De vuelta a Londres

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Narra Alina

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Narra Alina

Él paso su mano por mis hombros abrazándome, lo abrace y gire a verla sonriendo, tenía la pequeña idea de saber quién era está mujer, entre varias platicas que tuvimos él y yo recuerdo haber escuchado su nombre.

— Ya veo - ella sonrió muy o más bien demasiado hipócrita - pues yo también me voy a casar.

— ¿En serio? - él preguntó - felicidades.

— Gracias - mostró su mano enseñando el gran anillo - ¿Que haces aquí en Nueva York? ¿Volverás? Te extraño demasiado, bueno todos te extrañamos.

— No, no volveré - habló - me quedaré con Alina en Londres.

— Ya veo - me miro - me tengo que ir, Ander me está esperando para ir a comer juntos, fue un placer, no olvides enviarme mensajes Tom, cuídate.

Ella sonrió y subió a un lindo auto color azul marino, solté a Tom pero él aún me tenía abrazada.

— Tengo hambre - me queje -

— Vamos.

Me soltó y ambos entramos al pequeño restaurante. Pedimos la comida, mi cabeza estaba entre preguntarle y no hacerlo.

— Tom - lo mire - ella es...

— Madison Presley - habló - mi ex prometida.

— Oh... Así que ella fue la que te dejo - lo mire fijamente - por otro hombre después de tres años y un compromiso.

— Sí.

— No soy quien para decirlo - hablé - pero ¿Que viste en ella? Es decir, es bonita sí pero su carácter, a lo poco que habló ahorita pues es una perra.

— Wow - soltó una risa -

— Lo siento - cerré mis ojos y pase mi mano por mi cabello - lo siento.

— Descuida - sonrió de lado -

Después de comer estuvimos caminando por ahí, no volvimos a mencionar nada sobre Madison, se que a él le había afectado un poco o mucho, fui idiota al haber dicho eso sobre ella.

Quizá él sigue sintiendo algo por ella, se que paso un año y no es mucho tiempo, él definitivamente sigue sintiendo algo por ella.

Estábamos en el hotel, él estaba haciendo su maleta y estaba en silencio.

— No quería que este día llegará.

— Sí - respondió -

Él no aparto la mirada de su maleta y doblaba la ropa con mucho cuidado, yo tomé la mía e hice lo mismo, comencé a guardar la ropa o más bien a acomodarla, guarde también las cosas que había comprado.

— ¿A dónde quieres ir a cenar? - él preguntó después de varios minutos -

— A donde sea - sonreí - con tan solo disfrutar esta última noche.

El mejor amigo de mi novioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora