G. E. W. W.: D. E. M. |1|

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En la bañera, el hermoso rostro de la chica se había vuelto ceniciento mientras mordía tensamente sus labios. Su delicado cabello caía en cascada por su espalda y, a través del calor y la neblina, se podía ver su deslumbrante belleza.

No estaba claro cuánto tiempo había pasado, el líquido medicinal dentro de la bañera se había vuelto de verde a negro. La chica abrió los ojos lentamente y sus labios naturalmente carmesí soltaron una bocanada de aire turbio.

-¡Maestra, lo has logrado! ¡Ahora eres una cultivadora de espíritus de nivel inicial de bajo rango! Ya no eres la basura incapaz de cultivar de antes. Más adelante te daré una receta que puedes seguir para preparar un baño medicinal. Cultivar en ese baño medicinal aumentará tu velocidad.

Dentro de su alma, Xiao Mo estaba tan extasiado que parloteaba y brotaba sin cesar.

-Es lamentable que no tengamos hierbas espirituales, de lo contrario, el efecto hubiera sido más potente. Maestra, ¿cuándo vendrás a visitar God Code World y plantarás las hierbas que obtuviste la última vez...?

Las cejas de Yun Luofeng se fruncieron, pero antes de que pudiera responder, la voz de Xiao Mo de repente se puso alerta.

-¡Maestra, alguien viene!

¿Alguien venía?

La apariencia de Yun Luofeng se agudizó de inmediato, rápidamente agarró la bata por un lado y la colocó sobre su cuerpo. Saltó de la bañera y ladró severamente: 

-¿Quién está ahí? ¡Salga!

Detrás de la pantalla, una figura negra emergió lentamente.

Los rasgos faciales del hombre eran muy exquisitos, perfectos hasta el punto de que incluso los dioses sentirían envidia; su rostro definido y cincelado carecía de emociones. Su par de ojos oscuros miraban intensamente a Yun Luofeng, esos ojos insondables impedían que cualquiera pudiera discernir sus pensamientos internos.

La vista de Yun Luofeng se posó en los suaves labios del hombre y no pudo evitar recordar ese día cuando el otro la besó al caer.

-¿Por qué viniste aquí?

El estado mental de la chica recuperó gradualmente su antigua tranquilidad, y sus ojos hechizantes miraban fijamente esa cara glacial una vez más. En lugar de impaciencia, había incluso un toque de burla en su voz.

-Dejaste caer esto.

El hombre levantó la mano y un colgante de jade colgó de su mano.

El colgante de jade tenía la palabra "Yun" claramente grabada en él, la escritura se reflejaba en sus ojos.

Yun Luofeng quedó momentáneamente aturdida. Ese día, de hecho, perdió su colgante de jade y no pudo encontrarlo sin importar qué, pero no esperaba que cayera en manos de este hombre.

No es de extrañar que este hombre viniera a General Estate; de hecho, fue solo por este colgante de jade que vino a buscarla.

-Bien, ya que el colgante de jade ya ha regresado a su dueño, puedes irte ahora.

Yun Luofeng aceptó el colgante de jade; con una sonrisa maliciosa, miró al hombre frío e indiferente y preguntó con el ceño fruncido: 

-¿Hay algo más?

El hombre se movió un poco pero no se fue.

Por alguna razón, en ese momento, Yun Luofeng descubrió un rastro de... ¿incomodidad en su rostro?

-Me salvaste.

.-¿Sí?

-Y también viste mi cara...

-¿Y entonces?

-Asume la responsabilidad.

-...

Yun Luofeng estaba estupefacta, mirando boquiabierta a este tipo con su expresión de incomodidad.

Ella no tenía problemas de audición en este momento, ¿verdad?

¿Este hombre frío la estaba haciendo asumir la responsabilidad con una mirada de incomodidad solo porque vio su rostro debajo de la máscara?

-Lo sabía. ¡Sabía que esto pasaría! ¡Maestra, acéptalo rápido! ¡Te beneficiarás de él! ¡Acéptalo rápidamente!

Xiao Mo estaba completamente fuera de sí, pareciendo como si fuera él quien asumiera la responsabilidad.

-¡Tranquilízate! —Yun Luofeng ya no pudo contenerse en ese momento y bramó ferozmente en su alma. Solo entonces miró al hombre que estaba parado frente a ella— ¡No es como si te hubiera violado! ¿Qué responsabilidad me estás haciendo tomar? Además, somos completos extraños. ¿Por qué viniste a buscarme? ¿Solo porque te ayudé una vez?

El hombre sin emociones frunció los labios y respondió torpemente: 

-No lo sé. Me siento... muy cómodo a tu lado.