Arabella
El sol por fin sale zucumbiendo la habitación como si le perteneciera, desde que la víbora de Clarissa me mostró el maldito video no he podido pegar ni un ojo. Cada vez que dejo que estos se cierren los momentos bonitos y lujuriosos que he vivido con el idiota del Boss me saca una sonrisa pero esta se esfuma en un santiamén cuando recuerdo cómo su polla entraba y salía del canal de su hermana.
Una parte de mi, la que se niega completamente en creer me susurra al oído que todo es un plan de ella, solo para hacerme sufrir pero ¿Y si es verdad? ¿Y si y solo me estoy haciendo ilusiones y ciertamente si se acostó con ella? Pero lo que más me perturba es que ¿Por que con ella, no había otra puta disponible?
Una discusión entre Fabrizio y Bianca en el pasillo me hace entrar en razón pero por mas que quiera levantarme de aquí y fingir que dormía plácidamente, no puedo. La puerta se abre mostrando al Capo pero esta vez no tiene la sonrisa malévola que conlleva siempre, está molesto y no tengo ni idea porque ni me importa. Me coge por el brazo con demasiada rudeza produciendo que gima de dolor, con su otra mano disponible me jala mi corto cabello haciendo que lo mire a los ojos cafés; en su mirada hay preocupación combinado con cabreo. Debe de sospechar que mis recuerdos se desbloquearon, para ser honesta, no me importa nada ahorita.
— Mírame a los ojos cagna, quiero ver lo bien que finges. — Bianca se sitúa detrás de él pero no hace ni dice nada — A mi nadie me ve la cara Arabella y al parecer aun no lo has captado.
— Matame si es lo que quieres, pegame si lo deseas, torturame si eso te satisface, follame si quieres saciar tus ganas pero déjame en paz. Estoy harta de tus amenazas ¿Me quieres matar? Hazlo que el pulso no debe de temblar y terminemos con esto. — lo miro con cansancio — Me entrego para lo que quieras pero salte de aquí y déjame sola.
— ¡Aquí las órdenes las doy yo! — estampa su mano en mi mejilla haciéndome caer al suelo.
Impacta no una sino más de cinco patadas en mi estómago provocando que me coloque en posición fetal tratando de evadirlas pero eso no funciona; en cambio, cada patada es mas fuerte que la anterior, el sabor de mi sangre en la boca me hace escupirla para no ahogarme pero lo que más me duele y decepciona es que Bianca está ahí parada viendo todo sin hacer nada.
¿Por qué no me ayuda?
La cara la siento hinchada y mi labio está roto. Luego de eternos minutos para y me queda observando como si él no hubiera hecho esto, se agacha y busca la manera de tocar mi cara pero no se lo permito. Con el poco valor que me queda lo corro.
— ¡Vete, no te quiero ver! ¡Fuera los dos de aquí y déjenme en paz! Les juro hermanos D'agostino por la sangre que gotea de mi nariz y boca, por el sol que los quemara como las llamas del infierno, por el suelo que mi cuerpo yace adolorido y por la maldita sangre que nos une que no habrá ni un mínimo lugar donde se puedan esconder cuando la hora de acabar con ustedes llegue — Escupo en el suelo y con la mano empuñada toco tres veces el suelo —. Lo manifiesto y se cumplirá, así sea lo último que haga en esta patética vida, los destruiré.
Fabrizio se encamina a la puerta pero antes de salir me da una última mirada para luego retirarse, Bianca se queda allí estacionada viéndome con lástima y odio cuando me ven o me tratan así.
— Ary... — se acerca pero la callo de una.
— Eres una maldita perra al igual que Clarissa, tu teatro durante todos estos años estuvo muy entretenido pero ya se te cayó la máscara, Sombra.
— Arabella tienes que creerme, yo jamás te haría daño. No tengo ni la mínima idea de que hizo Clarissa pero te puedo jurar que yo no tengo nada que ver...
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INFIERNO +18 [3] ✓ [Borrador]
RomanceInfierno: Tercer libro de la Trilogía "Entre el fuego y el infierno" Arabella era un mar en calma hasta que conoció la fuerte tormenta de Akem. Cinco años han pasado desde la terrible despedida de Akem, desde esa dolorosa carta de amor. Cinco infern...