G. E. W. W.: D. E. M. |1|

|101|

El dormitorio de invitados era elegante e inmaculado, el olor a sándalo llenaba la habitación.

La chica guardó las agujas plateadas frente a ella y miró a las dos personas que la esperaban.

-El tratamiento ya está hecho, pueden ir a preguntarles cómo están los efectos.

Tan pronto como escuchó esas palabras, el corazón del élder Rong se llenó de alegría y corrió rápidamente hacia el hombre de mediana edad que estaba sentado en posición vertical.

-Mayor, ¿cómo te sientes? —después de preguntar esto, involuntariamente se congeló.

Fue testigo de cómo las puntas del cabello originalmente pálido del hombre se volvían gradualmente negras. A pesar de que el cambio fue muy leve, todavía hizo que el élder Rong se emocionara mucho y todo su cuerpo comenzó a temblar ligeramente.

Creía que inevitablemente habría un día en que Daren volvería a la normalidad.

-Abuelo.

Ning Xin caminó hacia el élder Ning y le prestó el brazo para levantarlo mientras le preguntaba con preocupación:

-¿Te sientes mejor?

El élder Ning asintió con una leve sonrisa, su mirada se volvió hacia Yun Luofeng, su sonrisa se amplió,

-Yun'yatou, tan pronto como insertaste la aguja, realmente relajó todo mi cuerpo y mi mente. Realmente no sé cómo agradecértelo.

¡Si no fuera por Yun Luofeng, temía que solo pudiera esperar la muerte en la residencia Ning!

-Tengo una receta aquí, vuelve a recoger las hierbas medicinales y prepáralas. Toma una dosis diaria y vuelve para una sesión de acupuntura cada tres días hasta que tu cuerpo se haya recuperado por completo.

La vista de Yun Luofeng se posó en el hombre de mediana edad de rostro pálido y continuó diciendo:

-De hecho, puedo deshacerme del veneno de la flor Man Luo por completo, pero de esta manera, su cuerpo sin duda sería incapaz de resistirlo, así que solo puedo purgar el veneno de su cuerpo poco a poco.

-Entiendo, entiendo completamente. —el élder Rong asintió con la cabeza, tan emocionado que se volvió algo incoherente— Yun'yatou, estoy realmente agradecido contigo. Eres la salvadora de nuestro Pabellón Médico. Si necesitas algo en el futuro, solo ven al Pabellón Médico para hacérmelo saber, y ciertamente haré todo lo posible para ayudarte.

Yun Luofeng sonrió torcidamente, una luz malvada brilló a través de sus ojos oscuros.

De hecho, la razón por la que salvó a este hombre de mediana edad fue por el almez rojo, y la segunda razón fue para hacer que el Pabellón Médico le deba un favor. En el futuro, si se ve envuelta en una disputa con el clan imperial, ¡quizás la gente del Pabellón Médico podría ayudarla esa vez!

-Esta cosa de salvar vidas realmente hace que las personas se cansen fácilmente. —Yun Luofeng se estiró lánguidamente y se dio la vuelta para abrir la puerta de la habitación y les dijo a las varias personas detrás de ella— Pueden hacer lo que deseen.

En el momento en que salió de la habitación, un guardia de ojos agudos de la familia Yun la vio y rápidamente se acercó a ella, ahuecando los puños a modo de saludo.

-Señorita mayor, el hijo mayor del primer ministro Mu Estate vino a anunciar el decreto de la Noble Consorte, por lo que el Maestro hizo que este subordinado esperara aquí a la señorita mayor.

-¿Primer Ministro Mu Estate? ¿Noble consorte niangniang?

Cuando el élder Rong, que lo seguía de cerca, escuchó esto, se quedó atónito por un breve segundo antes de burlarse.

-¡Este Primer Ministro Mu Estate realmente no te dejará en paz!

Se volvió hacia el hombre de mediana edad que estaba detrás de él, su rostro geriátrico mostraba respeto.

-Mayor, este Primer Ministro Mu Estate continuamente le dificultaba las cosas a Yun'yatou. Ahora que Yun'yatou es muy importante para nosotros, ¿puedo ir a protegerla?

Esos depredadores del Primer Ministro Mu Estate definitivamente no vinieron aquí con buenas intenciones, entonces, ¿cómo podría estar tranquilo con Yun Luofeng enfrentando a esas personas? ¿Qué pasaría si fuera devorada hasta el punto de que ninguno de sus huesos permaneciera intacto? Entonces, ¿dónde iría a buscar otra médica divina?

-Muy bien. —el hombre de mediana edad asintió levemente. Su voz era extremadamente débil, pero era mucho mejor que no poder hablar como antes.

-Hoho. —el élder Ning se rió débilmente dos veces— Vamos, este viejo tonto también quiere saber por qué esas personas vinieron a buscar a Yun'yatou.