INFIERNO +18 [3] ✓ [Borrador]

47° Ojo por ojo

Arabella

Mis ojos pesan, el cuerpo me duele pero mi corazón está completamente roto en mil pedazos. Abro uno de mis ojos y este es impactado por una farola de luz blanca, me cuesta mucho enfocar, mi boca está seca. Busco la manera de pasar saliva pero no hay nada.

Muevo mi mano pero cae por la debilidad, visualizo en mi brazo una vía intravenosa. Fragmentos del nacimiento de mi hija llegan a mi mente y deseo de todo corazón que haya sido una pesadilla.

— ¿Y mi bebé? — pregunto angustiada.

Akem se sobresalta del mueble en donde descansaba, al ver que ya he despertado se levanta y se acerca a mí tan pronto como puede. Sus ojos están rojos y los nudillos los tiene destrozados. Me sonríe con tristeza y besa mi frente.

— Tienes que descansar Arabella. — ignora mi pregunta.

— ¿Dónde está mi niña? ¿Por qué no está contigo? — Trato de pararme pero me lo impide — Dile que la traigan, ya me desperté. Ella necesita ser alimentada, quizás debe estar llorando en la incubadora.

Hablo tan rápido que noto en la mirada del Boss como se va desmoronando poco a poco por dentro.

— Pequeña... — se le quiebra la voz.

— Traela ¿Has visto sus ojos? ¿Tiene los tuyos o los míos?

Él se voltea y camina hacia el otro extremo, escucho un sollozo de su parte y se coge la cabeza con ambas manos ensangrentadas.

— No pude ver sus ojos. — se queda callado por unos segundos — Porque nunca los abrió.

Quise de verdad que todas sus palabras fueran producto aún de la pesadilla que tuve pero al verlo llorar desconsoladamente supe que esa anhelada pesadilla, era la vida real.

Mi cabeza cayó en la almohada de la cama derrotada, mi voz se desgarra y mis ojos se llenaron de lágrimas que salen sin parar. Los brazos de Akem me envuelven y yo a él, ambos dejamos salir nuestro dolor en la intimidad de la amplia habitación, me aferro a la solapas de su camisa mojando su pecho descubierto.

Dejó caer su mentón sobre mi cabeza mientras siento su cuerpo sacudir por el llanto.

La puerta se abre y aparece un señor con bata blanca, se queda callado e incómodo de haber interrumpido un momento tan personal. Me alejo de Akem y este se cubre la cara para secar sus lágrimas.

— Lo siento por la pérdida señores Ivanov. — empieza temblar el doctor con ojos asustados.

— ¿Qué quiere? — pregunta Akem.

— Vine a ver si ya había despertado su esposa y saber cómo había despertado luego de la histerectomía.

Ladeo mi cabeza viendo al Boss sin entender.

— ¿Histerectomía? — frunzo el ceño.

— Sí señora Ivanova, luego de haber dado a luz su organismo y vía sanguíneas tenían plomo. Lamentablemente ese químico le destrozó todo el sistema reproductor. — informa — Su esposo firmó al ver que usted estaba batallando entre la vida y la muerte.

¿No podré ser madre de nuevo?

— Lo siento. — dice Akem cogiéndome la mano — Pero no iba a perderte también a ti.

Cierro los ojos buscando la manera de asimilar todo, pero simplemente no puedo.

— Quiero ver a mi hija.

— No creo que sea lo mejor por su estado...

— ¡Quiero ver a mi hija ahora! — me quito la vía intravenosa de golpe haciendo que un pequeño líquido salga de mi brazo, el Boss me detiene por estar recién operada ya que me puedo lastimar.