Capítulo Dieciseis

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—¿Qué haces aquí?—repitió Viktor Agreste.

—Buscaba a mi hijo—respondió Gabriel—Y a ti, deseaba hablar contigo.

—Aquí no hay nada que hablar, Gabriel. Y si Adrien te ve aquí, se sacará a la calle.

   Ambos hombres se fueron de aquella habitación, pero antes de que Gabriel diera un paso más afuera, su padre lo agarró del brazo.

—¿Qué guardaste en el bolsillo?

—Es sólo un pedazo de papel sin importancia.

—No parecía sin importancia—respondió Viktor mirándolo fijamente—Dime, hijo ¿Era igual a este?

   Y le enseñó un papel desdoblado con un mensaje escrito a computadora.

—Me lo enviaron esta tarde a mi oficina, venía como un origami en forma de mariposa—explicó Viktor—Creí que no era de importancia, hasta que vi el mensaje que me hizo atemorizar.

—Para el circulo de los Agreste—leyó el mensaje Gabriel en voz alta—Es muy extraño.

—Es cosa de un loco, no cabe duda, tratar de perturbarme a mí y a mi nieto. Tíralo a la basura igual que el otro, por favor.

   Y Viktor Agreste se marchó por el largo pasillo que lo conducía hacia la habitación, Gabriel miró el papel nuevamente con extrañeza, su padre y su hijo habían recibido el mismo origami de mariposa y era ¿Perturbador? ¿A qué se refería con el circulo de los Agreste? ¿A los tres Agreste de la mansión? No lo sabría, aun no podía sacar conclusiones. Ahora tenía otros dos papeles en su poder y podía usarlos de la misma forma con la azabache si ella los deseaba tanto, se dibujó una media sonrisa por la idea de usarlos para tener más información sobre el diario, incluso convencerla de que se lo entregara a él.

   Cuando fue a su habitación, observó el papel que había doblado en su bolsillo, éste, tenía un mensaje escrito a computadora que decía:

   Cuando la mariposa abre las alas, su metamorfosis ha finalizado. Las alas te mostraran el camino para ver la belleza de la metamorfosis.

   Y al voltearlo, observó otras líneas dibujadas en todo el papel. Observó el que le dio su padre y este solo tenía como tres líneas en la cual una se cerraba en medio de un circulo, como indicando un punto.

«Esto me servirá para tener más información, pero ¿Por qué lo tenían mi hijo y mi padre? ¿Quién se los envió?».



—¿Alguna señal?—indagó Tikki.

—Ninguna—contestó Wayzz colgando el teléfono.

   Desde que en las investigaciones supieron que Mireille tenía una compañera llamada Aurore Beauréal, ella junto a Plagg se dispusieron a tener contacto con ella para notificarle sobre la muerte de su amiga e interrogarla, pero por más que intentaban buscar el contacto de la ciudad donde se encontraba en ese momento, no había respuesta. Wayzz se había ofrecido a buscarles los contactos, incluso encontró el número de hotel donde estaba registrada la joven para hacer su trabajo de periodista de calle en Marsella, sin embargo, ya le habían notificado que había partido; ahora, trataba de contactar a su número telefónico sin ningún éxito.

—Necesitamos buscar a esa joven—dijo Tikki de brazos cruzados—Y buscar al asesino no parece que sea sencillo. No ha dejado huellas ni rastros de ADN en la escena del crimen para buscarlo fácilmente.

   Tikki estaba tan frustrada y Plagg no parecía ayudar en nada, se sentía como si ella estuviera haciendo todo el trabajo.

—Tranquila, Tikki.

[AU] La mariposa negraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora