34° La Reina de la Mafia.

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"Nunca subestimes el poder de intuición de una mujer. Reconocen y ganan el juego incluso antes de haber empezado la partida."

Gaby Gonzalez.


Akem

Uno...

Dos...

Tres...

Cuatro...

Pierdo la cuenta de cuántos golpes le doy al saco de boxeo. Ya he destruido dos y este va por el mismo camino.

Necesito bajar mi furia antes de ir a desayunar, Boris me observa detenidamente desde un rincón del gimnasio. Me está analizando, como siempre lo hace pero esta vez no podrá meterse en mi mente por más que el quiera, piensa que voy a joder todo y quizás si, pero la vida es un riesgo la cual si o si, tiene consecuencias. Siento una mirada pesada sobre por lo que me detengo, Kaem me mira sin ninguna emoción en el rostro, como siempre.

— Dime, estoy ocupado. — continuo con lo mio.

— Quiero entrenar como los demás. — freno el golpe en seco, abrazo el saco viéndolo fijamente — ¿Hay algún problema con eso?

— Entonces quieres entrenar, perfecto. — suspiro — Boris, trae el chico que me conseguí ayer en la calle, entrenarán juntos cuerpo a cuerpo.

Boris frunce el ceño pero acata mi orden. Cojo una botella de agua y me la hecho encima, siento una presión en mi columna que supuestamente es normal ya que hay movimiento. El niñato hace acto de presencia agachando la cabeza ante mi.

— Boss. — dice — ¿Qué desea?

— Pelea con mi hijo. — sentencio.

— Akem, es un niño. — me riñe Boris por Kaem.

Sonrío.

— Él quiere ser igual o mejor que yo, que lo demuestre.

Noto una sonrisa maliciosa en mi hijo, esa que hace que mis soldados bajen la cabeza. Se quita la chaqueta de cuero roja dejándola sobre el mueble, se posiciona en el centro de la estancia a la espera de su contrincante. El niñato, llamado Nick Velov también toma una posición un tanto receloso.

— ¿Cual es el límite señor? — pregunta dudoso.

— No hay ninguno...

— El primero que quede noqueado en el suelo, pierde. — sisea mi hijo.

— Concuerdo.

Kaem deja que Nick se abalance sobre él. Nick tiene que acatar mi orden aun cuando sabe que puede malherir al Underboss, mi hijo le propina un golpe contundente en la nariz dejándolo un poco mareado. Se coloca sobre el axfisiando, a pesar de que sus manos aun son pequeñas, ejerce tanta fuerza que Nick se torna rojo.

El niñato alza su pierna dandole por el estomago a Kaem, este cae a un lado botando sangre por la boca pero con todo eso, se levanta escupiendo al igual que el soldado que ahora sirve para mi. Los ojos azules de mi hijo están totalmente oscurecidos, la bestia que habita en él se ha apoderado. Sus facciones son de un mismísimo demonio; me recuerda a mi cuando niño, cuando era obligado a estar horas y horas entrenando para ser un blando, palabras dichas por Dimitri.

Kaem es distinto, la sangre mafiosa Ivanov está desfilando por sus venas. El sabe lo que es y no le da miedo ocultarlo, si mi padre lo viera a puesto todo el infierno que estaría con una sonrisa de oreja a oreja.

Por tener la mente ocupada, no me di cuenta que Kaem está sobre Nick con un cuchillo en su cuello. Tengo que admitir que con su corta edad tiene los huevos suficientes para defenderse, le hace un pequeño corte para nada profundo, solo como una señal de que ganó. Nick trata de pararse pero está completamente mareado, mi sucesor al poder de la Bratva se levanta y guarda el cuchillo como lo más preciado, puedo ver que hasta tiene su nombre marcado en el mango de este.

INFIERNO +18 [3] ✓ [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora