G. E. W. W.: D. E. M. |1|

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Hacia las acciones de Ye Ling, un rastro de odio pasó por los ojos de Ye Luo, pero no hubo el más mínimo cambio en la sonrisa de su rostro. 

-Hermano real, ha pasado mucho tiempo desde que nos hemos visto, ¿por qué has comenzado a estar tan distante de tu hermano? Ah, claro, ¿y quién podría ser esta dama?

Su mirada se desplazó hacia Yun Luofeng y la mirada de ver algo impresionante apareció en su mirada.

El rostro de Ye Ling se volvió solemne mientras hablaba. 

-Segundo hermano real, la señorita Yun no es alguien a quien puedas molestar.

-Keke. —Ye Luo se rió maliciosamente antes de hablar— Tercer Hermano real, no esperaba que fueras tan protector con tu mujer. Tu hermano no tiene otras intenciones, solo quería saber de qué hogar es esta jovencita.

Al escuchar a Ye Luo llamar a la Maestra como su mujer, se sorprendió tanto que su corazón casi dejó de latir. Rápidamente se volvió para mirarla y solo se sintió aliviado después de ver que la otra parte no se enojó.

Este bastardo en realidad se había atrevido a burlarse de él y de su Maestra. Si por casualidad su Maestra se enojara, su propia vida insignificante llegaría a su fin.

Sin saber por qué, justo cuando Ye Luo terminó de hablar, Ye Ling sintió frío detrás de su espalda, como si un par de ojos fríos lo estuvieran mirando desde un lugar oculto, haciendo que su espalda sintiera escalofríos y absolutamente petrificado.

-¡Ye Luo, será mejor que seas más respetuoso cuando hables! —la ira emergió del rostro de Ye Ling— ¡Si sigues hablando así, no me culpes por ser irrespetuoso!

-¡Jajaja! —Ye Luo no se lo tomó en serio y se rió a carcajadas— Ye Ling, no creas que desconozco el origen de esta mujer. ¿No es solo una mujer de burdel? ¿Qué hija de casa entraría en la propiedad del príncipe sin ningún estatus? Solo pedí probar las aguas, pero quién hubiera pensado que te enfurecerías por la humillación. ¡Este asunto, definitivamente lo informaré al padre imperial!

¿Una mujer de burdel?

Inmediatamente después de que todos los jóvenes presentes escucharon las palabras de Ye Luo, su mirada ya no tenía el asombro anterior y ahora la miraban directamente de una manera licenciosa y vulgar.

Es solo una mujer de un burdel y gastando algo de dinero, podrían dejar que voluntariamente se quite la ropa y brinde servicios. ¡Por lo tanto, tal mujer no era digna de su respeto!

-Mujer. —Ye Luo volvió la cabeza hacia Yun Luofeng mientras se lamía los labios secos— Ser mi concubina es mejor que seguir a Ye Ling. Aunque tu estatus es demasiado bajo para convertirte en una princesa imperial, ¡puedo prodigarte una gran cantidad de amor y mimos! Puedo garantizar que nadie dentro de la mansión del príncipe se atrevería a intimidarte. ¿Qué te parece?

Solo él, como hijo de la emperatriz, tenía derecho a poseer a una mujer tan deslumbrante. ¿Qué tipo de calificaciones tenía Ye Ling?

Por desgracia, Ye Ling ya no pudo soportarlo mientras apretaba la mano y blandía el puño hacia Ye Luo, con una actitud imponente como un cuchillo caliente cortando mantequilla.

¡Bang!

Cuando el puño de Ye Ling había llegado a la cara de Ye Luo, un par de piernas con una velocidad más rápida que él pisotearon hacia Ye Luo. Todos solo escucharon un grito ahogado antes de que su cuerpo saliera volando bruscamente.

La joven levantó los pies y pisó el pecho de Ye Luo mientras lo miraba con condescendencia. 

-Disculpas, no escuché claramente cada palabra que dijiste antes. ¿Te importaría repetirlo de nuevo?

Aunque la joven de la túnica blanca se estaba disculpando, ¡todos podían sentir la amenaza que emanaba de ella! Además, desde el principio, ella estaba sonriendo con malicia, mientras que sus ojos irradiaban impertinencia y arrogancia.

-¡Guardias, arresten a esta mujer! —Ye Luo tenía una mirada lívida mientras rugía enojado.

Todos los presentes no podían imaginar que incluso antes de que comenzara el banquete, estas dos partes comenzarían a pelear.

Un estallido de pasos ordenados pero poderosos de repente vino y rodeó a Yun Luofeng y Ye Ling en un instante. Posteriormente, los guardaespaldas imperiales sacaron colectivamente sus armas, mientras que la atmósfera se volvió fría y rígida.