𝐋𝐈𝐁𝐑𝐎 𝐈
𝐒𝐀𝐆𝐀: 𝐔𝐍 𝐉𝐔𝐄𝐆𝐎 𝐃𝐄 𝐒𝐄𝐃𝐔𝐂𝐂𝐈Ó𝐍
"𝐌𝐢 𝐏𝐞𝐪𝐮𝐞ñ𝐚 𝐏𝐫𝐢𝐧𝐜𝐞𝐬𝐚"
Alison Ivanov, una chica de dieciséis años con padres dueños de exitosas empresas tanto nacional como internacional. Ella lleva una vida normal como...
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Pov Alison
Sonreí, él al igual que yo deseaba pasar juntos los últimos momentos que teníamos antes que se fuera de viaje.
—Llamaré a Strom para decirle que me quedaré en casa de Ingrid —sus labios se curvan hacia arriba en una sonrisa para acto seguido depositar un tierno beso en mi frente.
Llamada
—Hola peque, ¿ya vienes? —contestó Strom del otro lado de la línea, por algún motivo su voz se escuchaba extraña.
—Kay, hoy no iré a casa. Con las chicas haremos pijamada así que nos quedaremos en casa de Ingrid hasta mañana —expliqué mirando a Kilian quien me dedicó una sonrisa maliciosa la cual correspondí.
—Está bien Ali, solo cuídate por favor y llámame si pasa algo, no importa la hora que sea no dudes en llamarme —indicó con un tono que no lograba descifrar, pero que no era común en él.
—¿Te encuentras bien Kay? —cuestioné preocupada, lo escuché suspirar del otro lado guardando silencio por unos minutos que me hicieron preocupar más.
—E-Es... no pasa nada Ali. Estoy bien, solo que hay mucho trabajo y estoy algo cansado —a pesar que dijera que se encontraba bien su voz me decía lo contrario.
—Está bien —si él no quería hablar de lo que le pasa no iba a insistir, al menos no por teléfono, cuando esté en casa hablaré con él.
—Tranquila peque que tienes a este bombón por mucho tiempo —reí rodando los ojos por su comentario.
—Sabes que me preocupo por ti, también sabes que si sucede algo puedes decírmelo —sabía que hacía esa clase de comentarios para que no me preocupara y dejara el tema de lado.
—Lo sé hermanita, y tú también sabes que puedes hablar conmigo de lo que sea porque siempre te apoyaré ¿no? —no pude evitar sentirme mal, miré fugazmente a Kilian que se encontraba distraído en su celular.
—Sí —pronuncié débilmente sintiéndome la peor persona del mundo —lo sé.
—Bueno, te dejo peque que tengo mucho trabajo aún y debo terminar hoy mismo —expresó con cansancio—. Adiós, cuídate por favor.
—Y tú no te quedes despierto tan tarde —ambos reímos —adiós Kay.
Corto la llamada sintiéndome mal por mi hermano, nos hemos distanciado un poco, hace mucho que no hablamos como solíamos hacer antes y creo que hace falta una buena charla de hermanos. Aunque Strom no dijera que estaba mal su voz me lo decía todo, parecía decaído, no era el mismo de siempre.
Me preocupa que algo malo le esté pasando y yo no lo sepa.
Al girarme veo a Kilian hablando por teléfono con su ceño levemente fruncido, parecía molesto por el tono de su voz, volvi mi vista al frente respirando profundo para dejar salir el aire.
