No se dónde está ella

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Narra Alina

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Narra Alina

Estaba ya en la cama, vi que tenía mensajes de voz, los mire y venía el registro que son de Tom, solté un suspiro y cerré mis ojos, solo estaré aquí un par de días, necesito despejar mi mente, necesito dejar de pensar en todo lo que había sucedido. Necesito enfocarme en mi futuro hijo, saber cómo se lo diré a Tom.

Puse el último mensaje de voz para saber que decía.

— Alina... Mi amor... Se que necesitas tu espacio pero también se que no quieres que me aleje de ti, solo dime qué estás bien, yo estoy aquí, te voy a esperar pero también te voy a buscar. No quiero que te suceda nada malo, te amo demasiado Alina. Por favor solo dime qué estás bien.

Sentía mis lágrimas salir por mis ojos, apague el teléfono y cerré mis ojos para poder dormir un poco y descansar, no quería seguir por hoy.

Es la última semana de enero así que estoy cumpliendo mi onceava semana de embarazo. La siguiente semana tengo que ir con el doctor ya que estaré cumpliendo mis tres meses de embarazo.

Mi vientre se notaba muy muy ligeramente, no podía seguir esperando que se notará más y poder sentir los movimientos. Salí del baño, ya me había duchado y cambiado de ropa, la puerta se abrió y entro una señora de quizá cincuenta años o más.

— Buenos días - saludo con un acento muy marcado - el desayuno.

— Gracias - respondí -

Lo dejo sobre la mesita que estaba cerca de uno de los sofás y después salió de la habitación, sonreí y me sente para desayunar, tenía demasiada hambre a pesar de haber cenado bien anoche.

Luego de eso salí de la habitación y baje las escaleras, la sala estaba sola, escuché unas voces en el jardín y me dirigí para allá, mi abuela estaba ahí hablando con uno de sus empleado.

— Alina - ella sonrió - buenos días.

— Hola - sonreí - ¿Desperté tarde?

— No - sonrió - es buena hora, lo importante es que debes descansar.

— Hoy me di cuenta que mi vientre comienza a abultarse - hablé -

— Comenzarás con tu tercer mes - ella sonrió alegre - los cambios ahora serán muy notorios.

— Así es - suspiré - bueno anoche mientras dormía, o intentaba hacerlo, estuve pensando en quedarme un tiempo aquí y quiero ayudar en algo.

— No digas esas cosas - negó - tu estarás aquí como nuestra invitada de honor, no es necesario que hagas nada.

— Abuela se hablar italiano - reí -

— Si lo dices por Fio - sonrió - ella está practicando su inglés.

— Hmmm.

— Ya te encontraré algo que hacer pero por mientras tú relájate.

— De acuerdo - suspiré -

El mejor amigo de mi novioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora