Capítulo Cincuenta y Siete

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—¿Por qué me lo dices a mí si no soy el padre?—dijo Gabriel en un tono de disgusto.—Sabes que soy estéril. 

—Porque ojalá fueras tú el padre—gimió Marinette.—Ojalá fueras tú y no...

Pero no pudo continuar la frase porque se estaba cayendo de un desmayo que estaba teniendo, de no haber sido por Gabriel que la atrapó en sus brazos a tiempo ella hubiera caído al suelo.

—¡Marinette!— se espantó Gabriel.

Los gritos habían alarmado al señor Dupain así que al ver que ocurría Gabriel tuvo que calmarlo explicándole que era solo un simple desmayo común que estaba teniendo Marinette, así que él fue hacia la cocina y buscó agua azucarada y sales marinas para su nieta, aunque Gabriel no le quiso decir que fue lo que le alteró para no causarle pánico debido a su estado de salud si le dijo que podría permanecer tranquilo mientras él procuraba que Marinette estuviera bien, no quería decirle sobre el embarazo porque no sentía que le correspondía hacerlo.

Llevó a Marinette a la habitación de su abuelo para que pudiera recostarse, no le dieron las sales minerales porque de tanto el nerviosismo que tenía el abuelo de Marinette se le rompió el frasco, mientras Gabriel se sentaba a un lado de la cama sin quitarle la mirada encima. La noticia de su embarazo le hubiera llenado de júbilo si no fuera por el hecho de que es estéril, no se había dado cuenta de que su mano terminó justo encima de la barriga de Marinette hasta que sintió que otra mano se le posaba encima y resultaba ser de ella.

—Los dejaré solos—anunció el abuelo de Marinette saliendo de la habitación.

Se terminaba de despertar mientras Gabriel le ayudaba a sentarse en la cama para entregarle el vaso de agua azucarada, ella no se sentía con fuerzas para poder levantarse y todo el tiempo Gabriel le fue ayudando hasta a beber poco a poco del agua.

—Gracias—susurró Marinette al terminar.

El rubio se quiso levantar, pero la mano de Marinette trataba de apretar la suya para que no se fuera y llegó el silencio, tanto el adulto como la joven se miraban, como esperando a ver quien hablaría primero acerca del gran anuncio. Por un lado estaba Gabriel que no podía dejar de estar sorprendido sobre el hecho de que Marinette estaba embarazada, le molestaba un poco porque sabía que él no sería realmente el padre y le hervía la sangre por sospechar quien podría ser el padre de esa criatura, por otro lado Marinette no sabía que más decir, si las cosas hubieran sido de otro modo le hubiera encantado que Gabriel fuera el padre, ella realmente deseaba que él sea el padre, no quiere estar sola en esta situación, así que por fin fue ella quien soltó la palabra y dijo entre sollozos:

—Por favor, no me dejes.


La noche había llegado, en todo París parecía estar tranquilo excepto por muy pocos que caminaban en las calles con miedo a estar en peligro de muerte.

En la calle donde estaba el hogar de Alya Césaire, ella acompañaba a sus hermanas Etta y Ella afuera con unas maletas en la mano junto a su hermana Nora, las abrazó y se despidió de ellas mientras se sentaban en el interior de un automóvil y Nora colocaba las maletas en el maletero, después de varios minutos y de otras despedidas la joven morena observaba como el vehículo avanzaba mientras una mirada de tristeza se asomaba en sus ojos, no podía decir lo mismo de su hermana que simplemente no expresaba ninguna emoción como si fuera de piedra.

—¿Confías en ellos? —le preguntó la mujer musculosa.

—Es la familia de mi novio después de todo.

Ella y Etta iban a ser llevadas a vivir temporalmente en la casa de los padres de Nino, la decisión había sido acordada tanto por Alya como por Nora ya que ella se marcharía de París porque temía que tarde o temprano fueran a descubrir su secreto y no deseaba ir a la cárcel y perder su carrera, eso le parecía muy egoísta de su parte a Alya hasta la tachó de cobarde por querer huir en vez de responsabilizarse de sus actos pero ella era demasiado orgullosa para aceptar que cometió un gran error y que si tan solo hubiera visto la cara de Hawk Moth y si también hubiera sido más valiente hubiera buscado ayuda con la policía. 

[AU] La mariposa negraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora