Straight to you |𝐓𝐚𝐞𝐡𝐲𝐮𝐧𝐠 ✔

𝐷𝑖𝑒𝑐𝑖𝑜𝑐𝒉𝑜

                         Sunhee;        

—Haremos el juego de Cham Cham Cham por cada vez que yo gane, usted va a darle una mordida a la hamburguesa —digo—. Y si usted gana, prometo dejarle tranquilo y no volverle a molestar con la comida ¿vale?.

—Eso es tan rídiculo —dice mirándome.

—¿Es rídiculo o sabe que va a perder? —alzé una ceja retándolo.

Continuábamos en la misma posición. Él inclinado hacia mi, conmigo apoyada en el borde de la mesa, mientras él mantenía sus manos apoyadas a cada lado de mi en la mesa conmigo en el medio. Sonrió de lado y humedeció sus labios.

—Juguemos —sentenció mirándome serio.

Sonreí y puse mi mano de perfil hacia él ya que la altura e incluso la posición era perfecta. Moví mi mano hacia ambos lados en tres veces.

—Cham cham cham —dejé mi mano hacia el lado izquierdo y el giró el rostro hacia el derecho; ganando.

—Parece que empiezas bien —dice con sarcasmo.

—Ya —murmuré y volví a repetir—. Cham cham cham –levanté mi mano y el bajó la cabeza. Ganando una vez más.

Él sonrió de lado disfrutando esto. Y suspiré profundamente.
—Sólo estas teniendo suerte –dije para volver a repetir las palabras–. Cham, cham, cham –giré la mano hacia el lado izquierdo una vez mas y el, también la giró hacia allí.

—Ups —sonreí e incliné la hamburguesa—. Muerdala.

Lo vi suspirar pero se inclinó tomando la hamburguesa. Dió la primera mordida y observé como masticaba esta.

—No está mala ¿no es así? —alzé una ceja.

—De nuevo —dice y termina de masticar para tragar.

Sonreí. —Cham cham cham –subí la mano y él, terminó subiendo su cabeza.

—¡Yes! —apludí.

El me miró serio por unos segundos para suspirar y morder la hamburguesa otra vez. Sus mejillas se llenaron y era entretenido verlo comiendo.

—Ande...¿es necesario seguir jugando?. La hamburguesa se ve buena. No creo que resulte una obligación comerla.

—Una última vez. Y si ganas, permitiré todo esto. Si no, se acaba esta tontería –dice.

—Vale —me encogi de hombros—. Cham cham cham –sabía que pensaba que iba bajar la mano, por lo que la subí al mismo tiempo que el subió la cabeza y otra vez gané.

—Oh –sonreí encogiendome de hombros y el soltó el aire contenido. Al parecer estaba frustrado. Y me divertía—. Ay no es tan malo.

El tragó y cogió otro bocado de la hamburguesa y presioné mis labios para no reírme de la cara que tenía. Parecía que estaba enfadado. Era como si fuera de estos niños que se enojaban con su madre y decían que no iban a comer. Pero al final terminaban comiendo, pero con el ceño fruncido y aún con mucho enfado. Pero al final de cuentas, disfrutando la comida.
Observé un poco de salsa sobre sus labios y sin pensarlo cogí una servilleta y la llevé a sus labios limpiando estos.

—¿Le han dicho que parece un niño chiquito mientras come?.

El dejó de masticar y me observó fijamente a los ojos. Yo me detuve, mirándolo tambien. Sus ojos café me miraron profundamente. Y yo observé estos, permitiendome detallar rapidamente su rostro también. El lunar de su nariz. Sus labios rosados y al parecer suaves.