Le Mode Agreste era un lujoso edificio industrial dedicado al mundo de la moda, fundado por los Agreste, ha sido siempre el más valorado de todo París; de no ser por el encierro de su dueño actual se hubieran ido a la quiebra y terminado con más de treinta personas desempleadas y todo esto se evitó gracias al ingenio de Adrien Agreste al conocer a una joven de su escuela que era aspirante a ser diseñadora de modas. Sin sus diseños, la industria de modas no seguiría en pie.
Marinette Dupain-Cheng se había dedicado a estudiar modas, su profesionalismo a muy temprana edad le ganó un lugar como pasante en la industria, era un gran honor trabajar para los Agreste, siempre se lo comentaban más que todo era por el guapo dueño que ahora lo dirigía. El convertirse en gran diseñadora de modas era su mayor sueño, para eso estudiaba moda y todo el estudio que obtenía era costeado secretamente por Adrien Agreste mientras que ella trabaja como camarera en la cafetería y bar del edificio para evitar que esto saliera a luz. Sin embargo ha sido para ella un camino muy difícil, debido a varios problemas económicos y que no logró aprobar su tesis, no había llegado todavía a graduarse y se dedicaba a hacer pasantías y un diplomado para poder graduarse.
Si alguien lograba saber de donde provenía el verdadero ingreso para sus estudios, podrían pensar que había cierto favoritismo del dueño de la empresa por parte de la joven.
Cuando se enteraron que Gabriel Agreste había sido liberado de la prisión y vendría a trabajar a Le Mode Agreste todos en el edificio comenzaron a inquietarse, no era que había sido un mal jefe, pero, desde que se supo que el viudo fue el homicida de su esposa los empleados ya no lo verían de la misma manera, hasta incluso las empleadas más chismosas comenzaban a pensar que la asesinó por un testamento que beneficiaba a su marido, seguramente; aunque, sin embargo, otros creían que hubo una infidelidad descubierta y por eso la asesinó.
En el mundo de los millonarios se dicen siempre los mismos rumores y nadie sabe exactamente los motivos por los cuales murió la Sra. Agreste.
Gabriel Agreste al mirar su industria, su edificio, le dio un vuelco el corazón al saber que al entrar ya no estaría dirigiéndose a su oficina y sentándose en su silla. Adrien le permitía trabajar simplemente en el departamento de diseños donde se encargaría de hacer los bocetos ya que estaba capacitado para hacerlo.
—Siéntete afortunado de trabajar, hijo—le decía su padre.—Hoy en día los hombres de más de cuarenta años no consiguen tener trabajo por que siempre solicitan gente joven.
Y allí se dio cuenta de otro de los problemas que abarcaría dentro del edificio; no solamente iba a tener que soportar las miradas de todos con expectación, también terminaría rodeado de gente joven en su nuevo trabajo. Casi todos eran jóvenes, los únicos mayores eran Viktor Agrestes y otros jefes departamentales.
Cuando entró al edificio, nadie dejaba de posar sus miradas en Gabriel Agreste, incluso hubo secretarias que se apartaban al verlo.
Lanzó un largo suspiro al entrar al departamento de diseño y sentarse en una de las sillas de dibujo, no había hecho esto en años, su hijo no podía esperar a que fuera a volver a diseñar de la noche a la mañana.
Así que, comenzó a pensar en algo con lápiz en mano y papel en frente.
Llevaba varios papeles tirados al suelo sin poder pensar bien en un nuevo diseño hasta que...
—Señor Agreste—le dijo una voz proveniente de la entrada.
Gabriel Agreste alzó la vista para fijarse en una joven de cabello negro con las puntas moradas en su flequillo que tapaban su ojo izquierdo de color anaranjado. Llevaba puesto el uniforme de la compañía que consistía en una camiseta blanca, chaleco sin mangas morado, una corbata rosa con el símbolo de una mariposa (la marca de diseño Agreste); una falda escocesa violeta con una cinta azul y zapatos de tacón bajo negro.
—El joven Agreste quiere verlo en su oficina.
Se levantó de su asiento y se fue hacia los ascensores, su oficina o mejor dicho, la oficina de su hijo estaba en el piso de arriba.
«¿Qué querrá mi hijo?» pensaba.
Al llegar a la oficina, se sorprendió mucho al verlo sentado en su silla mientras que él lo miraba de manera severa, tal y como él miraba a los demás alguna vez en la vida.
—Tengo un trabajo para ti.
Marinette se encontraba trabajando en la cafetería, llevaba puesto un delantal blanco debajo de su uniforme de la industria que a diferencia de las otras chicas, éste tenía el chaleco rojo junto con la corbata y la falda escocesa magenta con una cinta negra, esto debido a que fuera identificada como pasante, claro que, ella misma se lo diseñó ya que no existía uniformes para los pasantes; era una regla estricta que había puesto el señor Viktor Agreste en la que todos llevaran los uniformes.
Luego de atender una mesa, se sienta a descansar, cuando de repente, una voz captó su atención, una joven morena pelirroja con gafas la saludaba y se sentaba rápidamente a un lado de la mesa donde estaba Marinette.
—¡Lo encontré, amiga! Encontré la dirección de MireiIle Caquet.
—¿Cómo lo hiciste, amiga?—indagó Marinette sorprendida.—Bueno, no importa, dame la dirección.
—No hasta que me digas para que la quieres.
—No puedo Alya, tengo que buscarla ahora antes que termine mi descanso, te lo diré cuando termine lo que debo hacer, lo prometo—suplicó Marinette.
Tanta fue la insistencia que su amiga se la dio con la condición que cumpliera su promesa y le dijera por qué la insistencia en conseguir esa dirección.
Tras varios autobuses finalmente estaba en la calle anotada en el papel que le había dado Alya, miraba la casa pequeña y pintoresca, respiró profundamente mientras se dirigía hacia la puerta la cual observó abierta. Empezaba a dudar un poco pero al final decidió entrar a buscar a Mireille Caquet.
—¿Mireille?¿Estás aquí?—Empezó a llamar Marinette.—Mireille, la puerta estaba abierta, necesito hablar contigo.
Siguió caminando hasta toparse en la sala, allí ahogó un grito de terror al ver la terrible escena que presenciaba sus ojos: una joven de cabello corto azul estaba colgada del techo de la sala, en el suelo había un charco de sangre y ella se encontraba cubierta de tela.
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[AU] La mariposa negra
Fiksi PenggemarCuando la Sra. Agreste es encontrada muerta en su propia casa, las sospechas recaen en su esposo como presunto homicida al encontrarse cerca del cadáver con una pistola en la mano. Es arrestado y condenado a ocho años de prisión sin derecho a libert...