G. E. W. W.: D. E. M. |1|

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Cuando se mencionaron las palabras "disolver el compromiso", la cara de Yun Luo claramente no era buena.

Sin embargo, las siguientes palabras del joven conmovieron a Yun Luo por completo; después de todo, la incapacidad de Yun Luofeng para cultivar le dolía el corazón, si pudiera hacer que ella se cultivara como una persona normal con un talento promedio, no se arrepentiría.

-General Yun Luo —Jing Lin gruñó con frialdad— Nosotros los médicos imperiales de la Familia Imperial siempre hemos tratado a la Familia Imperial, si no fuera porque el Príncipe Heredero viene a buscarme, ¡no ayudaría! Espero que aproveche esta oportunidad, si la pierde, ¡me temo que Yun Luofeng no podrá practicar en esta vida!

Yun Luo frunció el ceño profundamente, como si estuviera pensando en algo; justo antes de que pudiera tomar una decisión, la voz melodiosa de una joven de repente habló, rompiendo su contemplación.

-Abuelo, no necesito a nadie más para diagnosticar mi cuerpo.

Antes de que Yun Luo tomara una decisión, ella ya había dado a conocer su decisión.

-¡Yun Luofeng!

El joven finalmente no pudo seguir sentándose y de repente se puso de pie, su hermoso rostro tenía una pizca de burla y ya no estaba tan tranquilo como antes.

-¿Te gusta molestar a este príncipe? Por este príncipe, ¿estás dispuesta a ser un desperdicio?

La cara de Gao Ling era realmente desagradable mientras apretaba los puños con fuerza, si ese anciano Yun Luo no estuviera aquí, su puño definitivamente aterrizaría en Yun Luofeng.

Yun Luofeng miró a Gao Ling de arriba abajo, con los labios curvados, lo que evocaba un toque de maldad. 

-Su Alteza Imperial, el Príncipe Heredero, ¿no está pensando demasiado de sí mismo? Si a ti, un hombre sin buena apariencia ni figura, te enviaran a mi cama, ni siquiera me dignaría mirarte.

-Tú...

El rostro de Gao Ling se puso cada vez más lívido, todo su cuerpo no podía contener su aura escalofriante; como la nitidez de una espada, sus ojos afilados miraron a Yun Luofeng; con voz fría, dijo: 

-¡Eres simplemente una descarada! General Yun Luo, ¡qué bisnieta ha criado!

De todos modos, él era el hombre más guapo de Longyuan, al final, ¿esta mujer realmente dijo que no tenía una figura bien definida ni una buena apariencia? Debería saberse que en Longyuan, las mujeres que querían casarse con él podrían estar alineadas desde aquí hasta un lugar realmente lejano como el Bosque de las Bestias Espirituales.

-Así es, ciertamente no le he enseñado bien a mi nieta; por Longyuan, dejé a mi nieta de cuatro años para ir a un lugar como la frontera, una vez que me fui, estuve diez años fuera, ¿Cómo quieres que la maneje?

Yun Luo originalmente había estado asustado por las asombrosas palabras de Yun Luofeng, pero recuperó su ingenio solo para escuchar las acusaciones de Gao Ling; su rostro geriátrico se había oscurecido abruptamente.

Para Longyuan, se fue de casa durante una década; al final, Su Alteza Imperial el Príncipe Heredero de Longyuan lo criticó por no enseñar bien a su nieta.

¿Cómo podía esto no hacerlo sentir decepcionado?

La cara de Gao Ling cambió ligeramente, también sabía que se había equivocado; entonces, una vez más se volvió hacia Yun Luofeng.

-Yun Luofeng, a este príncipe no le importa que seas un desperdicio, todavía estoy dispuesto a cumplir la promesa de casarme contigo; pero tú, haber hecho algo tan indecente, incluso si este Príncipe se divorciara de ti, aún sería tu culpa. Incluso entonces, este Príncipe Heredero pensó que por el esfuerzo y el trabajo del General por Longyuan, ¡decidí ayudarte a cultivarte! ¡Pero elegiste seguir molestando a este príncipe! Una persona debe tener algo de autoconocimiento. ¡Las cosas que no son tuyas nunca serán tuyas!

Gao Ling se burló, cada palabra tenía espinas y era extremadamente aguda.

De hecho, el temperamento del príncipe heredero Gao Ling era ampliamente conocido por ser bondadoso, ¡era solo un poco salvaje en la cara de Yun Luofeng!

¿Quién dejó que este desperdicio sea su prometida? ¿Cómo no podía estar tan disgustado con ella?

A lo largo de los años, mientras la viera, se enojaría fácilmente, ¡simplemente no podría contenerse! Sin embargo, ¡este Yun Luofeng era como un yeso de piel de perro y no podía ser sacudido sin importar qué!