𝐶𝑖𝑛𝑐𝑜

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                          Sunhee;

Dejo de mirar hacia donde lo hacía y desvío mi mirada hasta verlo a él que me analizaba fijamente mientras arqueaba una ceja y esperaba que yo respondiese a su pregunta.

—Solo...—comienzo a decir tratando de que su mirada fija no me pusiera de los nervios— veía lo bonita que es su oficina —murmuro.

Él me mira por unos cortos minutos que siento que cortan mi respiración y vuelve a bajar su mirada para continuar revisando sus papeles.

—Busca algo de beber para mi —ordena.

No dije nada y me giré para salir de la oficina. A penas lo hice miré seria la puerta de la oficina cerrada rodando los ojos. —¿Qui miris? –dije en intento fallido de hacerle mueca.

Agh –bufé.

Dí un buen tiempo vueltas hasta encontrar la cafetería en la tercera planta. Esta solo para los empleados para almorzar y tomarse algún descanso. Me dirigí a la máquina pensando que bebida debería escoger para el ceo Kim. Opté por una Coca Cola y luego de tenerla me dirigí una vez mas hasta la última planta -donde quedaba la oficina-, para llevarsela.
Empujé despacio la puerta y el se encontraba en el mismo lugar. Solo que a diferencia de estar apoyado hacia delante en la mesa, tenía su espalda relajada en la silla mientras continuaba hojeando los papeles y se había colocado algunos lentes.

—¿Dónde están los vasos? —pregunto y él sin levantar la cabeza señala con su dedo.

Sigo este y encuentro una pequeña estantería con vasos, y copas. Me dirijo hacia esta y cojo un vaso para abrir la lata de refresco y vertir un poco de su contenido en este. Caminé hacia él dejandosela a su disposición. Sin siquiera mirar cogió el vaso dispuesto a beber de este pero se detuvo en hacerlo.

No me digas que tampoco le gusta CocaCola.

Veo como mira el vaso y luego me observa. Lo miro neutra sin expresar nada en mi rostro. Humedece sus labios –algo que noté que parecia hacer a menudo–.

—¿Por qué no trajista café? —pregunta.

—No le gusta —solté sin pensarlo y el alzó una ceja mirándome.

—¿Cómo lo sabes? —preguntó analizandome.

—Solo...lo sé —dije asintiendo bajo y él se me quedó viendo. Yo lo miré de la misma forma demostrando que su mirada penetrante no me lograba intimidar como él quería.

—Kang Sunhee —repite despacio poniendo el vaso en la mesa mientras me miraba y por alguna razón su voz ronca me eriza. Habla sin despegar su atención de mi persona—. ¿Que más sabes de mi?.

Me le quedé viendo y el había dejado los papeles encima de la mesa concentrando toda su atención en mi mientras cruzaba sus brazos y había girado un poco la silla giratoria en mi dirección.

—No le gusta el picante —respondí.

El me mira fijamente y sonríe de lado observandome.
—¿Terminó ya con los papeles? —pregunto en seguida tratando de cambiar de tema—. ¿No necesita nada mas?.

—Aquí no —contestó.

—Entonces-

—Viniste con un propósito ¿cierto? —me detuve sintiendo que había entrado en un trance. ¿Sabía todo?.

Lo mire en seguida y hablé tratando de que la voz no me delatara.
—¿Perdón? No entiendo-

—Te contraté para que me vieras en los negocios Sunhee —respondió y sentí alivio totalmente por aquello—. Justo ahora haré uno. Recoge tus cosas. Iras conmigo.

Sin dejarme decir algo se levanta y coge su saco del sofá para salir de la oficina. Expulsé el aire inmenso contenido y me apresuré en recoger mi bolso en mi oficina para literal correr y alcanzarlo adentrandome con él en el ascensor.

—Supongo que debes saber muchas cosas de mi ¿no? —dice mientras se colocaba el saco.

—Es mi jefe. Debo conocerlo para trabajar más a gusto con usted.

—¿Ahora actuas de esta forma? —dice divertido. Se encontraba delante de mi, y aunque no le veía el rostro supongo que sonreía—. Me llevaste la contraria en la entrevista.

—Estaba tratando de defender mi entrevista y quería conseguir un puesto de trabajo. Solo fue eso —respondí viendolo de espalda y una idea rápida pasó por mi cabeza pero al levantar mi mirada encontré la cámara de seguridad allí.

—Muy bien por ti, Sunhee —responde él.

Lo observo y noto como miraba su reloj continuamente y movía su pie.

;;;

Observé disimuladamente a Taehyung sentado en el asiento frente a mi mientras revisaba su teléfono y fumaba al mismo tiempo manteniendo entre sus dedos de la mano disponible el cigarro. A pesar de que aguanto la respiración no puedo evitar toser; el cigarro era algo que en serio no podía aguantar. El olor me daba tanta tos que podía pasarme minutos tosiendo.

—¿Te ocurre algo? —pregunta y al mirarlo continuaba con la atención en su celular.

—¿Puedo bajar la ventanilla? —pregunto y él levanta su cabeza para verme.

—¿Por?.

—E-es que me falta el aire —miento. No me atrevería a decirle que el hecho de que estaba fumando me estaba costando la respiración.

—¿Es el cigarro cierto? —dice sin apartar la mirada de mi.

—El humo me hace toser —confesé. Él me observa y vuelve a calar el cigarro mientras me miraba. Luego observo como lleva su mano hacia el cenizero apoyando el cigarro en este y moviendolo hasta que se apaga.

No digo nada y el me vuelve a observar de reojo para continuar con su mirada en su celular. Raspo mi garganta y comienzo a respirar más profundamente una vez que comienzan a pasar los segundos y el aire de nicotina se iba esparciendo.

Después de una media hora el auto se detiene y el chófer abre la puerta para nosotros. Me bajo primeramente y a los segundos baja el señor Taehyung organizando su traje. Miré a mi alrededor notando que nos encontrábamos frente a un gran edificio que básicamente se trataba de una Constructora.

—Señor Taehyung —un señor canoso vestido de traje y formal llega hasta nosotros.

—Señor Hwan —estrechan manos—. Vine a la reunión como acordamos.

—Todos están esperando por usted. Muchísimas gracias por venir —dice el señor y sonríe. Luego me mira y le hago una leve reverencia que me devuelve—. Por favor acompañenme.

Taehyung comienza a caminar y yo lo sigo de bien cerca tratando de caminar a su mismo paso.
Las mujeres detrás de la recepción miraban entre asombradas y con cara de embobadas al hombre de mi lado. Ignoré eso y continuamos siguiendo al señor hacia el ascensor. El señor 'Hwan' presionó el número de la planta y las puertas de el elevador se cerraron. Noté como Taehyung movía el pie y al observarlo disimuladamente noté que estaba...¿nervioso?. Justo así pude notarlo cuando salimos de su empresa. Parecía ansioso. Como si no le gustara estar dentro del elevador.

Las puertas se abrieron y noté como el acomodó su corbata y entonces el señor Hwan salió y él se apresuró en seguirlo. Y mientras iba detrás de él, lo observé formulando una pequeña sonrisa ladina.

No le gustan los espacios cerrados.

Straight to you |𝐓𝐚𝐞𝐡𝐲𝐮𝐧𝐠 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora