G. E. W. W.: D. E. M. |1|

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-Primer Ministro Mu, su nieto fue grosero con la señorita de mi familia cuando se encontraron en la calle y trató de poseer a la joven señorita delante de todos; he recibido órdenes del general para protegerla, ¡así que, naturalmente, no permitiría que nadie lastimara a la joven señorita! Pero, ¿Cómo pudo nuestra señorita soportar y experimentar este tipo de cosas? Ahora su mente ha sufrido un trauma grave; por lo tanto, le estamos haciendo saber al Primer Ministro que nuestro general vendrá a discutir el tema de la compensación más adelante.

Mu Xingchou estaba enojado hasta que la sangre vieja casi brotó, y se tambaleó hasta que tuvo que sostenerse para no caer.

Tembló mientras levantaba la mano, señalando al guardia de la familia Yun, que parecía una montaña, frente a él, y se estremeció cuando dijo: 

-¡Espera, no dejaré que este asunto pase!

¿Podrían estas personas ser más desvergonzadas?

Su propio nieto fue golpeado, ¿y quieren que ofrezca una compensación?

Además, no creía que Yun Luofeng estuviera tan asustada; esa mujer era más valiente que el cielo, entonces, ¿Cómo podría algo asustarla?

-Les he dado el mensaje, y ahora tengo que volver a informar. ¡No pasará mucho tiempo antes de que el Maestro General visite personalmente para buscar justicia para la señorita!

Las palabras del guardia estaban llenas de una justicia impresionante, casi haciendo que Mu Xingchou se desmayara de ira; apretó los dientes y dijo sin piedad:

-¡Bien, entonces! Iré a informar de este asunto a Su Majestad ahora. ¡Dejemos que Su Majestad decida quién tiene razón y quién no! ¡Hmph! 

Habiendo dicho eso, arrojó ferozmente su túnica, se dio la vuelta con la mano detrás de la espalda y se fue; ahora necesitaba ir a la corte para ver a Su Majestad.

Después de que los guardias enviaron a Mu Shen de regreso a la mansión del Primer Ministro, uno de ellos regresó a la Familia Yun lo más rápido posible para informar el asunto.

Cuando Yun Luo escuchó el informe de su subordinado, se congeló por un momento y luego comenzó a reír de buena gana.

-¡Jajaja! ¡Bueno! ¡Muy bien, esa es mi nieta! Mi nieta debería ser así de valiente, ¡Nunca temer a nadie! Pero dado el carácter de ese viejo ladrón Mu Xingchou, ¡no lo dejará pasar! Ven a ayudar a este general a prepararse. ¡Este general necesita ir a la corte y reunirse con el emperador!

***

El continente Longxiao era famosa por la experiencia médica de su gente.

Se decía que la fuerza más famosa era el Pabellón Médico. ¡Este pabellón médico no solo vendía hierbas medicinales de varios tipos, sino que también tiene médicos muy capacitados! Sin embargo, estos médicos generalmente no salían a salvar a la gente; incluso si les ofrecían un millón de oro, era posible que no sea posible llamar su atención.

Yun Luofeng no dudó en ingresar al Pabellón Médico.

Afortunadamente, quienes venían al Pabellón Médico no eran personas promedio, los invitados estaban ocupados resolviendo sus propios problemas, por lo que nadie se dio cuenta de su llegada.

-¿Señorita?

Mientras Yun Luofeng miraba alrededor de este famoso Pabellón médico, un hombre vestido con una túnica azul se acercó a ella y le dijo cortésmente: 

-Disculpe, ¿vino a nuestro Pabellón Médico a comprar hierbas?

Yun Luofeng asintió levemente con la cabeza y sacó un trozo de papel que tenía consigo: 

-Quiero las hierbas de esta lista. Por favor, tráemelos.

El hombre de la túnica azul todavía tenía una sonrisa, y tomó el papel de Yun Luofeng y dijo: 

-Está bien, por favor espere, y tendré las hierbas para usted en un rato.

Habiendo dicho eso, el hombre de túnica azul se fue a buscar las hierbas especificadas para Yun Luofeng.

Aprovechando esta oportunidad, Yun Luofeng comenzó a evaluar el Pabellón Médico.

Debido a que muchos médicos acudieron al Pabellón Médico, pegados en la pared del edificio había algunos problemas que varios médicos no pudieron resolver y por eso querían discutir con otros.