G. E. W. W.: D. E. M. |1|

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Una mujer tan hermosa como esta, no es de extrañar que no abandonaría la mente de su hijo. Si Su Majestad la viera, el Palacio Imperial ya no tendría lugar para ella, la Emperatriz.

Al recordar nuevamente el objetivo de este viaje, se dio cuenta de que no tenía tiempo para pelear con Ye Ling por la propiedad. Sus hermosos ojos observaron atentamente a Yun Luofeng, la contemplación apareció en sus ojos. 

-Señorita, ¿cómo debería llamarla?

-Yun Luofeng. —Yun Luofeng le lanzó una mirada de soslayo y se tomó su tiempo para responder.

-Yun Luofeng. —la emperatriz Rong murmuró estas palabras, la luz brilló en sus ojos antes de decir de manera directa— Esta vez, el propósito principal de la visita de esta Emperatriz es verte. Esta Emperatriz solo quiere preguntarte: ¿Quieres convertirte en alguien grandiosa?

Yun Luofeng levantó la ceja y cruzó los brazos sobre el pecho mientras preguntaba con una leve sonrisa: 

-¿Qué quieres decir?

-Tengo una oportunidad aquí para ayudarte a estar por encima de la masa. —la emperatriz Rong se rió con frialdad— Dependerá de si puedes aprovechar esta oportunidad. Si puedes aprovecharla, esta Emperatriz dejará que el asunto de que lastimes a Luo'er quede en el pasado.

-¿En realidad? —Yun Luofeng se rió levemente y arqueó las cejas hechizantemente— No estoy segura de qué tipo de oportunidad estás hablando. Escuchémoslo.

Al ver la expresión de la joven, la emperatriz Rong pensó que había esperanza, por lo que la alegría, junto con el desdén, surgieron en su corazón.

De hecho, pensó que una mujer con una apariencia tan incomparable tendría una columna vertebral fuerte. Resultó que era regular y no muy diferente de esas mujeres en los burdeles.

-¡Mientras estés dispuesta a escuchar a esta Emperatriz, esta Emperatriz puede regalarte al Gerente Wu Zhong del Pabellón Luofeng! Mientras te aferres a él, tu futuro será seguro y pacífico a partir de ahora.

La emperatriz Rong levantó la barbilla con altivez, su apariencia fresca y elegante se llenó de burla. Sus ojos miraban atentamente a Yun Luofeng, como si ya hubiera determinado que la chica aprovecharía esta oportunidad.

Qingyan, la pequeña sirvienta que estaba detrás de Yun Luofeng, quedó estupefacta por sus palabras.

Ella no oyó mal, ¿verdad?

¿Había algo mal con la mente de esta emperatriz? ¿De verdad iba a darle a la maestra de las sombras del Pabellón Luofeng a un simple administrador de su pabellón como un regalo? E incluso afirmaba que le estaba dando a la señorita la oportunidad de convertirse en alguien grandiosa.

-¿Te refieres al gerente del Pabellón Luofeng? —Yun Luofeng se rió levemente— Pensé que era un personaje importante, pero resulta que es simplemente un sirviente.

¿Acaso no era así?

A los ojos de la verdadera maestra del Pabellón Luofeng, ¿no era el Gerente Wu Zhong nada más que un sirviente?

En cualquier caso, ¡la emperatriz Rong nunca hubiera imaginado que esta joven y hermosa chica sería en realidad la maestra del Pabellón Luofeng! ¡Si supiera todo, definitivamente encontraría un agujero para enterrarse permanentemente!

-¿Sirviente? —la emperatriz Rong retrocedió brevemente antes de comenzar a reír abruptamente— Señorita Yun, ¿no conoce la fama del Pabellón Luofeng? Este Pabellón Luofeng se hizo famoso en todo el Reino de Liujin en este corto período de medio año. Y el Gerente Wu Zhong del Pabellón Luofeng también es un artista marcial de alto nivel y rango avanzado. Incluso cuando el experto de nuestro clan imperial lo ve, tiene que mostrar cierta consideración, ¡así que no es solo un sirviente! Será mejor que seas más educada cuando lo veas.

Para la emperatriz Rong, la razón por la que Yun Luofeng hablaría tanto se debía sin duda a su ignorancia y porque no sabía sobre la famosa reputación del Pabellón Luofeng. Ahora que había revelado la fuerza de Wu Zhong, esta joven seguramente se arrojaría a sus brazos con deleite en su corazón.

En ese momento, podría usar a Yun Luofeng como un puente para familiarizarse con el Gerente Wu Zhong.