Capítulo 40

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Adriano de fabbri

Agarro su mano y sigo avanzando hacía el lugar que tengo en mente. Tenemos que comer, pasamos mucho tiempo preparando su vestido.

Espero que hagan un gran trabajo.

- Iremos a un restaurante a comer, tienes que recuperar fuerzas- entramos en el lugar que elegí, es un restaurante de alta clase, el mismo que Iker me obligo a venir varias veces.

- Siempre iremos a restaurantes caros?-

- Si Cariño, nunca verás al rey y su dama en una cafetería normal- nos sentamos, nos se equivocó cuando dice que hace un día increíble, el sol le da en todo el cuerpo, resaltado sus hermosos  ojos.

El vestido es lo que más le favorece, todo le queda genial, es una chica simple, sin tener unos gustos complicados, pero los vestidos  le quedan de puta madre, como si estuvieran hechos para ella y nadie más.

Le dan un toque muy tierno pero a la vez sencillo. Ella siempre los cambian con varios accesorios, entre ellos, varios collares, anillos y brazaletes, pero nada del otro mundo, solo cosas simple que la hacen verla increíble.

El sol sobre su cuerpo hace que lo detalle más , esta chica me esta volviendo loco, y mis límites se acercan cada vez más. No podré detenerme necesito que esté a mi lado. Su manera de pensar, siempre eficaces , nunca duda de ella. Eso es lo que muchas mujeres quieren aparentar, pero ella... ella lo hace naturalmente, se le nota a primera vista que no la harás cambiar de opinión.

No fui el único en pensar eso.

- Que pedirán mi señor- me sacan de mis pensamientos, volteo a ver a la mujer.

- El mejor menú del restaurante- Ni me limito a verla.

- como usted diga, dentro de algunos segundos estará listo mis señores- se retira.

- Algún día hablaras bien a tu gente- se inclina hacia delante. Hago lo mismo, nos quedamos muy cerca, ella sonríe y yo como un loco la detallo como a mi me gusta.

- Que harás sino? - la desafío, noto como ella se acerca cada vez más- me castigarás doctora -sonríe sobre mis labios nadie da el beso, ella solo los coloca sobre los míos y sonrío viendo como también se retiene haciéndolo.

- No podría hacer eso reycito-

Sonríe al notar que se queda callada , sus labios siguen sobre los míos, ella no da el paso. Siento como aquella sensación hace que mi corazón se acelere, temo que lo escuche por su cercanía.

Cuando quiere dejarme una vez más con las malditas ganas de probar su exquisitos labios, tomo su barbilla y la apega a los míos, pero esta vez es un beso que acelera más de lo que ya está mi corazón. Ella no se separa solo deja que haga lo mío, hasta que sentimos la presencia de alguien, mejor dicho de los camareros.

Ella de separa inmediatamente de mi, sus mejillas está rojas.

No podía dejarme un poco más de tiempo?

Empiezan a colocar la camisa que pedí, la mesa cada vez mas queda mas.

- No crees que es mucho ?- Mira  la mesa llena de alimentos.

- Solo para ti cariño- tomo los cubiertos entre mis manos y empiezo a comer .
segundo después lo hace ella.

- Cuéntame más cosas sobre ti- la miro- que pasó después de que entrarás en la Mafia?-

Sonríe al ver su interés, nunca conté mi vida a otra personas, incluso Iker empezó a conocerme tres años después de que lo considerara un " amigo" . Nunca hablé de mi vida, seas quien seas, relación que tengas conmigo , no hablaré sobre eso.

El Rey y su MedicinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora