Capítulo Veintitrés

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—¿Agreste?

   Cuando Marinette fue a asomarse en el cubículo, Gabriel Agreste no estaba, le preguntó a los empleados de otros cubículos y estos no lo habían visto. Hasta que le preguntó a Juleka y ella aseguró que había visto a Gabriel Agreste irse hacia el ascensor; encontrarlo iba a ser más difícil si no sabía a que piso se había ido. Y debido a la insistencia de Alya por unir todos los origamis para encontrar la ubicación de la siguiente víctima de Hawk Moth, Marinette no tuvo otra opción que darle los origamis a Alya para que ella misma se encargara y juntas irían a la ubicación, después de avisarle a la policía, claro está.

—Tengo que buscar a Gabriel Agreste. Si en verdad resulta ser inocente, entonces lo estaríamos ayudando.

   Alya tuvo que irse de las oficinas porque no tenía permitido estar mucho tiempo en las instalaciones si no era empleada, así que era mejor que tuviera la tarea de encontrar la ubicación en su casa, así le sería más fácil si observaba el mapa como lo hizo la primera vez.

«Tendré que darle los últimos toques al vestido yo sola».

   Pero su objetivo fue interrumpido cuando observó salir de los ascensores a Adrien, todos en el piso se quedaron quietos por unos minutos para ver como el jefe se acercaba a Marinette y posaba sus manos sobre sus hombros.

—¿Tienes un minuto, Buganette?

—S-sí, claro, Adrien...Agreste ¿En qué le puedo servir?

   Pero antes de que pudiera decirle algo, el ascensor se abrió nuevamente, mostrando a varios empleados salir y entrar dentro mientras que una joven rubia salía asqueada por la multitud que entraba en el ascensor.

—Ni loca voy a estar rodeada de tanta gentuza—soltó Chloé, antes de que minutos después, posara su vista en Adrien. —Cariño, el destino quiso que me detuviera aquí para encontrarte.

   Y se abalanzó a los brazos de Adrien Agreste quien le sonrió por el resto. 

—Hoy tiene que ser el día, en el almuerzo que tenemos con mi padre y tu abuelo, finalmente le mostraremos el anillo.

   Marinette al observar que Adrien estaba ocupado con su novia Chloé Burgeois, ella se alejó de él y entró en el ascensor, con el fin de poder buscar a Gabriel Agreste ya que su objetivo de terminar el vestido dejó de importarle para poder quitarse de la cabeza la escena de Chloé Burgeois abrazando a Adrien Agreste. 

   Aún las dudas las cargaba en su interior respecto a su compañero de trabajo, la insistencia de su inocencia era tan enorme que estaba por en verdad creerle, pero ahora, debía que conseguir la evidencia que probara su inocencia. Ademas de contarle sobre una posible tregua que debía de hacer con Alya con lo involucrada que estaba en el asunto, aunque no le iba a gustar, debía de aceptarlo si en verdad quería ayuda para probar su inocencia en el asesinato de su esposa y en los otros que han estado ocurriendo.

—¿Dónde podrá estar?

   Sin proponerselo, terminó en a cafetería con a esperanza de poder encontrarlo y darle todas sus explicaciones, en cambio, se encontró con un rostro que le era muy familiar, el cual cuando la observó alzó su mano para saludarla. Era Theo, aquel joven que había conocido en el autobús cuando se había quedado dormida y esta era la segunda ocasión que lo veía en la cafetería.

—Me da gusto verte— le dijo Theo cuando ella se acercó a verlo de cerca.

—¿Qué haces aquí?—la curiosidad invadía a la joven que no salía de la sorpresa de volver a encontrarse con ese rostro tan familiar.

[AU] La mariposa negraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora