Capítulo Treinta y Cuatro

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«Jamás debí aceptar» pensaba Marinette.

Mientras caminaba por la oscuridad de París, pudo escuchar como unos extraños paso se escuchaban detrás de ella, con disimulo ella sacó de su bolso un espejo, haciendo como si se fuera a hacer un retoque, observó como detrás de ella había un sujeto con traje violeta teniendo una máscara del mismo color con el dibujo de una mariposa que resaltaba por el color morado claro con el que estaba estampado.

«Oh, no».

Entonces, aceleró un poco el paso, sólo para darse cuenta que él también lo estaba haciendo, así que no le quedó otro remedio más que correr a lo que sus piernas podían aunque luego se tropezó debido a que uno de los tacones se le rompió, en cuanto se fue levantando adolorida mientras se quitaba el tacón se dio cuenta que el sujeto estaba muy cerca de ella, llevando un pañuelo apretado en su mano, rápidamente se sacó su otro calzado y le dio un golpe con la punta del tacón cuando estuvo muy cerca de ella, lo que le dio oportunidad de salir corriendo mientras el sujeto de la máscara se quejaba del dolor.

Y así ella siguió corriendo a una buena distancia, según observaba al ver como el sujeto la perseguía. Para suerte de ella, un autobús se había detenido en una parada, respiró tranquila cuando se sentó en uno de los asientos, sudaba mucho y había perdido sus zapatos en el proceso, pero eso no le importaba ahora, sólo quería volver a su casa.

«¿Ese era Hawk Moth?» se preguntaba mentalmente. 

Los mareos le llegaron cuando llegó a su hogar, al subir las escaleras se encontró con una gran sorpresa justo cuando entraba a su casa; en la puerta estaba una maleta, la misma de Gabriel Agreste, junto con las llaves y unas hojas de papel encima, junto a una nota escrita a mano que decía:

No deseo continuar con la búsqueda ni con nada.

Gabriel Agreste.

Perpleja, terminó de entrar en su casa y dejó la maleta adentro, se sirvió un pastelito dulce y se sentó en el sofá para comenzar a leer las hojas que tenía en las manos. Eran al parecer traducciones del diario de la señora Agreste, en ellas expresaba lo asfixiada que se estaba sintiendo al vivir en la mansión Agreste y que la única razón que soportaba el vivir allí era por su hijo, Adrien, describía lo aprisionada que se sentía con su matrimonio. 

—Me voy a volver loca—leía Marinette—Necesito irme de aquí, huir lejos donde nadie me pueda encontrar.

Al mirar las llaves y la nota, fue a su habitación rápidamente por un abrigo y unos tenis para poder caminar afuera. Lo que se le había venido a la cabeza era que iba a cometer una locura en las calles y que por eso le dejaba las llaves y la maleta, eso pensaba, ya que no tendría ninguna otra explicación de la forma en que se expresó en la nota, hasta el punto de ponerse a pensar que él estaba tratando de suicidarse

Debió irse a la calle luego de traducir esas páginas y que por eso le dejaba las llaves y la maleta, eso pensaba, ya que no podía creer que ya tuviera dinero suficiente para poder quedarse en un buen lugar.

«Espero encontrarlo rápido» pensaba Marinette asustada, mirando por todas las calles de París.

—Gabriel—vociferaba Marinette—Gabriel.

Se abrazaba a si misma mientras le daba un escalofrío, tenía la sensación de sentirse observada, lo que le hizo mirar a todas partes mientras gritaba el nombre de Gabriel, esperando que no estuviera tan lejos. Seguía caminando por las calles hasta que se detuvo en una parada de autobús, sin embargo, observó como una camioneta se estacionaba cerca de ella y de allí se espantó al ver que de esa camioneta se bajaba aquel sujeto con máscara a quien la azabache identificaba como Hawk Moth, ella rápidamente salió corriendo antes de que el sujeto pudiera agarrarla.

[AU] La mariposa negraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora