Capitulo 6

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Adriano Fabbri

Estoy en la sala de espera de este hospital después del  accidente que tuvo Dante, mi hermano. En una mano tengo a Lucas, el hijo  del herido, y en la otra tengo el teléfono de la doctora que nos ayudó.

No sé quién era, pero me resulta algo conocida, además, Max, estaba  hablando con ella como si fuera una amiga y eso pasa muy poco. Aún  recuerdo como era, tenía el pelo negro, aunque no lo podía ver muy bien, ya que lo tenía recogido en un moño desecho. Llevaba un vestido corto  por encima de las rodillas verdes.

Sigo pensando que la conozco  de algo. Escucho a mi madre de lejos llamarme mientras se acerca. Está  junto a Claudia, la mujer del mismo hombre que está  hospitalizado  ahora, cuando llega delante de mí le entrego a Lucas, este lleva todo el  rato con la cabeza escondida en mi cuello.

¡-hijo!! Dime por favor  que Dante está bien-dice histérica. Es de las pocas veces que la vemos así y si está de esta forma es porque algo horrible ha pasado.-dime por favor hijo-réplica

-Los doctores dicen que dentro de poco  podremos entrar a verle, está fuera de peligro-digo recordando a la  doctora-así que cálmate-empieza a respirar para calmarse mientras se  quita las lágrimas que derramo.

Pasan unos 10 minutos y un  doctor sale para decirnos que podemos entrar a verlo. Cuando voy a  entrar escucho la voz de la doctora que nos ayudó y la veo con el  director, una cosa extraña es que él sonríe como idiota, pero ella solo  lo mira con seriedad.

Idiota, se te complican las cosas he.

Cuando  veo que se da la vuelta para irse en el lado contrario en donde estoy,  recuerdo que tengo su teléfono,  empiezo a caminar hacia ella, aunque está de espaldas a mí se da cuenta de que alguien la está siguiendo y se  gira.

Sus ojos color miel me inspeccionan de arriba abajo con la frente fruncida, yo no me quedo corto y hago lo mismo.

-Puedo  ayudarte en algo- su voz es tan delicada que me da un  escalofrío, mientras que me quedo mirando su sonrisa.-señor está  bien-vuelve a preguntar.

-Vaya, se ve que estás bien cansada-me burlo

-perdone? - suelto una risa por lo confundida que esta.

- se olvidó de esto, mientras curaba a su  paciente-extiendo mi mano y ella vuelve a poner su sonrisa.

-oh,  lo había completamente olvidado-dice cogiendo  el teléfono. Una vez lo  toma me doy media vuelta y empiezo a caminar sin esperar ninguna  respuesta.

¡Porque su maldita sonrisa no se quita de mi cabeza?! Solo se repite en mi mente, como si hubiera algo detrás de esta.

Cuando entro al cuarto de mi hermano lo encuentro queriendo levantarse y a mi madre negándole completamente.

-por fin  te levantaste -le digo con burla, veo que tiene una gran venda en  la pierna derecha-nos diste un gran susto-digo. Yo y mi hermano hemos  sido muy amigos desde siempre hasta que fui nominado rey de la mafia.  Nunca tuvimos competencias ni nada por el estilo y se lo agradezco,  conoce que perder no está en mis planes.

-No podrás ir a la cena-dice mi madre- necesitas descansar-

-  Mama-suelta cansado Dante-no soy un niño, ya soy mayor, no es la  primera ni última vez que pasa algo así, iré a la cena, solo estaré  sentado, tengo que hacer algunos negocios con los hombres que estarán  presentes. Además, vas a llegar tarde para prepararte.-

-si tú lo  dices, Claudia se va a quedar, pero Lucas irá con nosotros, está muy  cansado.-acepta mi madre después de entender que no cambiará de idea.

El Rey y su MedicinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora