Después de unas vacaciones regrese a Londres y tengo la sorpresa de que mi novio esta esperando la llegada de su mejor amigo, un amigo del que me ya contado tantas maravillas de él. He bromeado diciendo que tal vez esta enamorado de su mejor amigo p...
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Narra Alina
Se despidió de mi con un beso en la mejilla y un abrazo, Tom camino con ella a la puerta y yo me senté en el sofá, solté un suspiro, si tan solo supiera que me estoy enamorando de su hijo, que él es el hombre perfecto, que quiero dejar todo por él pero que me da miedo no ser correspondida, que él merece algo mejor. Vi como Tom se despedía de su mamá, la abrazo y dejo un beso en su mejilla, ella sonrió y después se dio la vuelta para subir a un auto.
Tom regreso a donde yo estaba, sonrió y podía ver sus mejillas un poquito rojitas.
— Amo a tu mamá - sonreí -
— Yo también la amo - soltó una risa -
Me tomo de la mano y me ayudo a ponerme de pie, ambos caminamos a la cocina para comer, amo el sabor de la comida de la señora Hiddleston.
— Voy a posponer la boda - hablé y lo mire - no quiero saber nada sobre cosas de boda, vestidos y todo eso.
— Sí esa es tu decisión ellos van a respetarla.
— Eso espero - hablé -
Luego de comer volvimos a la sala a seguir viendo las películas, me es increíble como la mamá de Tom se ha preocupado más por mí que mi suegra y mis padres.
Por otro lado esta la forma en la que Tom se ha preocupado por mí, es demasiado cariñoso, atento y siempre esta al pendiente de que es lo que necesito, se que esta mal decirlo pero estos detalles hacen que cada vez me enamore más y más de él.
Más noche estaba en la cama, Ben se acostó a mi lado y me miro.
— Quiero posponer la boda - hablé - no quiero seguir con los preparativos hasta que me sienta lista de nuevo.
— De acuerdo - me miro - le diré a mi mamá.
— Gracias.
Se acercó y dejo un beso en mis labios.
Pasaron los días y estaba de vuelta en la escuela, las vacaciones habían terminado, esta por comenzar un nuevo ciclo escolar y nuevos niños están por entrar, me sentía muy emocionada por todo.
— Ten un bonito día - camine con Ben a la puerta -
— ¿No te vas? - lo mire -
— Sí - miro su reloj - pero en unos minutos más.
— De acuerdo - me acerqué a dejar un beso en sus labios - ve con cuidado.
— Claro.
— Tom - habló Ben - ¿Sí podrás ir por ella? O sino para yo ir.
— Sí, iré por ella - lo miro - no te preocupes.
Ambos salimos de la casa y subimos al auto, me puse el cinturón y él hizo lo mismo para luego comenzar a conducir.
