G. E. W. W.: D. E. M. |1|

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-Lin Xiao, enumeraré una factura más tarde, ¡y luego puedes llevarla al Palacio Imperial y hacer que Jing Lin compense de acuerdo con el daño! ¡Si no hago que pierda su fortuna, entonces mi nombre no es Rong! —los ojos del élder Rong escupían fuego mientras decía con los dientes apretados.

El élder Ning sacudió la cabeza con impotencia. 

-Estaba pensando que estabas enojado hasta la locura por Jing Lin; ¡No pensé que en realidad usarías este tipo de método para cavar un hoyo para él! Con la presión de tu Pabellón Médico, Jing Lin no se atrevería a no compensar.

-¡Humph! —el élder Rong carraspeó fríamente— ¡Quién dejó que Jing Lin, ese viejo bastardo, enojara a Yun'yatou! ¿Cómo no puedo hacer que deje salir un poco de sangre? Ahora irán a difundir esta noticia, y mi Pabellón Médico se hará responsable de todo para que Jing Lin no ¡Se atreva a hacerles cualquier cosa! ¡Pero si descubro que ayudaron a Jing Lin, no culpen a mi Pabellón Médico por ser despiadado!

¡Una luz dura brilló en los ojos del élder Rong, y su voz era fría y grave!

-Abuelo. —Ning Xin prestó su brazo para apoyar al élder Ning y dijo con una expresión sonriente— Con el élder Rong vengando a la señorita Yun, puede estar tranquilo. ¡Pero este Jing Lin realmente está trayendo el desastre sobre sí mismo!

El élder Ning sonrió irónicamente cuando dijo: 

-Xin'er, tienes razón. Con el élder Rong cuidándola, ¿quién todavía necesita a este viejo? Es simplemente el médico real del clan imperial, así que si me ocupo de este asunto, entonces eso realmente sería pensar muy bien de él.

Cuando pronunció la última oración, la apariencia típicamente indiferente del élder Ning tomó un aire de arrogancia.

Como cabeza de familia del Clan Ning, ¡naturalmente tenía derecho a ser arrogante! ¡Este punto era indiscutible!

...

Residencia Yun

Desde que Yun Xiao trajo de vuelta a Yun Luofeng, ¡toda la residencia de Yun estaba alborotada! Qingyan envió apresuradamente a alguien para informar a Yun Luo, y luego siguió de cerca a Yun Xiao para entrar en la montaña trasera.

Sin embargo, sin esperar a que Qingyan entrara en la habitación, la puerta de la habitación se cerró de golpe con fuerza, casi hiriendo la pequeña nariz de Qingyan.

Se paró afuera de la puerta con una cara llena de resentimiento y murmuró: 

-Ahora que la señorita tiene a Yun Xiao atendiéndola, ya no necesita a esta sirviente. La señorita valora a los amantes sobre los amigos como se esperaba. Olvídalo, mejor debería irme y esperar a que el General regrese en su lugar.

...

Dentro de la habitación, Yun Luofeng observó al hombre parado en la entrada, frunciendo el ceño con fuerza. 

-Yun Xiao, vete también.

Yun Xiao no se movió, sus ojos fríos observaban atentamente la tez algo pálida de la joven.

-Antes... ¿aumentaste tu poder a la fuerza?

Yun Luofeng cerró los ojos débilmente.

Su fuerza estaba solo en el cultivador espiritual de nivel inicial, rango intermedio, pero Jing Lin estaba en el nivel medio, rango bajo. ¡Tenían una diferencia completa de dos rangos entre ellos! ¡La razón por la que Yun Luofeng pudo golpearlo mientras él permanecía inmóvil se debió a la fuerza del God Code que tomó prestada para aumentar con fuerza su poder espiritual!

Por lo tanto, ella podría usar el espíritu para atacar a Jing Lin, causando que pierda la cabeza por un corto tiempo.

Por supuesto, este método tuvo una consecuencia que no fue ni ligera ni pesada. ¡Esta consecuencia fue que cuando la fuerza espiritual de Yun Luofeng recuperó su estado original, haría que su espíritu fuera extremadamente débil! Por lo tanto, tuvo que hacer que Yun Xiao la trajera de regreso.

Yun Luofeng abrió los ojos sin prisas, su voz carecía de su antigua arrogancia cuando dijo débilmente:

-Estoy bien, vete primero.

Esta vez, el típicamente obediente Yun Xiao no cumplió con Yun Luofeng. No solo no se fue, sino que en realidad caminó frente a ella. Sus ojos la miraron solemnemente y arrastrando las palabras con voz magnética. 

-¿Por qué no me dejaste hacerlo?

Yun Luofeng levantó los ojos y miró al hombre que estaba a su lado. 

-Quería hacerlo yo misma.

No había otras razones excepto el deseo de darle una lección a Jing Lin ella misma, ¡incluso si eso la llevó a debilitar su espíritu!

-¡Tu fuerza solo te pertenece a ti, no me pertenece a mí! Yun Xiao, ¿entiendes?

-Si lo necesitas... —los ojos sombríos del hombre miraron fijamente a Yun Luofeng— Mi fuerza también puede pertenecerte a ti.