Capítulo Sesenta y Dos

81 8 0
                                    


Gabriel no tenía cabeza para pensar en la traducción del diario. No dejaba de pensar en lo que Nathalie le había confesado en esa nota, él trataba de analizar en qué momento podría haber estado ella embarazada que nunca se dio ni cuenta, se supone que era su asistente, debió habérselo dicho o dar una evidencia,  un embarazo no es fácil de ocultar.

«Veamos, hubo un tiempo en la cual ella solía estar más tiempo con Emilie, lo que explica su cercanía a ella. Entonces un día pidió un descanso de tres meses para ir a visitar a su tía lejana...Claro, con razón empezó a llevar ese abrigo, quería ocultar su embarazo y seguramente Marinette nació prematura, porque ella lo empezó a usar, seguramente, cuando tuvo cuatro meses de embarazo».

Eso tenía bastante sentido si se ponía a pensarlo detalladamente. Ya estaba embarazada y lo ocultaba, pero el por qué era un misterio, no se molestaría por el hecho de que estuviera embarazada así que tal vez no lo intentaba ocultar de él, sino de su padre; no le extrañaría que así sea, con todo lo que le ha contado Marinette hasta el momento lo había dejado totalmente sorprendido. Sobre todo con lo ocurrido con su padre, nunca pudo conocerlo realmente, él siempre le mostró lo que el quería que viera, saber ahora que es un monstruo lo hacía sentir mal consigo mismo, no importa cuantas veces se lo negara la mujer que ama, cada vez que se mira al espejo puede ver el rostro de aquel monstruo.

«No soy ese monstruo, no soy ese monstruo» se decía mentalmente.

No debía pensar así de él, Marinette tenía razón, nunca sería como ese hombre aunque tuviera un rostro similar. Ahora habían cosas mucho más importantes en que pensar que no fueran el hecho de que ahora tenía que buscar la forma de liberar a Marinette de aquel martirio. Y aún así, las dudas lo abarcaban tanto, entre más se miraba y se miraba el rostro hasta que decidió salir afuera.


—¿Cómo es eso de que somos hermanos?! ¡Esto no es más que una sucia mentira de esa perra para no estar conmigo!

Golpeó con fuerza la mesa, todo en su oficina estaba destrozado, no entendía, lo negaba, incluso estaba dispuesto a buscar una prueba de ADN para restregárselo en la cara a Marinette y así se convenciera de una vez que descubrió su mentira. La que estaba seguro que era su hermana fue Chloé.

«Mi madre no pudo tener más hijos, eso es imposible» pensaba «¿Qué está ocurriendo? ¿Qué hiciste, Viktor?».

—Hemos sufrido mucho. ¿Por qué ella no lo puede ver?—soltaba para sí mismo.

Da otro golpe en la mesa ignorando por completo las líneas de sangre que comenzaban a formarse debido a la fuerza que causó el impacto por la adrenalina de esos momentos. De haber sido otra persona se hubiera dado cuenta de lo que estaba pasando y enseguida se iría a ver a un médico, pero la rabia de Adrien lo estaba cegando en aquel momento, tanto que hasta ignoraba por completo el dolor.


Wayzz observaba junto a Su-Han las grabaciones de la interrogación que le habían hecho al hermano menor de Nino luego de haberse descubierto que fue uno de los cómplices de Hawk Moth, el inspector quería saber el por qué Alya Césaire fue una de las pocas víctimas que dejó vivo el asesino, ya que los otros no salieron con vida, era una parte importante de su investigación.

Le supliqué a Hawk Moth que no la matara—decía Chris en el vídeo.—Era la novia de mi hermano, le debo todo.

Podía ver las expresiones del joven, parecía que se ponía nervioso justo después de mencionarlo, le temblaban las manos aunque trataba de disimularlo, bajaba los ojos y los subía, sus labios temblaban, clara señal que intentaba aguantar algo que no quería soltar, tal vez algún llanto para no mostrar lo que realmente sentía. Quien sabe cuál pudo haber sido el precio a pagar, pero a diferencia de Wayzz, el detective parecía más minucioso que él en el análisis.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 18 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

[AU] La mariposa negraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora