Arabella
Toco la puerta dos veces antes de entrar a la oficina de Lowell, entre sus manos yacen varios documentos los cuales lee. Su mirada se posa en mi tal cual como la primera vez que entré a esta oficina, neutro, sin ninguna expresión.
— ¿Qué son estas horas de llegar? — el tono de la voz es extremadamente alto — A parte de ser mi prometida eres una empleada más y aquí se llega a la hora correspondiente Lucia.
— No se preocupe señor Hall, no volverá a pasar. — musito totalmente enojada — Tuve algunos percances, por eso no llegue a la hora...
— Para eso existe el móvil, para comunicarse ¿o es que no sabías? — expresa con tal obviedad que provoca zamparle un bofetón, es el mismo hombre frío que conocí hace dos años — No sé que pasa por tu cabeza últimamente que estas tan distraída.
Me acerco resonando los tacones por el suelo segura de mi misma y le lanzo las carpetas a la mesa. — Bájale dos a ese tonito de superioridad que tu no eres más que yo Lowell. ¿Volvió el machismo a ti? que bajo entonces has caído si pretendes que este con un hombre así....
La puerta luego de sonar dos veces aparece Margaret con una sonrisa risueña plasmada en su rostro solo por tener a Akem detrás de ella. Rápidamente Lowell se levanta y lo invita a pasar, paso saliva al verlo solamente con una camisa de botones negra y el pantalón ajustado a sus fuertes piernas.
Y esa loción.
Es la misma que le decía siempre que se colocara ya que con su aura oscura y misteriosa lo hacía ver un hombre inalcanzable.
— Que gusto tenerlo aquí señor Ivanov, por favor tome asiento. — indica mi jefe. Me agacho en el suelo para recoger unos papeles que cayeron de las carpetas solo para no verle la cara al idiota.
Mi cuerpo se contrae solo al tener su cercanía, un leve quejido sale de mi garganta cuando mi trasero choca con mis pantorrillas. La incomodidad para caminar es horrible y para sentarme peor. Sus manos se unen con las mías ayudándome a recoger todo sin orden específico.
— No se preocupe señor Ivanov, Lucia se encarga de recoger lo que falta. — secunda el robot, es él quien debería estar ayudándome a recoger estos miserables documentos.
— Es una falta de respeto dejarla en el suelo guardando todo este papeleo. — extiende su mano para ayudar a levantarme, nuestras manos se entrelazan y ya de pies me entrega la carpeta — Es un gusto para mi auxiliar a una hermosa dama.
Quito inmediatamente la conexión de las manos y me dispongo a salir de la oficina pero la voz de Akem me detiene en seco.
— Por favor no se vaya señorita... — volteo seguidamente con el temor que diga mi verdadero nombre, su cara es de total diversión "Maldito idiota" — Lucia — dice finalmente —, me quiero asociar en la empresa pero solo con una condición.
— Usted dirá. — se sienta Lowell en su silla giratoria, Akem hace lo mismo y yo me sitúo al lado de mi jefe de pie porque me duele mucho el culo.
La mirada grisácea de él recorre todo mi cuerpo sin una pizca de vergüenza, su sonrisa se ensancha al ver mi incomodidad. — Me gustaría mucho que se sentara señorita Lucia, me incomoda verla ahí parada mientras nosotros estamos muy complacidos en el asiento.
— Así estoy perfectamente bien. — respondo secamente.
— Lucia cariño, no le hagas ese desplante al futuro socio. Por favor siéntate. — con el cabreo a mil, las ganas de asesinar a este par van en aumento y con el insoportable dolor en el culo me fundo en la silla.
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INFIERNO +18 [3] ✓ [Borrador]
RomanceInfierno: Tercer libro de la Trilogía "Entre el fuego y el infierno" Arabella era un mar en calma hasta que conoció la fuerte tormenta de Akem. Cinco años han pasado desde la terrible despedida de Akem, desde esa dolorosa carta de amor. Cinco infern...