos) me llevaron a un psicólogo. Aún lo sigo viendo -lo último lo murmuró pero lo escuché perfectamente.-. Superé muchas cosas. Dejé de tener pesadillas. Pero...¿recuerdas que...te conté que mi padre me encerraba?.