Arabella
Tres años después.
20/04/2027
Camino por la recepción segura de mi misma, este trabajo es el mejor que pude haber conseguido. Ser una asistente no es algo de otro mundo, es mucho mejor que estar bailando en clubes privados. Mi parte orgullosa no dejaba que aceptara la ayuda completa de Bianca ¿Por qué? ni yo misma sé, pero lo que sí puedo asegurar es que desde que hice esta entrevista algo en mí me decía que el puesto sería mío.
Y no me equivoqué.
Production Technology Hall es una de las compañías más potentes de Estados Unidos. Se rumora que el dueño es un cascarrabias al tan solo tener treinta y tres años de edad, y no lo juzgo. A mi edad, treinta y dos años, soy una persona completamente distinta. Esa sonrisa que siempre yacía en mi rostro desapareció en ese bosque frío y desolado cuando perdí al amor de mi vida, cuando todas mis ilusiones se fueron con él.
Esa carta me rompió por completo pero de una desgracia nació esa pieza del rompecabezas que faltaba en mi vida, mi pequeña Mikhaila. Somos iguales físicamente pero su personalidad con solo dos añitos, es a la del idiota de su padre.
Mi idiota.
Con ayuda psicológica he podido avanzar, todas las muertes de familiares y amigos, me atormentaba. Intente suicidarme más de una vez pero el apoyo incondicional de mi tío Valentín ha sido mi fuerte para seguir junto a mis hijos.
Esfumo todos esos recuerdos del pasado y me concentro en mi realidad, ya no soy la misma de antes. Durante estos tres años me he tintado el cabello de diversos colores, mis ojos son como un camaleón, cada seis meses lo cambio. Pero el look que llevo ahora me agrada. Pelo rubio cenizas a mitad de mi espalda totalmente alisado, ojos color miel, vestimenta no tan provocativa como antes y el embarazo de mi pizza hizo que mi cuerpo ganara unos kilitos de más, todo se distribuyó de buena manera.
La recepcionista me da mi carnet de identidad y sin más me adentro al elevador junto con un grupo de personas más. Unos ven observan curiosos y otros con odiosidad.
Me vale tres hectáreas de mierda.
En el transcurso de la subida algunos se van quedando en sus respectivos pisos de trabajo hasta que llega al último, piso cuarenta donde se encuentra la oficina presidencial. Las puertas del elevador se abren mostrando una vista increíble de Nueva York; una chica tez chocolate me espera con una radiante sonrisa.
— ¿Eres la nueva asistente del señor Hall? — me acerco a ella y me ofrece su mano. Asiento con una sonrisa — Perfecto, él te está esperando dentro de su oficina. Te recomiendo que entres ya mismo antes que empiece a gritar como loco. — se ríe y me guiña un ojo.
Me indica donde está la oficina de mi nuevo jefe y me encamino hacia ella. Al quedar enfrente de una puerta transparente me aliso la falda color beige y cojo con fuerza mi bolsa. Sin más, toco la puerta dos veces.
— Adelante. — exclama una voz ronca llena de autoridad, paso saliva y entro.
— Buenos días señor Hall — saludo cordialmente. Una espalda es con la que me topo ya que está viendo la hermosa vista a través de un gran ventanal. El chaleco del traje se sitúa en su silla giratoria, una camisa azul claro lleva puesta marcando sus fuertes brazos, una sensación recorre todo mi cuerpo que me hace tambalear por un momento.
— Buenos días señorita Santoro... — se gira e inmediatamente se queda callado, sus ojos azules me detallan seriamente sin una pizca de expresión en su rostro — es un gusto trabajar con usted. — dice finalmente.
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INFIERNO +18 [3] ✓ [Borrador]
RomanceInfierno: Tercer libro de la Trilogía "Entre el fuego y el infierno" Arabella era un mar en calma hasta que conoció la fuerte tormenta de Akem. Cinco años han pasado desde la terrible despedida de Akem, desde esa dolorosa carta de amor. Cinco infern...