Capitulo 61

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Dulces pesadillas..

Adriano de Fabbri.

Suspiro.

Ya pasaron varias horas.

Hice llamadas, hablé con gente, los hombres de guerra  están dando mis ordenes. Todo estará listo para que la reina vuelva a su reino.

Iker se está mejorado, después  de haberle hablado sobre lo que pasó decidió ponerse serio.

Vi como sus ojos cambiaron a otro color, sentí como sentíamos un sentimiento en común  junto a una sola idea.

Odio,  junto a la destrucción masiva hacia los alemanes , para traer  à la princesa de vuelta

Se  puso a trabajar desde que le lance el ordenador, los doctores nos  aseguraron que estaba bien. Max  me y obligó al doctor a que me vea.

No estoy para  pensar en mi, mi mujer está en manos de enemigo.

En manos de aquel psicopata ,en  manos de aquel violador .

Solo de saber que ella está en sus manos mi pecho se comprime.

Juro que si se atreve a ponerlo un dedo encima a mi mujer le cortaré cada parte del cuerpo se la haré comer toda su vida.

Suspiro  una vez más. Mi madre me cambia la venda. Se a convertido una habitud   que ella venga y me escuche hablar  durante horas sobre el odio  hacia  los alemanes y el amor por la doctora.

Siempre  me repite que piense bien mis acciones, que ella está en manos de mi  enemigo, que tampoco cometa errores que después pueda hacerme perderla a  ella o perderme a mi.

Pero  mi mente solo se repite que tengo que traerla de vuelta, que por más  que me diga que tengo que pensar bien las cosas solo quiero tomar mi  arma e ir a por ella.

Buscarla día y noche, solo, sin nadie, con tal de encontrarla  y volver a tenerla entre mis  brazos.

Termina de apretar mi venda, suelto un gruñido cuado siento el ardor por culpa del balazo.

Me dolió pero esta vez nada se comprará con lo que vi.

-  Tienes que  descansar hijo, ya es de noche, mañana seguirás trabajando,  recuerda que si tu salud no está bien, no podrás traerla de vuelta. Se  viene tiempos complicados, te necesitamos en buena salud- acaricia mi  cabeza. Solo dejo que su tacto que tranquilice.

- No pu...- intento ponerme de pie para seguir trabajando, pero ella me lo impide.

-Adriano  hijo, por única vez escúchame en la vida. No puedes solucionar  problemas estando en estas condiciones hijo. Si estás dañando, solo  harás las cosas mal- me vuelve a sentar  encima de la cama. Se pone de   rodillas enfrente de mi, la miro a los ojos, son iguales que los míos-  se que la amas, que estar sin ella es complicado mi amor, pero si  quieres que ella vuelva entonces descansa, recuperamos fuerzas y te  ayudamos- toma mi cara entre sus manos- ella volverá, la reina siempre estará junto a su rey- habla orgullosa - pero ahora tienes que descanse- la miro.

-No  puedo mamá- veo como su cara se entristece una vez más - nunca sentí  esto, nunca le preocupe por los demás, pero ella llegó y arrasó con todo  lo que había en mi. No puedo sentarme y ver que esta en manos del  enemigo, no puedo saber que está en manos de un violador- su cara se  descompone  por completo- No puedo, hay algo en mi que me quema  cada  vez que pienso en ella, cada vez que recuerdo   su sonrisa siento  que  será la última vez mamá- ella se levanta y me abraza con fuerzas .

El Rey y su MedicinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora