Entrar a su mansión no iba a ser nada sencillo, mas debía de aprovecharse que ninguno de los dueños se encontraba en casa, al menos para Gabriel Agreste sería muy sencillo entrar si tenían la llave. Convencer a Alya fue lo que más le dificultó a Marinette pero ella misma al final se convenció de hacerlo para poder buscar evidencia de que Adrien era Hawk Moth mientras que Marinette y Gabriel entrarían a buscar ese licor para dárselo a Jagged Stone a beber, así la joven azabache le sacaría información sobre Emilie Agreste de lo que ella no podría mencionar en su diario.
Era un buen plan: Alya se encargaría de que las cámaras de seguridad no tuvieran rastro de su entrada. Luego ella se iría a investigar lo suyo mientras que su amiga se haría cargo de lo otro. Parecía un excelente plan para llevar a cabo. Una vez que estuvieron en la entrada y abrieron la puerta, los tres sintieron que estaban entrando a la cueva de un horrible monstruo, más Marinette que sentía que el demonio se le aparecería y no la dejaría salir de aquel lugar.
—Vamos—murmuró Gabriel.—Los licores los guarda por acá.
Tomó de la mano a Marinette y ambos se encaminaron hacia el fondo de la entrada donde estaba una puerta que los llevaba a la cocina, allí se dirigieron hacia un pasillo en el cual encontraron otra puerta que atravesaron las cuales daban a unas escaleras que se doblaban en una esquina llegando al fin al destino que era la bodega de los licores que encontraron con varias despensas cubiertas de botellas de licor. Parecía toda una colección de botellas que dejó muy sorprendida a Marinette.
—Debe estar por aquel pasillo—mencionó Gabriel señalando un sitio.
Aunque ya habrían adelantado las traducciones del diario de su esposa, él deseaba tanto como Marinette el saber que era lo que sabía Jagged Stone que su esposa no hubiera mencionado en el diario. Porque parecía que prácticamente lo había escrito como si al lector le estuviera dejando pistas más que como un diario de vida debido a que no mencionaba que más hacía con Jagged Stone y Marinette presentía que él debía de saber cosas que Emilie Agreste no hubiera contado en su diario.
Mientras tanto Alya ya se había encargado de las cámaras de seguridad, no era algo que le hubiera gustado hacer pero era ahora la única manera de poder conseguir evidencia para inculpar a Adrien Agreste, deseaba con muchas ganas que el asesino de su madre estuviera al fin en prisión. Les había arruinado la vida, no podía dejar de sentir una rabia incluso con Gabriel Agreste ya que todo esto había comenzado justamente cuando él salió de su condena.
Lo peor es su hermana que había sido cómplice de Hawk Moth y ahora huía igual como una cobarde, era una total egoísta, en lugar de afrontar las consecuencias. La estresaba demasiado y si no fuera por Nathalie estaría bajo mucha presión si tuviera que cuidar sola a sus hermanas.
«Espero que el plan que tiene Marinette sea infalible» pensaba.
Se fue rápidamente buscando la habitación de Adrien Agreste, una vez que la encontró se puso unos guantes y abrió la puerta de su armario y buscó con sumo cuidado alguna pista que le sirviera para mostrar que era Hawk Moth, su traje, una máscara, guantes, cualquier cosa que hubiera dejado por ahí en su habitación que le pudiera servir. Pero nada, por más que buscaba en el armario no encontraba nada, luego buscó en las cómodas, incluso en el baño para comprobar el olor de la colonia que usaba Adrien Agreste, buscó entre los armarios y encontró un perfume y la olfateó, nada, no era el mismo perfume.
¿Se habría dado cuenta que ella pudo reconocer ese olor y se deshizo de su perfume o se le acabó y por eso no encontraba ese olor en ninguno de los frascos que iba oliendo?
—Voy a necesitar unas semillas de café después de esto.
Para Gabriel y Marinette, ella miraba los estanques de vino tratando de ayudar a Gabriel a encontrarlo más rápido, hasta que sus ojos se posaron en una de las paredes había un gran marco donde colgaban unas máscaras.
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[AU] La mariposa negra
Hayran KurguCuando la Sra. Agreste es encontrada muerta en su propia casa, las sospechas recaen en su esposo como presunto homicida al encontrarse cerca del cadáver con una pistola en la mano. Es arrestado y condenado a ocho años de prisión sin derecho a libert...