G. E. W. W.: D. E. M. |1|

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-Muy bien.

Yun Luofeng tocó ligeramente su mandíbula mientras se podía ver vacilación en sus ojos. 

-Por favor, guíen el camino.

-Iré contigo.

Ye Ling miró a los varios soldados bajo el cielo nocturno y se paró resueltamente al lado de Yun Luofeng.

-Por favor. —el soldado fue bastante cortés e hizo un movimiento amistoso hacia Yun Luofeng mientras hablaba grave y severamente.

...

General Yi Estate.

En la sala de estudio, un hombre de mediana edad estaba de pie con las manos detrás de la espalda bajo la serena luz de la luna, luciendo una cabeza llena de cabello negro detrás de la espalda, que era tan oscuro como la tinta negra.

Desde el principio, estaba de espaldas a la sala de estudio, con una figura erguida, solemne y rígida, como una imponente montaña gigantesca.

-General. —de repente, una voz lo sacó de sus pensamientos— La persona que invitó está aquí. Sin embargo, el tercer príncipe la ha acompañado a la finca.

Yi Bufan escuchó lo que el soldado había informado y finalmente se dio la vuelta. Luego, habló de manera austera: 

-Déjenlos entrar.

-Sí, general.

El soldado aceptó la orden y se retiró.

No mucho después, en el cielo nocturno negro como la tinta, una túnica blanca como la nieve entró en su línea de visión.

Después de ver a la joven que entró, el par de ojos graves y severos de Yi Bufan la miraron distraídamente. Incluso su línea de visión era algo incapaz de alejarse de esa joven.

Similar. ¡Es demasiada similar!

Este chica y su madre Bai Ling eran tan parecidas como si hubieran sido impresas del mismo molde, tan impresionantes y hermosas que no tenían igual en esta generación.

-¡Tío!

Ye Ling vio que su propio tío había estado mirando a Yun Luofeng sin siquiera parpadear y la ansiedad apareció en su rostro. Luego miró a Yun Luofeng a su lado y solo se relajó después de ver que la otra parte no se enojó.

Yi Bufan se recuperó gradualmente y la mirada que miraba hacia Yun Luofeng era peculiar, y esa inusualidad era como si estuviera mirando a alguien a través de ella.

-No sé si debería dirigirme a usted como señorita Yun o Yun Luofeng. —la expresión facial de Yi Bufan era severa, como si la distracción que apareció antes fuera la imaginación de otra persona.

-Es solo una forma de dirigirse, General Yi, no dude en llamarme como quiera. —Yun Luofeng se apoyó ligeramente contra el marco de la puerta con sus ojos negros como el carbón mirando profundamente a Yi Bufan— Sin embargo, no tengo ninguna relación con el general Yi, entonces, ¿puedo saber por qué me encontró el general Yi?

Yi Bufan permaneció en silencio durante mucho tiempo antes de preguntar con frialdad: 

-Solo quiero saber, tú, como la nieta del general del Reino de Longyuan, ¿por qué viniste a Liujin? Si dijeras que no tienes ningún propósito, no me convencería en ¡absoluto!

Al escuchar estas palabras, los ojos de Yun Luofeng se entrecerraron ligeramente y un destello peligroso brilló sobre ellos.

¡Como era de esperar, este tipo sabía de su identidad!

En este momento, incluso si quisiera negarlo, solo sería superfluo.

Además, cuando vino aquí, ¡ni siquiera pensó en ocultar su identidad! ¡Quería que todo el mundo supiera que su propósito era vengarse por sus padres y acabar con el rencor!

-Parece que el general Yi está muy bien informado. Yo, Yun Luofeng, solo soy una buena para nada dentro del Reino de Longyuan. Pero pensar que en realidad eres capaz de ver a través de mi identidad. —Yun Luofeng cruzó ambas manos sobre su pecho con una expresión malvada y sonriente— ¡Así es, soy la nieta de Yun Luo y también la hija de Yun Yang y Bai Ling!

Era como si un pesado martillo hubiera golpeado sin piedad el corazón de Yi Bufan, haciendo que sus pasos se tambalearan ligeramente.

En efecto, era la hija de Bai Ling...

De hecho, desde que Yun Luofeng entró por primera vez en el reino Liujin, ella ya había entrado en su línea de visión. Junto con el hecho de que todos los de la propiedad del Tercer Príncipe se habían dirigido a esta joven como señorita Yun, hace mucho tiempo que descubrió su identidad a partir de esto.

Mirando la impresionante apariencia que tenía ante él, Yi Bufan respiró hondo. Él apaciguó su agitación interna mientras sus profundos ojos negros la miraban.