Mis celos

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Narra Tom

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Narra Tom

Salí de mis pensamientos gracias a la pregunta que me había hecho Sebastian, le respondí y continuamos con la plática, deje de pensar en ella y me concentre en la conversación, ella es linda.

Narra Alina

Por fin llegó Mayo, los niños habían salido de vacaciones ya, solo faltaba Tom pero él salía hasta finales de Mayo.

Semana dieciocho

Mis senos habían comenzado a crecer y cada vez que estaba sentada en el sofá, Melody subía y comenzaba a presionarme mis senos, también se recargaba en mi vientre y podía sentir los golepcitos que daba bebé.

Tom había comenzado a estar un poco más distante de mi, quizá le comenzó a incomodar la idea de que tengamos sexo, es decir, mis hormonas han estado alborotadas y mi deseo de tener relaciones sexuales con él siempre estaban presentes.

No quiero decir que no quiera tener sexo con él cuando no estoy embarazada, es algo que disfruto hacer pero no tan seguido como ahora.

— ¿Quieres ir a ver a papi a la escuela? - las mire -

— Sí - ambas respondieron -

— Bueno entonces vayan por sus zapatos y llamaré al taxi para ir.

Ellas fueron al armario que estaba bajo las escaleras y sacaron sus zapatos, Hanakoo le ayudo a Melody a ponerse los suyos. Minutos después el taxi estaba llegando y subimos para ir a la escuela y ver a Tom.

Llegamos a la escuela luego de unos minutos, pague el taxi y camine con las niñas para ir a la oficina de Tom.

Subimos las escaleras y en el proceso nos encontramos a Sebastian.

— Hola Seb - salude -

— Hola Ali - se acercó y dejo un beso en mi mejilla - ¿Cómo estás? ¿Qué hacen aquí?

— Estábamos aburridas y queríamos venir a ver a Tom.

— Ya veo - sonrió y acaricio la mejilla de Melody -

Ella siempre se emociona cada vez que Sebastian acaricia su mejilla o la carga.

— Pues no he visto a Tom - me miro -

— Le he estado enviando mensajes desde que veníamos pero no me ha respondido supongo que estaba en clase.

— Hmmm no - negó - él tiene hora libre -

— Quizá el teléfono está en silencio - le di una sonrisa - como sea iré a buscarlo.

— Claro, nos vemos.

Se despidió de las niñas y nosotras seguimos subiendo las escaleras hasta llegar al piso donde se encontraba, caminamos y llegamos al fin, la puerta estaba cerrada, toque dos veces, escuche un par de risas desde el interior y después su voz se hizo presente e indico que pasáramos.

El mejor amigo de mi novioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora