Marinette se puso a pensar en si debería decirle a Adrien sobre su embarazo o dejarlo en secreto. Tarde o temprano se iba a enterar cuando le hicieran las pruebas sanguíneas por el protocolo que tienen en la oficina para asegurarse que sus empleados no tuvieran ninguna enfermedad, o en su caso, averiguar algún estado de embarazo.
Sabía que iba a reaccionar de una muy mala manera, no tenía que ser adivina para saberlo ahora que la tachaba como una ramera. De sólo imaginarse si supiera del bebé que estaba esperando sería mucho peor para ella y para la criatura. Pero pensó en qué haría cuando entonces tuviera más grande la barriga en los siguientes meses, lo notarían en la oficina, si pudiera ponerse ropa más holgada nadie se daría cuenta.
A quienes si debería decirles sería a sus padres y a Alya por su puesto, solo esperaba que ninguno de ellos tuviera una mala reacción, al menos su abuelo no la tuvo mucho siempre y cuando Gabriel tomara sus responsabilidades y hasta se casara con ella ya que él estaba pensando que era el padre de la criatura. Suspiró, era una lástima que Gabriel era estéril porque estaría saltando de alegría por saber que le daría un hijo a Gabriel Agreste.
En las calles de París estaban casi desiertas, las luces iluminaban la ciudad, sobre una esquina de un puente estaba una joven pelirroja vestida con un abrigo de rombos escoceses, llevaba unos zapatos de tacos negros y sus piernas estaban cubiertas por pantimedias, observando el río Sena hasta que un automóvil rojo se detiene justo hacia donde estaba, ella mira el vehículo camina por la acera haciendo un sonoro ruido con sus tacones hasta subir dentro en donde la esperaba la señora Tsurugi.
—¿Querías verme, Sabrina? Sabes que es muy peligroso que nos vean, Hawk Moth podría seguir intentando asesinar a los miembros del Círculo.
—Si Hawk Moth supiera que también soy parte del Círculo de los Agreste, ya estuviera muerta—comentó Sabrina.—Y nadie más que tú y Nathalie saben que también soy parte del Círculo. ¿Cómo supo Hawk Moth de ellos entonces? Un traidor, obviamente.
—Yo sospecho que puede ser Nathalie.
—Nathalie hizo todo esto en primer lugar ¿Por qué entonces tendría que traicionarnos y arruinar por todo lo que hemos trabajado? Ella nunca nos vendería, ni siquiera lo hizo por su hija.
—¿Sospechas que yo traicionaría al Círculo?—quiso saber Tomoe.—¿Insinúas que yo los traicioné?
—Es extraño que se haya detenido en buscar matarnos cuando Theo atrapó a Marinette. Ahí si hubiera creído que Nathalie nos hubiera entregado a Hawk Moth a cambio de tenerla a salvo.
—No lo hubiera hecho—murmuró Tomoe.—Es una simple pieza de ajedrez, que fácilmente podemos reemplazar.
—Quizás no hay ningún traidor.—analizó Sabrina.—Quizás alguien del Círculo se descuidó y Hawk Moth terminó sabiendo de nuestra existencia y los planes.
Ninguna de las dos continuó hablando por un largo tiempo mientras el vehículo seguía en movimiento. Hasta que finalmente Sabrina decidió romper ese silencio y dijo:
—¿Por qué Emilie empezó todo esto? ¿No hubiera sido más fácil otra forma?
—Era mejor dejar migajas para que ellos no sospecharan—.
El vehículo se detuvo, Sabrina se bajó del vehículo frente a un edificio viejo y el automóvil rojo siguió avanzando por la carretera de París mientras la joven peliroja observaba como se alejaba hasta perderse de vista, después ella tomaba su celular y escribía un mensaje de texto para después enviarlo.
ESTÁS LEYENDO
[AU] La mariposa negra
FanficCuando la Sra. Agreste es encontrada muerta en su propia casa, las sospechas recaen en su esposo como presunto homicida al encontrarse cerca del cadáver con una pistola en la mano. Es arrestado y condenado a ocho años de prisión sin derecho a libert...