𝑆𝑒𝑡𝑒𝑛𝑡𝑎 𝑦 𝑡𝑟𝑒𝑠

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                   Taehyung;

Giré despacio el picaporte de la puerta que daba a la habitación de Sunhee, y empujé esta despacio asomandome primeramente. No tarde en verla acostada en la cama, y suspire para entrar a la habitación. Cerré la puerta detrás de mi antes de caminar hacia ella.

—Hola —susurré cuando ya estaba lo suficientemente cerca.

Ella giro despacio su cabeza para verme. Sonrió un poco y arrastré la silla para sentarme a su lado frente a ella. Lleve mi mano sin poderlo evitar a algunos mechones de su pelo y aparté estos despacio observando mejor su rostro.

—¿Te sientes mejor? —pregunté.

Ella asintió sin dejar de mirarnos.

—Me asusté tanto cuando te ví sangrando en mis brazos —dije viendola—. Por favor. No vuelvas a hacer algo más así.

—No lo haré —dijo bajo.

—¿Te sigue doliendo? —pregunté.

—Solo un poquitito —hizo un gesto con un dedo y sonreí mirandola enternecido—. Pero ya estoy bien.

Suspiré viendola y le sonreí para besar su frente y me mantuve unos segundos con mis labios allí. Me alejé para verla aún estando cerca.

—No sabes lo loco que me iba a volver si a ti te llegaba a pasar algo Sunhee —dije—. Te quiero demasiado así que por favor...

—Aún sigues enfadado ¿verdad? —preguntó en un susurro mientras me miraba.

—No —contesté yo—. Yo nunca podria enfadarme contigo. Tampoco podría odiarte ni tener un sentimiento negativo hacia ti así que no pienses en esas cosas que nunca pasarán. Lo que más quiero en este mundo es estar contigo.

—Te extrañé mucho.

—Yo también a ti —le sonreí—. Tu padre y tus amigos están allá afuera. ¿Quieres verlos?.

—Sí. Pero...quedate solo un momento así —entrelaza sus dedos con los míos.

—Me quedo todo el tiempo que tú quieras —sonreí.

—¿Que pasó con tu hermano? —preguntó.

Suspiré y me encogí de hombros.

—La policía se lo llevó —dije—. Me preocupa demasiado...como se sentirán mamá y papá cuando sepan todo esto. En serio. Una parte de mi hasta...se siente culpable.

—No —negó ella—. No te sientas culpable. Fue él el que intentó hacerte daño. Tú no tienes la culpa de nada.

—No sé si sera lo mismo para ellos —murmuré—. Después de todo, el es su hijo de sangre.

—Tae —me interrumpió nuevamente Sunhee—. Tus padres adoptivos te quieren muchísimo. Como si tu también, fueras su hijo de sangre. Porque te cuidaron, te vieron crecer. No digas ni pienses en esas cosas.

Estuve junto a Sunhee un buen tiempo, pero luego ella se durmió pues estaba cansada de la operación y necesitaba dormir un poco para recargar energía. Su padre quiso quedarse, asi que yo me dirigí a mi casa junto a Jimin quién decidió acompañarme.

—¿Ya te sientes mejor? —Jimin me mira de reojo—. Sunhee ya está bien.

—Gracias a Dios —dije aliviado—. No quiero ni siquiera pensar si pasara todo lo contrario.

—Ya viste que no —dijo él—. Bueno. Ahora te das una ducha y duermes un poco y mañana temprano ya puedes venir.

Asentí.

Straight to you |𝐓𝐚𝐞𝐡𝐲𝐮𝐧𝐠 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora