G. E. W. W.: D. E. M. |1|

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Poco se dio cuenta Ye Dong de que sus comentarios también habían roto los corazones de sus funcionarios civiles y militares.

Yi Bufan miró con tristeza a Ye Ling y sacudió la cabeza mientras una sonrisa amarga se dibujaba en su rostro. Por primera vez, se había arrepentido de persistir por tal emperador dentro de su corazón.

-¿Viste claramente? —Yun Luofeng caminó y se paró junto a Ye Ling, mientras ella revelaba una sonrisa diabólica— ¿Esta es tu supuesta familia?

¡El clan imperial había sido despiadado desde la antigüedad! ¿Cómo podría una familia como esta formar un vínculo genuino de padre e hijo?

Ye Ling hizo una sonrisa despectiva. 

-Desde hace unos años, desde el momento en que me entregó al Reino de Longyuan como rehén por la paz, hace mucho que me di cuenta...

La expresión facial de Ye Dong instantáneamente se volvió solemne. 

-¡Hijo no filial, como príncipe de este país, debes sacrificarte por el país! Sin embargo, no solo escapaste de regreso al país, ¡incluso querías casarte con una sirvienta! Esto es simplemente dejar de lado la cara de la familia imperial. Ya que ¡ya ha llegado a esto, permanecerás en el Reino de Longyuan para siempre hasta tu muerte! ¡Hombres, envíenlo a la prisión hasta que llegue la gente del Reino de Longyuan!

-¡Obedeceremos tu decreto!

Los guardias imperiales juntaron sus manos a modo de saludo y caminaron hacia Ye Ling de una manera grave y severa mientras rodeaban rápidamente a varias personas en el salón.

Yun Luofeng cruzó las manos y todo su cuerpo exudaba un aura diabólica pero encantadora, mientras que su par de ojos negros contenía una expresión sonriente y hechizante. 

-Me temo que ya no tienes la oportunidad de poner a Ye Ling en una prisión.

Justo cuando terminó de decir esto, se escuchó un sonido musical instrumental fuera del salón principal. Poco después, un sedán nupcial llevado por varias sirvientas fue bajado, y en la parte delantera se acercaba un hombre de mediana edad.

El hombre de mediana edad ya tenía más de cincuenta años, pero debido a que se cuidaba adecuadamente, parecía estar en un buen estado mental. Luego entró satisfactoriamente en el salón con un bigote negro cuidadosamente arreglado.

-La emperatriz Rong había mencionado anteriormente que su hija adoptiva recién adoptada me admira, y ahora no puedo esperar para tomarla como mi esposa. ¿Puedo preguntar dónde estaría esta esposa mía?

Wu Zhong entró mientras se reía de todo corazón. En el momento en que dio un paso hacia el salón principal, notó a una joven extremadamente hermosa vestida de blanco y entrecerró los ojos mientras revelaba una sorpresa inocultable.

-Mi...

Justo cuando Wu Zhong había terminado de apreciar la impresionante apariencia de esa joven, accidentalmente vislumbró a Ye Ling, que estaba de pie junto a ella, y su expresión facial se puso rígida al instante mientras el asombro se revelaba en sus ojos.

¿Subdirector de pabellón?

¿Por qué estaría aquí? Además, ¿estaba rodeado por los guardaespaldas de la familia imperial?

Wu Zhong, que no pudo entender la situación, se detuvo en seco y sabía lo que estaba pasando por su mente. Desafortunadamente, Ye Dong no notó su extraña expresión y habló mientras sonreía: 

-Ella es la nueva hija adoptiva que adopté recientemente, y servirá como conexión entre el Reino Jinliu y el Pabellón Luofeng por matrimonio. ¿Está el Gerente Wu Zhong satisfecho con ella?

Había olvidado perfectamente la negativa de Yun Luofeng y arregló directamente su destino.

Solo entonces Yi Bufan finalmente entendió por qué la emperatriz Rong quería reconocerla como hija adoptiva. ¡Resulta que querían usarla para construir una relación con el Pabellón Luofeng! Este asunto lo había decepcionado por completo.

Bajo la mirada de todos, la línea de visión de Ye Ling se desplazó gradualmente hacia Wu Zhong. En su hermoso rostro había indiferencia mientras las comisuras de sus labios se curvaban, mostrando una sonrisa desdeñosa. 

-Realmente no pensé que te vería aquí. ¡Realmente me has decepcionado!

-¡Hijo no filial! —la expresión facial de Ye Dong cambió cuando se apresuró a reprender con enojo— ¿Cómo te atreves a hablarle a la gente del Pabellón Luofeng de esta manera? ¡Date prisa y arrodíllate para disculparte!

El potencial del Pabellón Luofeng era extremadamente formidable, e incluso esa persona los tenía en alta estima. Si no fuera por el comando de esa persona, él nunca trataría de ganarse el favor de ellos de esta manera...