Pov Alison
Abrí mis ojos lentamente, miré el reloj que está en la otra mesa de noche y vi como Kilian lo apagaba.
—Buenos días, Daddy —dije algo somnolienta—, ¿cómo dormiste?.
—¡Buenos días princesa!, demasiado bien al despertar contigo a mi lado —me abrazó por la cintura— ¿y mi princesa cómo durmió?.
—Ahora muy bien —él sonrió mostrando su perfecta dentadura—. ¿Qué hora es?.
—Apenas las cinco —contestó mientras me daba un pequeño beso en los labios.
—¿Y por qué nos levantamos tan temprano? —volví a cerrar mis ojos aun con sueño.
—Porque tu tienes que ir a clases y yo a una junta —me dió un beso en la frente y enseguida se levantó.
—Pero entro a las siete —me acomode mejor entre las cobijas para continuar durmiendo
—Lo sé princesa, pero recuerda que ahora tu escuela no está tan cerca —se sentó a mi lado, acarició mi cabello apartando unos mechones de mi rostro—, si quieres duerme un poco aun es muy temprano.
Lo sentí dejar un beso en mi mejilla y levantarse seguido del sonido de una puerta, pero el sueño me venció y caí dormida nuevamente.
—Princesa, amor despierta —abrí mis ojos al sentir suaves besos en mi rostro—, despierta dormilona.
Abrí completamente los ojos encontrándome a Kilian que me sonreía de una forma tan dulce.
—Levántate o llegarás tarde amor —talle mis ojos y me senté recostando la espalda en el respaldar de la cama.
—Daddy, tengo sueño —hice puchero.
—Lo sé princesa, pero tienes clases y si no te apuras se te hará tarde así que levántate y ve a ducharte nena —de mala gana me levanté, tenía mucho sueño.
Fui directo al baño, tenía tanta pereza de ir a clases hoy, lo único que quería era quedarme todo el día con mi Daddy entre las sábanas durmiendo o viendo películas. Lamentablemente teníamos obligaciones con las que cumplir, él con su empresa y yo con mis estudios.
Después de durar como una hora duchandome, salí envuelta en una toalla y otra en mi cabello. Me cambié por el uniforme, peine mi cabello en una coleta alta, me maquillé con solo rímel, labial y un poco de rubor para no verme tan pálida.
Miré el reloj y eran las seis con quince, tenía algo de tiempo así que termine de arreglarme, tome mi mochila y procedí a salir de la habitación. Baje hasta el comedor donde se encontraba Daddy con su desayuno ya servido.
—Hola —le di un beso en la mejilla y tome asiento a su derecha.
—Hola, princesa —me sonrió—, te ves hermosa.
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𝐀𝐋𝐈𝐒𝐎𝐍 +𝟏𝟖
Romance𝐋𝐈𝐁𝐑𝐎 𝐈 𝐒𝐀𝐆𝐀: 𝐔𝐍 𝐉𝐔𝐄𝐆𝐎 𝐃𝐄 𝐒𝐄𝐃𝐔𝐂𝐂𝐈Ó𝐍 "𝐌𝐢 𝐏𝐞𝐪𝐮𝐞ñ𝐚 𝐏𝐫𝐢𝐧𝐜𝐞𝐬𝐚" Alison Ivanov, una chica de dieciséis años con padres dueños de exitosas empresas tanto nacional como internacional. Ella lleva una vida normal como...