Cap 31 | Mensajes

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Pov Alison

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Pov Alison

—¡Hijo de puta, déjala maldito! —se abalanzó sobre él quitándomelo de encima de un puñetazo. Me acomodo el short y me siento en el suelo abrazándome a mi misma temblabando aun del miedo.

Kilian comenzó a golpearlo en el rostro en repetidas ocasiones, el tipo trataba de defenderse, pero Kilian era mucho más rapido logrando esquivarlos.

—¡Maldito, vas a pagar caro el haberte metido con lo único que aprecio más que a mi propia vida! —grita, subiéndose encima suyo tirando golpe tras golpe que impactaban en su rostro.

No podía permitir que lo mate, ya era suficiente con la paliza que le ha dado.

—K-Kilian... Kilian ya déjalo, no vale la pena que te ensucies las manos con su sucia sangre de violador, vamos Kilian —dije a como pude debibo a las lágrimas y los sollozos que me hacían difícil el hablar.

Sus manos estaban todas ensangrentadas y el tipo, que ahora me doy cuenta es el mesero que nos atendió, apenas lograba moverse.

—¡Nadie toca a mi chica y sale ileso! —siguió golpeándolo apesar de que el tipo ya no se movía ni emitía ningún ruido.

—K-Kilian... déjalo ya por favor, Kilian para —le rogué, no quería que él fuera a la cárcel. No podía imaginar verlo tras las rejas.

Kilian al escucharme paró de golpearlo, volvió a mirarme, al ver el estado en el que me encontraba se acercó a mi rápidamente dándome un fuerte abrazo.

—¿Qué te hizo ese idiota? —estaba asustada, no podía dejar de llorar a mares.

No podía hablar, las palabras no salían de mi boca, estoy temblabando, mi pecho comienza a doler y mi respiración comienza a faltarme.

¡Rayos!, es lo único que me faltaba, un ataque de asma. Enseguida empiezo a hiperventilar.

—¿Princesa, estás bien?, amor dime algo por favor —suplicó asustado, me separó levemente de su cuerpo y acunó mi rostro entre sus manos mirándome con preocupación.

Sus grisáceos ojos llenos de preocupación, la leve fuerza en mi mentón hace que me concentre en él ayudándome a controlar mi respiración antes que me de un ataque. Pronto mi respiración se normaliza y el dolor en mi pecho comienza a disminuir.

—D-Daddy... —se me cortó la voz y lo único que pude hacer fue abrazarlo escondiendo mi rostro en su pecho buscando protección en sus fuertes brazos.

—Ya tranquila princesa, yo estoy aquí para ti bebé, no te dejaré sola. Perdóname mi amor por llegar tarde, te juro que nadie más te volverá a hacer daño, nadie volverá a tocarte, no mientras yo viva —deja un beso en mi cabello para luego pasar sus manos por mi espalda baja y mis piernas tomándome entre sus brazos estilo princesa, enseguida envuelvo su cuello reposando mi rostro en su pecho para acto seguido salir de ese lugar conmigo en brazos.

𝐀𝐋𝐈𝐒𝐎𝐍 +𝟏𝟖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora