G. E. W. W.: D. E. M. |1|

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Quienquiera que haya sido, sería difícil lograr eso al enfrentarse a su rival en el amor...

-Yun Xiao, ya que no puedo obtenerte en esta vida, morir en tus manos también es una liberación para mí.

La dama de túnica roja cerró los ojos suavemente mientras la comisura de sus labios se elevaba ligeramente.

Yun Luofeng, ¡realmente haces que una sea extremadamente envidiosa! Aunque no eres más que una basura con una identidad humilde, eres el único punto débil de este hombre insensible.

¡Para evitar que sufras daños, él no duda en cortar todo peligro potencial de raíz! Quién sabe qué suerte de mierda has acumulado en tu vida anterior para conseguir un hombre tan destacado.

Puchi!

De repente, una ráfaga de poder se extendió desde la parte superior de su cabeza e incluso su cuerpo se llenó hasta el punto de estallar. Abrió los ojos levemente y fijó su mirada en el hombre con profundo anhelo y cariño, como para grabar profundamente su silueta en su mente.

-Yun Xiao, si no existiera Yun Luofeng, ¿me permitirías seguirte?

Ella se mantuvo firme en querer saber su respuesta a pesar de conocer claramente la elección de la otra parte.

Ese hombre no respondió a su pregunta.

Tal vez para él, decir otra palabra era solo una pérdida de tiempo. Naturalmente, él tenía una respuesta en mente, pero no había necesidad de decírselo a alguien insignificante.

-Yun Xiao, no me arrepiento de haberte conocido.

La sonrisa de la dama vestida de rojo era amarga y astringente. Si le dieran otra oportunidad, ¡todavía se enamoraría de este hombre! Sin embargo, ella no sería tan imprudente como hoy...

¡Porque el resultado de ser imprudente no fue solo no poder obtenerlo, sino también perder su vida!

Puchi!

Sonó un gemido interno y poco después, el cuerpo de la dama vestida de rojo parecía haber sido apuñalado innumerables veces con más de mil agujeros. Sangre fresca brotaba incesantemente de esos agujeros y, al mismo tiempo, su cuerpo era como una bola que dejaba salir aire mientras se encogía lentamente.

-Maestro.

Qin Yuan apareció detrás de Yun Xiao mientras miraba con indiferencia a la dama vestida de rojo, que caía gradualmente al suelo, sin rastro de simpatía o piedad hacia ella.

Era como lo que dijo el Maestro, si no mataba a esta mujer, definitivamente provocaría innumerables problemas, ¡especialmente para la señorita Yun!

Claramente, la señorita del Clan Yun era el punto débil de su maestro, entonces, ¿cómo podía permitir que existiera alguien que podría amenazarla? ¡Simplemente cortaría todos los peligros en los brotes, sin permitir ninguna posibilidad de que germine!

-¿Cómo debo resolver los asuntos con el Clan Xiao? —Qin Yuan arrugó las cejas— Lo que dijo esta mujer es cierto. El Clan Xiao lo está buscando, pero no están al tanto de su logro actual. De lo contrario, esas personas del Clan Xiao definitivamente se arrodillarán y se disculparán ante usted.

Los ojos de Yun Xiao estaban ligeramente caídos y su expresión debajo de la máscara era sombría. Se paró con las manos detrás de la espalda desde el principio, y su figura recta como una baqueta estaba de pie en las montañas, mientras que sus labios rojos pálidos parecen revelar un arco despectivo.

Sin embargo, esa mueca desapareció notablemente rápido e hizo que Qin Yuan sintiera que su vista se estaba deteriorando. ¿Pensar que su maestro, que parecía tener parálisis del nervio facial, en realidad poseía otras expresiones?

-¿Cómo está Gao Ling? —los ojos negros de Yun Xiao se volvieron gradualmente hacia Qin Yuan mientras preguntaba con frialdad.

-¿Ah? —Qin Yuan se quedó atónito por un momento. No esperaba que Yun Xiao preguntara sobre el estado de Gao Ling en esta situación. Después de permanecer en silencio durante mucho tiempo, respondió— ¡Él desea con poder morir!.

Así es, ¡el Gao Ling actual de hecho deseaba poder morir! Si no fuera por su falta de coraje para suicidarse, tal vez ya estaría en Yellow Springs [1].

¡Comparado con el sufrimiento del cuerpo físico estos pocos días, el trauma que recibió en su espíritu fue el más atormentador! ¡Especialmente esos clientes en el burdel, él deseaba poder hacer un picadillo con ellos!

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[1] En los textos y la poesía de la antigua China, Yellow Springs se refiere al reino subterráneo de los muertos y, por lo tanto, era "la ubicación imaginaria de innumerables tumbas".