45° No firmaré

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Akem

Estaba consciente que al pisar Polonia todo ese viaje que vivimos en armonía demostrando amor y unión desaparecería al saber que parte del traslado de drogas de la mafia italiana no llegó a su fin porque así yo lo quise. Pero me tomó por sorpresa que Emily Duarte llegara de la nada y se plantara enfrente de mi mujer, fue un golpe muy bajo.

Arabella no se lo puede creer, lo veo en sus ojos llenos de tormento y para no seguir enfrentando esta realidad se fue con Jerome y nuestros hijos sin mirar atrás.

— ¡¿Qué demonios haces aquí?! — agarro a Emily por los brazos y la jamaqueo — ¿Eso es lo que querías, lastimar a tu hermana?

La muy hija de punta sonríe.

— Dije que sería yo quien decidiría mostrar su rostro, dos meses fueron suficientes y ahora ella necesita saber que otra D'angelo está con vida.

— Estás mal de la cabeza, no sé qué tipo de obsesión tengas conmigo porque durante este par de meses te he estado investigando, pero no voy a permitir que le hagas daño a mi familia ni mucho menos a mi mujer. — la empujo, esta se tambalea pero logra estabilizarse.

— ¿Por qué tuviste que enamorarte de ella? ¡Es mi hermana!

— Y me vale mierda que lo sea. Tu nunca me gustaste Emily, por más que te esforzaras no llamaste mi atención...

— Eres un degenerado, te la pasabas jugando con Arabella aun cuando era una niña ¿Y te casas a los años con ella?

Me toco el puente de la nariz hastiado de toda esta situación.

— Yo no te debo ninguna explicación, loca. Solo te digo que te quiero a miles de kilómetros de distancia de mi familia porque no respondo.

— ¿Es una advertencia?

— Es una amenaza.

A pasos rápidos camino hacia una camioneta y cojo el volante, no espero que los boyevik me sigan, arranco directo al palacio de la mafia negra. Cojo mi móvil y marco el número de Arabella pero no contesta ninguna de mis llamadas. Insisto más de siete veces pero no lo coge.

En media hora llego a la propiedad.

— ¡Arabella!

Grito su nombre pero desde la sala principal pero no hay respuesta ni se oye el escándalo de los niños. Corro escaleras arriba, me desplazo por el pasillo y las habitaciones están vacías, ingreso en la recámara principal y la cama está aún colocada con olor a que nadie ha estado aquí por días.

Bajo y me encamino hacia el jardín donde mayormente ella se la pasa sentada con los niños pero lo único que consigo es a varios soldados y al jardinero.

Una chica del servicio pasó y la llamé.

— ¿En dónde está la señora de la casa?

— No la hemos visto señor, desde que se fueron al hospital ella no ha vuelto. — explica con la cabeza gacha.

Camino hacia dentro de la propiedad y cojo mi móvil.

El gps que está incrustado en el anillo de renovación de votos no me da señales de ninguna ubicación, es decir, que en el sitio que se encuentra bloquea cualquier tipo de rastreo.

¿Dónde estarás Arabella?

Ante mí aparecen Raúl y Boris entregándome la tablet. Los observo por unos segundos y mi mejor amigo se retira indignado por mi decisión.

Reproduzco el video en el cual se ve que el avión en donde se transportaba las armas y las droga de la mafia italiana cayendo hecha cenizas en el aire. En otro video se ve como un barco fue atacado hundiéndose poco a poco toda la mercancía; cabe destacar, que era uno de los negocios más importantes que había realizado Arabella con sus propios méritos.

INFIERNO +18 [3] ✓ [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora