G. E. W. W.: D. E. M. |1|

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-Es una pena que...

Bajo la mirada confiada de la emperatriz Rong, Yun Luofeng negó con la cabeza. 

-Los sirvientes son sirvientes. No importa cuán fuerte sea su fuerza, todavía no puede escapar de su condición de sirviente.

El rostro satisfecho de la emperatriz Rong se congeló un poco antes de calmar la furia que partía el cielo en su corazón. Ella dijo con una sonrisa fría: 

-Chica, solo te doy esta oportunidad por la bondad de mi corazón, pero no sabes cómo aprovecharla. Admito que eres bastante hermosa, pero ¿crees que puedes clavar tus garras en personas importantes solo por tu apariencia? ¿Crees que las mujeres con las que se casan esas personas importantes, su transfondo no es fuerte? Que le gustes al gerente Wu Zhong ya es tu fortuna, así que ni siquiera pienses en seducir una persona como el maestro del Pabellón Luofeng.

Después de decir todo de una sola vez, agregó con una sonrisa helada en su rostro frío y elegante: 

-No eres digna del Maestro del Pabellón Luofeng.

Nadie sabía el género de este misterioso maestro del Pabellón Luofeng, pero todos inconscientemente creían que debía ser un hombre dominante quien estableció un poder como este. Incluso había algunas chicas solteras que consideraban al maestro del Pabellón Luofeng como el amante de sus sueños.

Sin embargo, ¡no sabían que el maestro del Pabellón Luofeng era en realidad una mujer!

-Señorita, ¿esta persona es tonta? —preguntó Qingyan, incapaz de resistir más.

Su señorita era la maestra del Pabellón Luofeng, ¿cómo debería seducirse a sí misma?

-¡Cómo te atreves! —la expresión de la emperatriz Rong se oscureció y dijo con frialdad— ¿Una simple sirvienta realmente se atrevió a entrometerse en una conversación? ¡Alguien, arrástela y azótela hasta la muerte!

-¡Sí, Su Majestad Imperial la Emperatriz!

Al escucharla, los guardias detrás de la emperatriz Rong juntaron los puños a modo de saludo y dirigieron su mirada feroz hacia Qingyan.

Justo cuando todos los guardias se dirigían a Qingyan, de repente se escuchó una voz helada: 

-¡Déjame ver quién se atreve a golpearla!

Un apuesto joven se acercó solo y bloqueó a Qingyan detrás de él. Levantó la barbilla con altivez e inexpresivamente fijó sus ojos fríos y severos en los guardias.

Qingyan era una de las personas de la Maestra, ¿cómo podía permitir que esta chica resultara herida en su propiedad? Además, ella también era la chica que le gustaba...

Yun Luofeng levantó la comisura de sus labios y miró la figura de Ye Ling con una sonrisa en los ojos. Sin embargo, cuando su vista se posó en la emperatriz Rong y su hijo, una intención asesina brilló en sus ojos negros como el carbón.

-Ye Ling, ¿vas en contra de mi orden por una sirvienta? —el pecho de la emperatriz Rong temblaba de ira.

Claramente escuchó a la chica bonita referirse a Yun Luofeng como 'Señorita', ¡así que era evidente que ella era simplemente una sirvienta que servía a otras personas!

Pero ahora, ¿Ye Ling estaba realmente dispuesta a desobedecerla por una sirvienta humilde?

-Hmph. —Ye Ling resopló y dijo sin expresión— Qingyan no es una simple doncella, es la princesa consorte de este Príncipe.

Como golpeados por un rayo, todos los presentes, con la excepción de Yun Luofeng, quedaron estupefactos.

¿Alguien con un estándar tan alto como el Tercer Príncipe Ye Ling realmente se encaprichó de una sirvienta? ¿Qué tenía de especial esta simple doncella que realmente la miró a los ojos?

Qingyan también se sobresaltó. Su mirada clara miró intensamente a Ye Ling, quien se colocó frente a ella, y una nube de color rojo emergió ligeramente en su hermoso rostro.

¿Dijo que ella era su princesa consorte?

De repente, como si recordara algo, los ojos de Qingyan se atenuaron y un sabor amargo entró en su boca.

Ella era solo una pequeña doncella, ¿cómo podría el Emperador del Reino de Liujin permitir que Ye Ling la tomara como su esposa? Eso fue poco realista.

La emperatriz Rong finalmente recuperó sus sentidos y su expresión se volvió impredecible. 

-¿Dijiste que quieres que una sirvienta sea tu princesa consorte?

¿Este tipo estaba arruinando su propio futuro? ¡Si realmente hizo esto, los ministros del Reino de Liujin ya no podrían protegerlo! ¡Después de todo, una pequeña doncella no era adecuada para la posición de la figura materna de este reino!