Adrien no paraba de mirar algunos papeles que debía de firmar para la aprobación de merchanting y el precio para la nueva línea de bolsos. Era muy tedioso para él tener que trabajar en ello, no amaba mucho el mundo de la moda, sin embargo, fue por la educación de su abuelo que empezó a trabajar en la empresa de los Agreste. Se lo debía todo a su abuelo desde que se quedó sin padre ni madre. Así lo había sentido, cuando vio a su padre siendo llevado por los policías hace años atrás, tratando de contenerse las lágrimas al ver como también se llevaban el cadáver de su madre, en una camilla, con una manta cubriéndola.
Ella siempre fue un ángel para él, y en el funeral su rostro se veía tan hermoso como el de una muñeca. Parecía como si estuviera dormida, muchos de los familiares cercanos y amigos estaban allí, llorando su pena o simplemente mirando al joven Adrien Agreste con lástima por pensar en su dolor de perder así a su madre a manos de su propio padre.
Siendo un estudiante brillante siempre lograba sacar las mejores calificaciones, después de varias semanas de luto, su abuelo le exigía ser le mejor para tener un mejor cupo en la universidad.
Pero ahora, no podía dejar de pensar en el obstáculo que representaba la libertad de su padre. Ese hombre no merecía estar libre.
—Adri-kin—una voz lo había sacado de su meditación lo que hizo que volteara hacia la puerta dejando ver como entraba una joven rubia a lanzarse sobre él.—Tuve un susto terrible cuando vi a tu padre en el edificio, tengo miedo que me vaya a asesinar.
—No te preocupes, Chloé, no creo que mi padre se atreva a hacerlo—claro que, eso lo había dicho para tranquilizarla. Debido a que no sabía si su padre sería capaz de cometer otro asesinato.
—A ver—empezó a decir Chloé cuando dejó de abrazarlo—¿Cómo es eso que cancelaste nuestra cena de compromiso? ¡Llevamos semanas planeándolo!
—Lo lamento, Chloé, pero con mi padre ahora libre, no sé...es...complicado.—se notaba cierto tipo de angustia en su voz.
—No sabes cuanto esperaba esto—sollozó Chloé—Por fin mostrarle a mi padre mi anillo de compromiso, ya estoy harta de esperar.
—Lo sé, Chloé, también yo. En serio, me hubiera encantado decirle a tu padre que eres mi novia y mi prometida.
Desde hace varios años durante su etapa en la universidad Adrien ha estado saliendo con Chloé, una relación que terminó en un noviazgo y ahora tenían planeando comprometerse para estar próximos a una boda. Eso deseaban, pero ahora con Gabriel Agreste libre, Adrien no se siente cómodo para planear un matrimonio, sobre todo porque teme perder a Chloé como perdió a su madre. Si su abuelo no hubiera dicho nada, podría regresar a su padre a la cárcel. Aunque, podría lograr regresarlo de nuevo a la cárcel con falsedades si era posible o cualquier otro método disponible.
—Pero cuando me vayas a dar el anillo, avísame.
—Lo haré con tiempo.
Chloé rodeó a Adrien por los brazos y estaba a punto de darle un beso, cuando de repente, alguien tocó la puerta.
—Disculpe que lo interrumpa, jefe—una joven de cabello café y ojos verdes vestida con el uniforme de la empresa entró en la oficina con un sobre violeta en sus manos.—Le llegó esto por correo.
—¿Remitente?
—No tiene.
Adrien vio el sobre por unos minutos antes de tomarlo de las manos de la joven.
—Puedes retirarte, Lila.
La mencionada Lila se retiró dejando de nuevo a Adrien y Chloé solos.
—¿Qué será?—pero Adrien no le prestó atención, enseguida dejó el sobre en la mesa sin mirar a Chloé.
—No es nada. Disculpa si te pido que te retires, tengo que seguir trabajando.
—Te veré después del almuerzo, Adri-kin—y se fue lanzando un beso en el aire.
Adrien siguió observando aquel extraño extraño sobre. Hasta que lo abrió y se encontró con un origami en forma de mariposa.
—¿Alguien ha visto a Marinette?—Preguntó Adrien a una empleada al salir de la oficina.
—En una reunión con su abuelo.
«¿Otra vez? Mi abuelo no puede dejarla en paz en el asunto».
Alguna vez estuvo enamorado de Marinette, hubiera seguido por ella si no hubiera sido por su abuelo que constantemente lo persuadió para no hacerlo debido a su clase social. Finalmente se pudo convencer de alguna manera por todo lo que le había dicho su abuelo y así dejaron de estar juntos, pero eso no evitó que le ayudara a pagar sus estudios en la universidad debido al cariño que le guardó a Marinette. Además, sus diseños salvaron la compañía. ¿No era eso suficiente para decir que era indicada para él?
A Chloé la quería, pero no la amaba realmente, tampoco estaba seguro si lograría amarla algún día.
«Voy a ver lo que hace mi padre, tengo que buscar algún detalle para despedirlo. Mi abuelo no tiene que enterarse».
Esperaba poder encontrarse a un Gabriel Agreste sin hacer nada, de no ser por una alarma en su celular que le anunciaba la hora del almuerzo. Ahora todos iban a tomar un descanso.
—Perfecto. Ahora debo ir por el abuelo.
Aunque le gustaba comer en la cafetería de la compañía, aquel día estaba planeando almorzar en un restaurante de lujo con su abuelo.
Había una gran comodidad en el restaurante, su abuelo había pedido comida para ambos más un buen aperitivo de vino tinto. Era un lugar perfecto para poder habar con él sin que nadie de la compañía se fuera a enterar de lo que deseaba decir.
—¿Por qué te has reunido con Marinette?
—Es un asunto personal, hijo—respondió su abuelo sin apartar la mirada de su copa de vino la cual movía con su mano izquierda.—Algo que no te concierne.
—Soy el jefe de la compañía.
—Pero soy el superior querido nieto. ¿No seguirás enamorado de ella, o sí?
—No—mintió.
—Nunca me agradó la idea que le fueras a pagar sus estudios, pero, supongo que eso es lo mínimo que puedes hacer después de lo que hizo con sus diseños. Aunque para mí, sigue siendo muy caro.— Arguyó su abuelo sorbiendo un poco de su vino.—Todo en la vida se tiene que pagar. Algún día lo entenderás.
Y luego no dijo otra palabra en el asunto cuando los platillos fueron servidos y comenzaron a comer.
«Eso lo sé perfectamente, abuelo».
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[AU] La mariposa negra
FanficCuando la Sra. Agreste es encontrada muerta en su propia casa, las sospechas recaen en su esposo como presunto homicida al encontrarse cerca del cadáver con una pistola en la mano. Es arrestado y condenado a ocho años de prisión sin derecho a libert...