Después de unas vacaciones regrese a Londres y tengo la sorpresa de que mi novio esta esperando la llegada de su mejor amigo, un amigo del que me ya contado tantas maravillas de él. He bromeado diciendo que tal vez esta enamorado de su mejor amigo p...
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Narra Tom
Quité su cinturón y la cargue, tome su mochila, cerré la puerta, me acerque a la puerta de Ali y me incline a dejar un beso en sus labios. Nos despedimos y yo camine a la escuela, entramos a mi oficina y la senté en una de las sillas. Ella miro a su alrededor observando cada detalle de la habitación, dibujo una sonrisa y me miro fijamente, sonreí al verla.
— Solo nos quedaremos unos minutos más aquí y luego nos vamos a casa ¿Si?
— De acuerdo - ella respondió -
— ¿No quieres tus galletas o tú jugo?
— No - negó - es que antes de venir había estado comiendo con mami y ahorita no tengo hambre.
— De acuerdo - sonreí -
Seguí revisando los exámenes y de reojo la veía observar toda la habitación. El cielo se comenzó a nublar indicando que en cualquier momento comenzaría a llover.
Se escucharon unos estruendos y algunas gotas comenzaron a correr por la ventana, Hanakoo se sobresalto al escuchar cada estruendo.
— ¿No te gustan las tormentas?
— No - negó -
— Ven.
Hice mi silla para atrás, ella casi corrió a mi, la senté en mis piernas y me abrazo, pase mi mano por su cabello. Ella se abrazo aún más.
Pasaron diez minutos y termine de revisar los exámenes, Hanakoo se había calmado un poco. La lluvia seguía y un poco más fuerte que antes, guarde los papeles en el portafolio junto con mi laptop.
— Listo - hablé - vamos a casa.
— De acuerdo - ella respondió -
Se puso de pie y se colocó su lonchera, tomo mi mano y ambos salimos de mi oficina, cerré la puerta con llave y caminamos hasta las escaleras. Algunos alumnos entraban tratando de refugiarse de la lluvia.
Antes de salir gire a ver por uno de los pasillo y vi a quien menos lo esperaba, era Brighite la amiga de Alina, bueno más bien ex amiga de Alina. Ella me miro y dibujo una sonrisa para luego entrar a una de las aulas.
— Ven - hablé - te voy a cargar para que no te mojes tus tenis.
Ella sonrió y estiró sus brazos, la tomé y ambos salimos, ella reía al sentir el agua caer, por suerte mi auto no estaba tan lejos de la entrada, la subí a su silla y después yo a mi asiento.
— Papá - ella habló -
— Dime.
— ¿Por qué mami dice que no podemos salir de viaje?
— Podemos salir de viaje si es en automóvil - hablé - pero ella no puede subir a un avión porque puede ser peligroso para tu hermanita.
— Está bien - respondió - y cuando nazca ¿Puedo ayudar a cuidarla?
