Straight to you |𝐓𝐚𝐞𝐡𝐲𝐮𝐧𝐠 ✔

𝑆𝑒𝑠𝑒𝑛𝑡𝑎

Señor sálvame.
Mi droga es mi amado.
La usaré por el resto de mi vida.

Sunhee;

-Últimamente nada más te brillan los ojitos -comenta Namjoon sonriendo mientras se sentaba a mi lado y disfrutabamos de un sándwich.

-Tengo razones para hacerlo -dije sonriendo.

-Ya veo. Y creo que puedo adivinar -dice divertido-. El tal Taehyung ¿cierto?.

Sonreí sin evitarlo y asentí.

-Él mismo.

-Vaya vaya...quién lo diría -comenta, divertido-. Pero es bueno verte feliz, sonriente.

-Yo siempre estoy feliz y sonriente.

-Esta vez más -responde él y sonrío-. Pero...esa persona no te ha llamado más ¿verdad?

Borro mi sonrisa despacio y niego.

-No. Luego de...ese mensaje -suspiré y sobé mi frente-. A veces trato de ignorar eso pero no es tan fácil que digamos.

-Lo sé y me lo puedo imaginar.

-Me siento demasiado feliz con Taehyung ¿sabes? -vuelvo a hablar y Nam me mira-. Me gusta sentir lo que siento cuando estoy a su lado.

-Lo quieres -me dice Namjoon y me hace sonreír y asiento.

-Lo quiero.

-Entonces olvidate de lo demás. Solo disfruta tu felicidad y lo que sientes -me aseguró él.

-Eso haré -susurré y ambos sonreímos.

Como era normal de los días en que Taehyung jugaba golf, me pasé por su penthouse para tomar uno de los tantos trajes que poseía, un par de zapatos y bueno todo lo que acostumbraba a llevarle. Me dirigí como de costumbre en el auto que él siempre me enviaba, y cuando llegué al club de golf el estaba aún en el campo solo jugando.

Sonreí un poco al verlo allí concentrado y dando con el palo de golf a la pelota y que esta recorriera en linea recta el caminito hasta caer finalmente en el hueco.
Celebró concentrado y volvió a intentarlo. Sonreí hasta llegar a él.

-Bu -toqué su espalda pero no se asustó. Solo se giró a verme, y sonrió.

-¿Llegaste ahora, o estuviste viendome durante algunos segundos? -alza una ceja mirándome divertido.

-Un poquito de ambas -sonreí y lo miré. Vestía como siempre con su ropa de golf, pero esta vez con la diferencia de que usaba una gorra pero hacia atrás y bueno, se veía lindo.

-Ya sabía yo -rodeó con uno de sus brazos mi cintura y miré hacia ambos lados del campo.

-¿Q-que haces? -pregunté en un susurro.

-Que yo sepa...abrazandote por la cintura.

-Pues eso lo sé -dije obvia y con una sonrisa-. P-pero me refiero a por que lo haces aquí, ahora.

-¿Que tiene? -me mira sin entender y se encoge de hombros sin importarle mucho-. Estoy con mi novia. El que quiera mirar que mire. Él que no puede irse. Yo hago lo que yo quiera.

-Ya -susurré algo avergonzada-. Pero debes irte a cambiar.

-Falta como una hora para la reunión. ¿Y si nos quedamos un poco más aquí? -me mira-. ¿Sabes jugar golf?.

-No...

-Bien, te enseño y luego jugamos -me suelta solo para buscar otro palo de los que habían allí.