𝐶𝑖𝑛𝑐𝑢𝑒𝑛𝑡𝑎 𝑦 𝑐𝑢𝑎𝑡𝑟𝑜

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                    Taehyung;

Manejé en silencio.
Viendo de reojo a Sunhee y como estaba callada, presionaba sus labios y miraba por la ventanilla como si estuviera indiferente. Quería preguntarle que le pasaba, pero me mantuve callado durante el viaje.

Detuve el auto y en seguida comenzó a quitarse el cinturón de seguridad.

—Si me dices donde vives exactamente puedo dejarte frente a tu casa —hablé—. No me gusta que camines sola. Y mucho menos a esta hora.

—Se cuidarme. –respondió.

—Lo sé —me apresuré a decir—. Es solo que me preocupa.

—Ya. Y te dije que me sé cuidar. Buenas noches —cuando iba a empujar la puerta para salir tome su brazo, deteniendola sin aguantarme más.

—¿Que te pasa? —pregunté—. ¿Por qué cambiaste radicalmente en el Mc Donalds?.

—No me pasa nada —contestó sin siquiera mirarme—. Buenas noches.

Pero aún así no la solté.

—¿Quién te estaba llamando, eh?. Todo cambió cuando te llamaron —continué—. ¿Quién era?.

Ella se soltó de mi brazo, con brusquedad.

—No era nadie —fue lo que dijo y salió del auto.

Pero aún no me quedaría así. Quería saber, quería entender el porque había cambiado de esa forma solo en un chasquido de dedos.
Bajé del auto y rodee este rápidamente hasta llegar a ella y ponerme justo delante, deteniendola.

—¿Por qué no me quieres decir? —pregunté confundido—. ¿Es algo que no debería saber?. ¿Que es?.

—No te interesa, Taehyung. Ahora, ¿podrías dejarme en paz? —murmura e intenta pasar por mi lado pero lo vuelvo a evitar.

—Perdona si justo ahora luzco como un pesado, pero solo estoy preocupado. Tu no eres así. Incluso ni cuando solo eramos...director y secretaria. Así que dime, por favor, ¿que es lo que ocurre?. ¿Por qué te pusiste así de momento?.

Sin embargo ella no me respondió. Me empujó apartandome y continuó su camino dejandome atrás. No fui detrás de ella y dejé de insistir, pues parecía realmente encerrada a contarme lo que sea que le pasara. Pasé mi mano sobre mi rostro y heché mi cabello hacia atras mientras la veía irse; seguía preocupado.

Deje las llaves encima de la barra y me dirigi al frigorífico para tomar un poco de agua. Vertí de la jarra al vaso y tomé unos grandes sorbos mientras mi cabeza seguía llenas de pregunta por el cambio de humor tan repentino de Sunhee.
Metí mi mano dentro de uno de los bolsillos delanteros de mi pantalón y saque el celular yendo a los mensajes.

Ella no estaba conectada. Ni se habia conectado desde que hablamos. Pensé en escribirle, pero descarté la idea. Debía dejarla sola.
Pero aún así seguía preguntandome porque estaba indiferente. ¿Quién la llamó para que cambiar así, como si nada?. Y lo peor de todo, es que la terminara cogiendo conmigo.

Unos días después, Sunhee no apareció por la empresa. No se había conectado y además de ello, habia apagado el telefono. Me frustraba el simple hecho, de que se había aislado. Así como así. Y ahora, me preguntaba si yo tenía la culpa de algo. ¿Yo había hecho algo?. O sea...no lograba comprender porque estaba actuando de esta forma.

Y eso comenzaba a volverme loco.

Suspiré y dí con el palo de golf, la pelota, haciendo que esta recorriera rápidamente el camino, hasta caer dentro del hueco. Puse otra, y me posicioné en la misma posición dandole nuevamente y que una vez más, callera en su lugar.

Straight to you |𝐓𝐚𝐞𝐡𝐲𝐮𝐧𝐠 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora